La discusión duró muchas horas más de lo previsto. Sin duda no estaba “planchado”, como acusaron algunos senadores, pero sí era claro que había, en cada una de las ternas, un y una candidata “fuerte”. O por lo menos, en el caso de las mujeres, pasable.

Los nuevos ministros, que habrán de sustituir a Olga Sánchez Cordero y a Juan Silva Meza son, respectivamente, Norma Piña y Javier Laynez Potisek.

El voto fue diferenciado y me parece que manda un mensaje importante de crítica al Poder Judicial, de donde venían las tres mujeres candidatas. Las otras dos eran Sara Patricia Orea Ochoa y Verónica Judith Sánchez Valle.

Si bien Piña tuvo 79 votos (de los 74 que necesitaba para las dos terceras partes de los 111 senadores presentes) no es nada despreciable los cinco votos nulos y, más aún, las veinte abstenciones. Es decir, senadores y senadoras que dijeron claramente que aunque las tres eran “elegibles”, ninguna les parecía realmente adecuada.

¿Por qué digo que es una crítica al Poder Judicial? Bueno, porque esta fue una terna diseñada por el Presidente para “matar dos pájaros de un tiro”: atender a dos peticiones reiteradas que se le hicieron: que fuera alguien del Poder Judicial y también que fuera, por lo menos, una terna de mujeres para garantizar que quien supliera a Sánchez Cordero al menos no disminuyera el número pequeño de ministras en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN): dos.

No estoy diciendo nada que no se reconozca al interior del mismo Poder Judicial. El caso de la apuesta por cerrar la enorme brecha entre hombres y mujeres estaba en los planes presentados por los y la ministra (Margarita Luna Ramos) que buscaron ser presidentes de la SCJN a finales del año pasado. Por todos.

¿Por qué pese a que sus credenciales son buenas y cumplen con los requisitos, al menos a dos les faltó clara soltura y hasta cometieron errores de principiantes en sus comparecencias? Por que les falta fogueo, experiencia; es una tendencia en todo el Poder Judicial.

Ya vendrá otra terna en este sexenio aún. Habría que pedir que esta vez venga la academia. También insistir que sea una mujer.

Ya quisieran muchos políticos tener el contundente aplauso que ayer se sintió en Los Pinos para premiar a una mujer espectacular: la hermana Consuelo Morales Elizondo, Premio Nacional de Derechos Humanos 2015.

La fundadora de la organización civil Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, CADHAC, con sede en Monterrey, Nuevo León, dio un gran discurso que lo mismo enumero pendientes, que llamó al corazón de EPN e incluso le subrayó que la agenda de Derechos Humanos será también parte de su legado:

—No puedo dejar pasar la ocasión para hablarle a su corazón, señor ‪Presidente, para pedirle que se deje tocar por el dolor de tantas ‪familias afectadas a causa de la violencia. No sólo a él, sino a ‪ustedes también. Para instarle a que impulse en esta segunda mitad de ‪su sexenio, una agenda centrada en estas cuatro claves. ‪Con respeto y humildad, me atrevo a decirle que su legado se juega ‪también en esta agenda. Hemos visto que ningún plan de reformas ‪económicas puede prosperar si no está basado en un fortalecimiento ‪del Estado de derecho que ponga en el centro los derechos humanos. ‪Rezo a mi Dios, que es el Dios del amor, para que lo guíe en esta tarea. Y ‪no es sordo, Dios. Me va a escuchar. Me escucha.

En su discurso, la hermana Consuelo —no le gusta que le digan madre porque la “madrean” mucho— no sólo habló de los desaparecidos por causas de la inseguridad, sino también de casos como los mineros de Pasta de Conchos, cuyos familiares “saben dónde están sus seres queridos, (pero) no pueden tenerlos consigo por falta de la diligencia y justicia del Estado”. Pidió no criminalizar a las víctimas, y a los defensores de derechos humanos los motivó a no perder la esperanza.

Y mandó un mensaje para todos aquellos que critican la participación de organismos internacionales de DH en México:

—Las visitas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el trabajo que realizan sus expertos han sido vitales para avanzar en el camino de la justicia... Hay que decirlo claramente; la crisis mexicana no se generó por un exceso de apertura a la supervisión externa. Más bien, es una realidad tangible, ocasionada por causas estructurales, y así debe ser reconocida.

