Comienza a crecer ya la lista de personajes que dicen que buscarán ser candidatos independientes a la Presidencia en 2018. Hay algunos históricamente apuntados, otros que lo harían si sus partidos no los apoyan, como “plan b”; pero ayer Pedro Ferriz de Con —sí, el periodista, quien también se apuntó— mencionó otro en una entrevista con Ciro Gómez Leyva que me sorprendió: Emilio Álvarez Icaza, actual secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Álvarez Icaza, justo este fin de semana, anunció que no buscará la reelección en su cargo en el organismo de la OEA (su periodo termina el 15 de agosto; para su elección resultó electo entre 111 candidatos de todo el continente, no es un proceso sencillo) y que quiere regresar a México. ¿Será para eso? Pues mejor le llamé.

“No es mi agenda, no estoy trabajando para ese fin”, me dijo por teléfono. “Me pienso trabajando en la agenda de derechos humanos, articulando iniciativas en plataformas ciudadanas, de lucha contra la corrupción, impunidad, búsqueda de la justicia. No tengo ninguna oferta de trabajo y no la quiero tener, cuando llegue a México, veré”.

Incluso dice que algunos amigos suyos, a quienes les consultó su decisión de regresar al país le dijeron: “¿Pero estás loco? Si muchos se quieren ir y ganar en dólares”, me cita riendo. Pero luego se pone serio: “Pero eso no es lo que anima mi corazón, soy de la idea de que hay que estar donde hay que estar. A mí las visitas últimas a México me interpelaron, me dolieron mucho”.

(El loco y necio corazón: quiere lo que quiere)

Hablando de la visita in loco que el año pasado la CIDH hizo a México: para finales de este mes (es decir, como para finales de la semana que entra) estará listo el Informe. A finales de año ya mandaron una versión confidencial para comentarios al Estado Mexicano y la comisión trabajó otra versión. Hay cuatro informes país en puerta: República Dominicana, Honduras, Guatemala y México.

No hay razón para pensar que será cómodo al gobierno mexicano, como nada de derechos humanos lo es aunque suelen reaccionar contra el mensajero en lugar de contra la causa (Amnistía Internacional acaba de declarar que hay en México 27 mil 638 personas desaparecidas y más de la mitad se registraron en este sexenio vía su documento Un trato de indolencia).

Después de dar a conocer el informe y las recomendaciones, en el segundo semestre México ya tendrá que responder cómo es que están implementando lo sugerido. Álvarez Icaza, para entonces, ya no estará en esa institución, sino en México. ¿Cómo precandidato presidencial ciudadano? Ya veremos.

Sólo hagamos el recuento para que no quede al garete. De candidatos ciudadanos o sin partido ya tenemos apuntados a Gerardo Fernández Noroña y a Ferriz de Con.

Margarita Zavala, panista, y Miguel Ángel Mancera, sin partido pero cercano al PRD, no dicen que no… si es que les conviene en su momento.

Eterno apuntado, pero que quién sabe si en realidad quiere es Juan Ramón de la Fuente; por lo pronto trabaja en su think tank, The Aspen Institute, capítulo México. Jorge G. Castañeda dice que sí, si es que las condiciones se dan. También estaría Jaime Rodríguez El Bronco, si la raza se lo pide. Algunos dicen que Denise Dresser, pero ella ayer me respondió un rotundo “no”.

Igual y habrá que hacer una boleta doble si no prospera la idea de fortalecer a uno o dos… (cosa que les encantaría a los partidos tradicionales, sobre todo al PRI).

La aprehensión en España de Humberto Moreira no es un dato menor. Es el primer —hasta ahora único— ex presidente del PRI con ese mmm, status que presumir (por así decirlo). Por más que los individuos no hagan a las instituciones, como argumenta el PRI, es un símbolo. Y más por lavado de dinero en plena captura de El Chapo; golpe doble.

Moreira, aunque exiliado, es uno que es cercano al PRI de hoy. Para muestra, quienes fueron sus testigos en la boda con Vanessa Guerrero en 2007: Carlos Salinas de Gortari, Manlio Fabio Beltrones, José Reyes Baeza, Natividad González Parás e Ismael Hernández Deras. En su momento, de acuerdo con una crónica de Criselda Farías, dos testigos más no pudieron firmar el acta, pero sólo porque llegaron tarde: Ivonne Ortega y Enrique Peña Nieto.

Y eso es por documentar un poco el pasado, que para visitas recientes a México, basta ver Quién.

Si bien en 2011 sí desapareció por un rato, luego recibió el golpe del asesinato de su hijo, ya en los últimos años o meses ya no midió. No fue discreto, ni humilde… más bien soberbio.

En fin, que la policía española hasta haya ¿jugado? Con el #MisiónCumplida en su tuit anunciándolo, es doblemente interesante. ¿Mensajes?

Ya veremos cómo se defiende este viernes. Por lo pronto su hermano, el gobernador de Coahuila, a quien le hered… perdón, quien ganó legítimamente el poder tras él pintó clara su raya. Se refirió a él como “el exgobernador”.

--Confío en la justicia española, confío en que él,‬ el exgobernador, en su momento podrá ofrecer las pruebas que le tiempo de esperar, no‬ podría adelantar.‬

Leo que hay personas que se sorprenden de lo “poquito” por lo que se le acusa y se le podría probar. Entiendo que ante el desfalco sospechado --pero no probado en este país o nunca perseguido en realidad por impunidad-- de robo mayúsculo de la clase gobernante de todos los partidos así sea.

Pero no por eso hay que olvidar que viene de un claro doble rasero. De acuerdo con cifras a octubre pasado de la organización “Modernizando el Sistema Penitenciario A.C” (que preside la ex asambleísta Olivia Garza) en el país hay 7 mil personas encarceladas acusadas de robo famélico (es decir, robar comida), con sentencias que llegan a los 10 años de cárcel.

Fundación Telmex tiene un programa donde contribuye a pagar fianzas a personas con delitos no graves que no superen 10 mil pesos (que no costaría ni el mantenimiento de la alberca de su casa).

Digo, sólo para repensar eso de “poquito”.

Encuesta Campos Elíseos. Aunque la PGR ya anunció que no pagará la recompensa de 60 millones de pesos ofrecida a la persona que llevara a detener a El Chapo (porque derivó de una “investigación policial”), ¿quién se la merecería más?

Kate y Sean Penn por su destacado papel de “cebo”.

Los 15 marinos de élite que entraron a la casa de seguridad de Los Mochis.

El chofer del Focus Rojo que denunció el robo de su auto por un ladrón “parecido” a El Chapo (fíjese qué error de principiante de El Chapo el dejar un testigo así).

Los policías que detuvieron a El Chapo en la carretera y que luego --eso sí que es una película, una historia por contar-- se escondieron con él en el Motel esperando a los refuerzos.

Todos los anteriores.

Ninguno de los anteriores.

Por cierto, en el caso de Kate del Castillo, sí es otra cosa si se logra comprobar --como parecen indicar, pero no son prueba, los chats revelados ayer por El Universal--que ella se asoció con el narco (recibió dinero, lo lavó) para producir un tequila. ¡Ah, un tequila!

Ah, por cierto, dice Miguel Ángel Osorio Chong que el gobierno no filtra información a medios del caso. No sabía que el secretario de Gobernación podía ser tan simpático.

Bueno, ok, ni modo que diga que sí, ¿verdad?

katia.katinka@gmail.com

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