En plena campaña electoral, Enrique Peña Nieto mencionó a Javier Duarte, gobernador de Veracruz; así como a Roberto Borge, de Quintana Roo; César Duarte, de Chihuahua y al de Campeche, Fernando Ortega, como “actores de la nueva generación política”. Si esa declaración levantó cejas en su momento, ni qué decir ahora.
Hoy, Veracruz es centro de indignación por los constantes ataques que ahí se viven —el estado que más los tiene— a la libertad de expresión. Su nombre ahora es Rubén Espinosa Becerril, un fotoreportero de Proceso y Cuartoscuro que fue asesinado, mejor dicho ejecutado, este viernes en la ciudad de México. Venía huyendo precisamente de Veracruz donde lo habían amenazado. Artículo 19, organización de la sociedad civil ante quien denunció sus agresiones, lo trasladó al DF porque considera —quizá consideraba como lo dijo ayer su propio director, Darío Ramírez—, un lugar seguro. Desde el pasado 15 de junio había una alerta para protegerlo. Él mismo dijo a compañeros periodistas días antes que se sentía seguido.
Junto con Espinosa fueron torturadas y violadas también cuatro mujeres en un departamento en la colonia Narvarte, zona residencial de clase media-media alta.
La muerte de Espinosa viene a sumarse a un panorama aterrador para el periodismo en México. Un país donde sus reporteros tienen miedo a hacer su trabajo nos pone a todos en riesgo.
En enero de este año, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) informó que, desde 2010 a ese mes, tenían 433 expedientes de quejas contra agresiones a periodistas o medios de comunicación. Hay ya contabilizadas 97 muertes de periodistas/trabajadores de medios de comunicación que murieron por presuntas causas relacionadas con su trabajo. En los últimos 10 años tenían reportados como desaparecidos a 22 comunicadores, y desde el 2006 hasta enero pasado, 42 ataques a instalaciones de medios de comunicación.
En un informe presentado en febrero pasado por la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión de la PGR —que no hace nada— se detalló que de enero de 2000 a enero de este año, 103 periodistas fueron asesinados en todo el país, y 25 más estaban desaparecidos. Las dos entidades que tenían más casos de periodistas muertos eran —y son— Veracruz y Chihuahua, gobernados por los priístas Javier Duarte y César Duarte.
Por cierto, desde el pasado 1 de agosto, dicha fiscalía la encabeza Ricardo Nájera, quien era director de Comunicación Social de la Procuraduría capitalina y anteriormente de la propia PGR.
Artículo 19 capítulo México detalló en marzo pasado que durante 2014 en el país se registraron 326 agresiones contra periodistas: 44 amenazas, 143 casos de violencia material, 53 casos de intimidación, 45 detenciones arbitrarias y 63 ataques contra mujeres periodistas. En total, aproximadamente una agresión cada 26.7 horas.
En el informe Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de 2015, Reporteros Sin Fronteras coloca a México en el sitio 148 de 180. Le ganamos a ganamos a Turquía, Congo, Gambia, Rusia, Singapur, Libia, Suazilandia, Irak, Bielorrusia y Egipto
Pero volvamos a Veracruz: desde el 2000 ahí han sido asesinados 16 reporteros. Duarte gobierna el estado desde el 1 de diciembre de 2010 y sólo durante su gestión van 14.
Interesante la amenaza… perdón, el discurso de Javier Duarte, el que buscó penalizar las redes sociales, ante periodistas durante el encuentro para “conmemorar” el Día de la Libertad de Expresión, el pasado 30 de junio:
—Les quiero pedir, compañeros y compañeras y se los digo por ustedes, por sus familias, pero también por mí y por mi familia, porque si algo les pasa a ustedes, al que crucifican es a mí. Pórtense bien. Todos sabemos quiénes andan en malos pasos, dicen que en Veracruz sólo no se sabe lo que todavía no ocurre…
Sabiendo todo lo que él debe saber, ¿por qué no habrá denunciado nada?
Enrique Peña Nieto fue a inaugurar el nuevo estadio de Los Rayados, en Monterrey, sin gente. ¿Qué presidente, con una aprobación de entre 34 y 40% lo haría diferente?
¿En qué año dice usted que vive? Si contestó que en el 2015, se equivoca. Al menos políticamente. Ya lo dijo bien Lorenzo Córdova, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral:
--Para el INE, la elección de 2018 ya empezó y debemos empezar a construir la contienda en los dos años que vienen, debemos tener hoy líneas claras para llevar a cabo el próximo proceso electoral.
Todo puede cambiar en política pero por lo pronto hoy ya se hacen encuestas. El pasado domingo un periódico publicó que si las elecciones fueran hoy, AMLO ganaría por mucho (42% de ciudadanos; 25% de líderes) con la más cercana competidora a… Margarita Zavala con 28% ciudadano y 48% de líderes.
Por cierto los priistas medidos: Osorio Chong, ¡Eruviel Ávila!, Luis Videgaray y Manlio Fabio Beltrones no se ven, ahora, competitivos. El que más es Osorio con 18% ciudadano y Beltrones con 22% de líderes pero sólo 10% ciudadano….
Ni calor ni ácido. Esa es, como escribió ayer Héctor de Mauléon, la primera conclusión de cómo es que NO se pudo escapar El Chapo Guzmán de su cárcel de “alta seguridad” pese a que Monte Alejandro Rubido jure que sí.
Le explico: el Comisionado Nacional de Seguridad había dicho que el agujero por el que se escapó para llegar al túnel tuvo que haberse hecho con calor y ácido porque ruido, de veras, de veritas, no hubo.
Los primeros peritajes permiten saber que no fue así: sí fue por acción mecánica es decir que tuvo que haber ruido.
Pero hubo (muchos) quienes hicieron oídos sordos.
La guerra de cifras pobres, o de las pobres cifras, comenzó. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, CONEVAL, indica que el número de pobres en el país va en aumento, pese a los programas sociales aplicados por la Secretaría de Desarrollo Social, encabezada por Rosario Robles.
De acuerdo con el CONEVAL, 55 millones 300 mil mexicanos, el 46 por ciento de la población, vive en situación de pobreza, aunque el número de personas que (sobre)viven en pobreza extrema disminuyó…pasó de 11.5 a 11.4 millones de mexicanos que viven dentro de este rango.
Desde la Sedesol, Rosario Robles, quien comparecerá ante la Comisión Permanente el próximo 25 de agosto junto con el secretario ejecutivo del CONEVAL para explicar estas cifras, detalló que los resultados de los programas sociales aún no se reflejan del todo en el país. Será paulatino y la apuesta es verlos reflejados en el 2017, así que por lo pronto no hay que comer. No hay que comer ansias, pues.
Lo cierto es que un grupo de más de 60 organizaciones ciudadanas conformó la Acción Ciudadana Frente a la Pobreza que plantea cosas que son razonables y apoyadas por expertos, como que el principal problema es la caída real del ingreso (a niveles de los 70); eso de esperar a que aumente el crecimiento para luego atacar la pobreza es una ecuación falsa: se aumenta el crecimiento cuando aumentan los ingresos. Plantean la creación de un Observatorio de la Sociedad Civil para el presupuesto económico y lanzaron la convocatoria para realizar un Foro Plural de Acuerdos Frente a la Pobreza y la Desigualdad. La idea es hacerlo en octubre próximo. Vigilarán muy de cerca cómo es que se maneja el “presupuesto base cero” y también cómo es que en serio se atacan a los privilegios.
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