Enrique Peña Nieto aprovechó para entregar las iniciativas que ya mandó al Legislativo para hacer las Leyes sobre Desaparición Forzada y Tortura, que urgen. Qué bueno que lo hizo en ese contexto. Son iniciativas muy importantes, que merecen un análisis aparte en otra columna.

Arturo Escobar ya le aguaron la Navidad. Aunque la orden de aprehensión en su contra no se liberó, y él buscará no sólo defenderse sino contrademandar a Santiago Peña, digo Nieto, el titular de la FEPADE (Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales) el tema aún no está superado porque la fiscalía insiste en el tema.

No sólo eso sino que –y creo que mal y en franca violación al debido proceso—ayer se dio a conocer que la FEPADE “investiga” a otro Escobar y Vega: su hermano, Adrián. También por lo mismo, a través de la empresa Rabokse, estuvo al frente de los famosos cineminutos con los cuales ese partido se anunciaba en salas de cine.

El exsubsecretario de plano que entre otras cosas se encargaba de prevenir el delito (sí, en México Kafka es sólo un ministerio público) no aguantó más y estalló al declarar:

--Esto se llama persecución política. Sus derechos humanos (los de su hermano, Adrián) también están siendo violados y seguramente recurrirá, como yo, a la protección de las instancias de los Derechos Humanos (PGR y CNDH).

De nuevo, tiene razón. Pero no por eso digo que Escobar fue no sólo un mal, sino un pésimo fichaje para tal subsecretaría. No por eso digo que sí hay que investigar las constantes violaciones que el Partido Verde hizo en las elecciones pasadas.

Sugerencia: que mínimo se vaya de vacaciones unos días a Chiapas. Ahí donde, bien raro, el Verde logró el mayor de los votos y hasta esa especie en extinción que creíamos que se llamaban “casillas zapato”.

Hay que irnos acostumbrando: no DF, sino Ciudad de México. Ese será su nombre oficial. Al fin se convertirá en el Estado 32 de México. En la Cámara de Diputados ¡por fin se aprobó la reforma política para el DF! Pasó al Senado y se ya aprobó en Comisiones. Se espera que sea votada por el pleno antes del martes, último día de sesiones.

Los chilangos vamos a tener nuestra propia Constitución— que tendrá que estar lista en febrero de 2017 y será redactada por una Asamblea Constituyente, que tendrá 100 legisladores: 60 serán nombrados por mediante elecciones que organizará el INE, vía candidatos de partidos políticos o independientes, quienes deberán demostrar que no pertenecen a un partido político; 14 por los diputados federales y 14 por el Senado; seis por el jefe de Gobierno y 6 por el Presidente.

Las jefaturas Delegacionales pasarán ahora a ser Alcaldías (con Alcalde y concejales electos mediante voto para un periodo de tres años), la Asamblea Legislativa pasará a ser Congreso local.

Ya sabemos cuál es el temor de Donald Trump. No se llama Hillary Clinton o Jeb Bush, sino “Tío Sam”. No es un candidato demócrata, sino un águila calva que sería utilizada para una serie de fotos del precandidato republicano a la Casa Blanca. Cuando Trump intentó tomar un objeto de su escritorio el ave intentó darle un picotazo. Ah, las aves son sabias.

Conocimos de la desaparición de Rosa Natalia Rojas Campo el martes pasado, debido a que mediante el uso de las bocinas para al alerta sismica, cerca de las 12 de la noche se solicitó la colaboración de los capitalinos. Con una voz casi de ultratumba, policías del C4 utilizaron ese mecanismo para intentar localizarla. Les fue mal, los arrestaron; pero lo bueno es que Rosa Natalia fue localizada en la delegación Iztapalapa.

Los senadores del PRD convivieron y bailaron con la fuente informativa que cubre sus actividades el otro día. Dolores Padierna mostró que domina la pista cuando de bailar se trata. Angélica De la Peña también lo hizo bien aún con botas. Armando Ríos Piter le entró aunque se fue temprano, igual que Alejandro Encinas.

¡Qué bueno que Mario Delgado se dedica más a legislar que a bailar! Es claro ejemplo que en ocasiones sí se da eso de  “tener dos pies izquierdos”. Lo que sí llamó la atención fueron sus zapatos. Hasta Miguel Barbosa bromeaba que los sumara a la tómbola.

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