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Para Marcela Lagarde y de los Ríos, con un abrazo sororal.
Que ya se acabó Río 2016. ¡No es cierto! ¿Y los Juegos Paralímpicos? ¿Qué esos no cuentan? Pues parece ser que no, para muchos. Empiezan el 7 de septiembre y durarán hasta el 18. En la pasada edición de Londres, nuestros atletas con discapacidad trajeron al país 21 medallas contra 7 de los atletas sin discapacidad.
Oiga, Comité Olímpico: ¿y si para Tokio 2020 hacemos una inauguración y clausura inclusiva? ¿Dónde todos los atletas desfilen y compitan al mismo tiempo? Hay que combatir los ghettos en todas partes. Hasta en el deporte.
A partir de hoy y durante esta semana escucharemos mucho acerca del Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Y es que en México está la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) para realizar su 55o periodo extraordinario de sesiones.
Aunque no se tocarán temas referentes a México, su sola presencia es importante por las críticas recientes del gobierno a este Sistema, parte de la Organización de Estados Americanos (OEA), que han puesto el tema de las violaciones a Derechos Humanos en México en el debate internacional.
Las críticas se centran más hacia la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, paso previo a la Corte. Pero sin duda hablan de una molestia en general del actual gobierno hacia los señalamientos que diversas organizaciones internacionales han hecho con respecto al respeto (o no) de los Derechos Humanos en el país.
El gobierno de Enrique Peña Nieto ha tenido, al menos desde 2013, “bandazos” declarativos en el tema. De un total apoyo y reconocimiento a declaraciones que cuestionan hasta su pertinencia.
Le pongo ejemplos:
En 2013, el entonces subsecretario de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, Juan Manuel Gómez Robledo, defendía la permanencia de la CIDH en Washington; igual que Joel Hernández, entonces embajador de México ante la OEA. Ambos declararon que nuestro país se oponía a un cambio de sede.
Después de la crisis por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la presencia en el país del GIEI, las cosas cambiaron… al grado de que en julio de 2016, la embajada de México ante la OEA, encabezada por Luis Alfonso de Alba Góngora dijo:
—Yo reformé el sistema de las Naciones Unidas, me tocó la transición de la Comisión al Consejo, la Comisión había perdido efectividad, por excesiva politización, selectividad, había perdido legitimidad, y la CIDH padece el mismo mal. Las dos tienen un problema de financiación, pero la Corte ha sido más responsable, tiene propuestas completas de cómo atender esto, la CIDH se había rezagado. Hay que buscar una solución para las dos instituciones.
Días después, diversas organizaciones defensoras de derechos humanos hicieron un llamado al Senado mexicano a fin de que la canciller Claudia Ruiz Massieu explicara la posición de México ante éstas últimas posturas (http://www.frayba.org.mx/archivo/noticias/160715_se_solicita_comparecencia_canciller_cidh_carta_final-1.pdf).
Recuerde que cualquier fallo de la CoIDH (aunque no sea para el país) es de observación obligatoria para el Estado mexicano tras la reforma de 2011. México ha tenido ya sus fallos, como con la de la desaparición de Rosendo Radilla; el caso “Campo Algodonero” sobre feminicidios; la violación sexual de Inés Fernández Ortega a manos de elementos del Ejército mexicano; la detención de Teodoro Cabrera García y Rodolfo Montiel Flores, campesinos ecologistas y quienes fueron detenidos por militares en 1999.
Ayer Miguel Ángel Osorio Chong declaró que se castigará la violación a los derechos humanos “sin miramientos... abriéndonos al escrutinio de la ciudadanía y de los organismos autónomos nacionales e internacionales”. Parece una buena señal, la cual deberá demostrarse en hechos.
En fin, serán días interesantes. A ver qué tan buenos anfitriones somos.
“No habrá más dialogo si no antes garantizamos que las niñas y niños puedan recibir la educación en las aulas. Primero la educación y luego el diálogo. El Gobierno de la República siempre mostrará disposición para hablar y atender distintas demandas, pero a lo único que no está sujeta a negociación es la reforma educativa", dijo ayer Enrique Peña Nieto.
Son momentos delicados. ¿Qué pasará con el conflicto magisterial ahora que ya iniciaron formalmente las clases, por calendario, pero no ha sido así en todas las escuelas de todos los Estados del país? (menos de las que esperábamos, pero existen, sobre todo en Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán)
La presión crece. La CNDH pide que se garantice el derecho a la educación de los niños. Los empresarios piden que se respete el Estado de derecho (la Reforma educativa del conflicto es ley aunque quieran reformarla: reformar a la reforma).
Está, como espada de Damocles las declaraciones tanto de EPN como de Miguel Ángel Osorio Chong de que podrían usar la fuerza si es que los maestros (que tienen derecho a manifestarse) bloquean vías.
Y todo en medio de un país, que como dijo Renato Sales Heredia tras la recomendación de la CNDH sobre Tanhuato no tiene claro (¡él no lo tiene claro!) si el protocolo de uso de la fuerza, que es sólo del Estado, al menos de manera legítima es “adecuado a la realidad de nuestro país”. Mmmm, qué raro. Es como para Ripley: ¿Se acepta la recomendación pero se niegan los hechos?
¿Y cuál será esa realidad, oiga? Si bien hubo un acuerdo en tiempos de Genaro García Luna más o menos detallado (lo pueden consultar aquí: http://dof.gob.mx/nota_detalle.php%3Fcodigo%3D5244759%26fecha%3D23/04/2012&print=true) la semana pasada en el Senado, Angélica de la Peña urgió para tener Ley General para el Uso Legítimo de la Fuerza a nivel nacional, iniciativa que se presentará en el próximo perido de sesiones (sólo la Ciudad de México tiene uno muy claro). No estaría mal; para que no haya dudas. Aunque bueno ya están los principios básicos de la ONU. Y para tranquilidad de Sales Heredia, que se haga según la “realidad mexicana”, sea cual sea esa, pero con una discusión de cara a la sociedad.
En fin, volviendo al conflicto magisterial. Ojalá que no se use la fuerza y que siga el diálogo. Pero que, en caso de que sea absolutamente necesario (y aquí hay un miedo cultural) se haga con estricta observación de derechos humanos, incluso videograbando.
Que ya hubo un Nochixtlán y no queremos otro más.
Me encanta Vicente Fox. Me preocupa que haya sido Presidente, sí, pero como personaje es genial. Este hombre que debería tener un programa (tragi)cómico acaba de declarar:
-- El pinche 3- 3 cualquiera se lo salta, hombre. Es una mamada, ya lo viste, López Obrador metió su 3-3 ¿y qué pasó? Nada. Mancera lo va a meter y lo va a meter otro ¿y qué ganamos? Todo en la vida se le da vuelta: hecha la ley, hecha la trampa.
Por cierto, saludos a Juan Pardinas quien se acaba de sumar –escribió—al grupo de “la mafia del poder” de AMLO. Él propone hacer un #3de3 versión 2.0 Ahí, propone, también se declararía los bienes donados en los últimos años por el declarante. Por eso de que todo es heredado en vida a los hijos, padres, esposa…
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