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Era la Nochebuena del 2011, Rafael Vicente Rodríguez Enríquez salía de su casa en Santa Lucía, Oaxaca, cuando luego de varios disparos quedó tirado en la calle. Lo asesinaron.
Más tarde, en la sede de la CNTE, Sección 22, en Oaxaca, se escuchaban los gritos: “¡No has muerto, camarada; tu muerte será vengada!”
Rafael Vicente fue un profesor afiliado a la Sección 22, de hecho, secretario de Organización entre 1995 y 1998 bajo el mando del secretario general, Luis Fernando Canseco Girón, vinculado a Elodia Canseco, esposa de Tiburcio Cruz Sánchez, líder general del EPR.
A la fecha, aún hay marchas y protestas de la 22 por el asesinato de Rodríguez.
Desde la década de los ochenta, información de inteligencia indica la presencia de guerrilleros activos en las protestas del magisterio oaxaqueño. De hecho, más recientemente de acuerdo con documentos, supuestamente, del Frente Popular Revolucionario (FPR), en el 2015 se urdió un plan que tenía como objetivo impedir el ciclo escolar contra la reforma educativa.
El pasado domingo, al menos ocho personas perdieron la vida en un enfrentamiento entre integrantes de la CNTE, que bloqueaban el acceso de energéticos y productos básicos al estado de Oaxaca, y elementos de la Policía Federal. Hubo balazos. Por primera vez, en un encontronazo de este tipo se activaron las armas de fuego.
Los actores violentos y asesinos son relativamente nuevos… Y no: encapuchados, esbozados, anarcos o, más bien, elementos paramilitares.
La estrategia de choque es muy clara, no se trata de improvisados, supieron dónde y cómo disparar para generar terror entre los propios disidentes de la Coordinadora y también entre las fuerzas policiacas al grado de que con un mucho menor número de elementos les ganaron en la estrategia del campo de batalla. De los detenidos, quizá sean muy pocos los que realmente pertenecen a los grupos armados. Quizá ninguno.
El viernes, el subcomandante Galeano decía que el gobierno perdía la guerra mediática contra la CNTE. Creo que también se refería a otra guerra que vendría días después en Nochixtlán. ¿Por qué hablar después de tanto silencio y justo sobre este tema? En la guerrilla, rara vez existen las coincidencias. Cuidado en Chiapas.
El tema rebasa por mucho a la SEP de Aurelio Nuño, no es la ventanilla. La CNTE es hoy, debió serlo siempre, un tema de seguridad nacional. Así funciona en todo el mundo: hay un brazo político y un brazo armado al que no siempre puede controlar el brazo político.
DE COLOFÓN. CNTE-EPR, nuevos líderes. Nuevas estrategias. Bang, bang.
