Ayer en la sede nacional del PRI regresó un ritual del viejo PRI. Por aclamación, Manlio Fabio Beltrones fue electo presidente nacional de ese partido. No había otra fórmula registrada, más que la de él y Carolina Monroy Del Mazo —mexiquense, obvio— para la Secretaría General.
Para muestra, como en los viejos sexenios, el desplegado aparecido ayer a una plana completa firmado por los 25 gobernadores priístas, respaldando a la nueva dirigencia, cuya responsable de la publicación fue la maestra Elba… Chávez Lomelí, coordinadora de Comunicación Institucional del Comité Directivo Estatal priísta en el Estado de México.
Manlio. El priísta progre en los tiempos del panismo, quizás con un discurso diferente al de hace algunos años. Parte de la sobrevivencia, supongo, en la que es experto. Alguna vez le pregunté que cuántas veces lo habían querido “matar” políticamente y respondió que tres y ahora goza de cabal salud y con todo el apoyo de EPN.
Lo decía Manlio en el 2012, siendo aún coordinador de los senadores:
—El PRI era mayoría en todo y funcionaba ese sistema político-presidencial… pero hoy que las fuerzas políticas están repartidas en tres partes, mínimamente debería haber cambiado el sistema político presidencial. Es lo que vengo sosteniendo junto con otros compañeros del PRI y de otros partidos políticos, de que el sistema político presidencial a ultranza no puede ser funcional en una presencia plural como la que hoy tenemos y nos acompaña en las Cámaras.
En julio de 2007, Luis Alberto Medina lo entrevistó sobre la discusión de la reforma del Estado, la cual surgía de las diferentes fuerzas políticas y no de la Presidencia de la República:
—Si la convocatoria hubiese venido por parte del gobierno federal o del Ejecutivo, como era tradicional, corríamos el riesgo de caer en esas viejas prácticas de verdaderos secuestros por parte de los intereses electorales de los partidos.
En marzo de 2008, en medio de la crisis por presunto tráfico de influencias de Juan Camilo Mouriño, entonces jefe de la Oficina de la Presidencia, acusado de favorecer a empresas familiares en Pemex, Beltrones declaró:
—Creo que el Presidente es su jefe, el Presidente lo nombró, cree en él, le dio toda su confianza. Estos documentos que aparecieron, ¿no son creíbles para el Presidente, son de desecharse? Que se desechen, que los deseche el Presidente. Tendría que dar una explicación al respecto.
El pasado 25 de noviembre, en medio de la crisis por el escándalo de la Casa Blanca, y ante la exigencia de la oposición en San Lázaro de crear una comisión que investigara posible tráfico de influencias, Beltrones declaró:
—Algunos grupos parlamentarios plantearon lo que me parece que ni tan siquiera se puede votar, ya que es una ilegalidad… Crear una comisión para investigar a un particular es verdaderamente algo inadmisible y algo no previsto en la ley…
En 2011 dijo “no me gustan las regresiones”, y que prefería más las coaliciones de gobierno que pensar en la segunda vuelta. Se dijo a favor de las candidaturas independientes, de reducir el presupuesto público a partidos políticos y sobre la creación de una cláusula de gobernabilidad para crear mayorías legislativas.
No son pocos retos a los que se enfrenta ahora. Con un Presidente priísta gobernando, la distancia entre él y el partido —sana o enferma— se acabó. Hay 12 elecciones para gobernador el año que entra; para el 2018 —en el que dice que no piensa, ajá— la mitad de los votantes serán menores de 30 años; un grupo poblacional en el que el PRI no tiene grandes asideros.
Tendrá que lograr que el PRI se reposicione en ciudades grandes arrebatadas por “independientes” como Guadalajara, el fenómeno Bronco en Monterrey, y el DF que no es nada priísta.
Agustín Carstens parece discípulo de la teoría de la relatividad de Einstein. Sobre nuestro peso que ayer llegó a valer 17 frente a un dólar dijo:
—No se ha depreciado, sino que se ha apreciado frente a otras divisas importantes.
Así visto, todo es relativo. Por más desprecio que les provoque la declaración.
En junio de 2008, el entonces presidente del PAN, Germán Martínez hizo uso de su facultad de nombrar a un nuevo coordinador en el Senado. Quitó a Santiago Creel, por esos días muy impopular para la televisión mexicana y nombró a un entonces poco famoso senador llamado Gustavo Madero, quien aceptó.
En mayo de 2013, Madero, ya presidente del PAN, decidió remover en uso de facultad a Ernesto Cordero como coordinador de los senadores. Los calderonistas, entre ellos el propio Cordero, argumentaron que era una decisión autoritaria, que Madero había faltado a su palabra. Nombró a Jorge Luis Preciado.
Hoy Ricardo Anaya, presidente del PAN puede nombrar a quien quiera en las bancadas del partido en el Congreso. El que a hierro mata, a hierro muere, dice un dicho popular.
Además, el mismo Madero dijo que no quería ser coordinador, ¿no? ¿O sólo estaba tirándose para que lo levantaran? Lo cierto es que el nuevo coordinador será Marko Cortés.
El equipo de la priista Claudia Pavlovich, gobernadora electa de Sonora, que tomará posesión el 13 de septiembre próximo, anda recibiendo ya el Estado. Pintan mal las cosas, desde ahora para Guillermo Padrés, el gobernador panista. Tan sólo en salud ya denunciaron un “uso discrecional de recursos públicos por 4 mil millones de pesos”. El encargado del área de salud del equipo de Pavlovich, Gilberto Ungson, además denunció falta de medicinas, obras inconclusas…
Algo sucede en el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales. En menos de una semana, los comisionados que lo integran parecen haberse quitado algunas telarañas y sacar tres temas que están dando de qué hablar.
Por un lado, solicitó a la Presidencia de la República entregar la información, en este caso completa, de las obras de remodelación a la Casa Miguel Alemán, residencia oficial. En un primer argumento, respondieron que no se contaba con la documentación respectiva, principalmente los concernientes a los contratos con Diseño y Construcciones Génesis, la cual desarrolló las obras.
Por otro lado, ordenó hacer públicas las averiguaciones previas en contra del ex presidente Luis Echeverría Álvarez, revocando así la reserva que se hizo de esta información por 12 años. La presidenta comisionada Ximena Puente, consideró que con esta información se podrá conocer qué fue lo que sucedió en los enfrentamientos estudiantiles del 2 de octubre de 1968 y el Jueves de Corpus, en 1971.
Y un caso que seguramente dará de qué hablar será la orden a la Policía Federal para que se hagan públicos todos los informes, bitácoras, reportes escritos y por radio, así como documentos realizados entre el 24 y 30 de septiembre de 2014 en Guerrero. Esto, en torno a las investigaciones que se realizan sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Esta información fue clasificada por la Policía Federal y no se podía conocer su contenido.
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