A dos semanas del IV Informe de Gobierno hay estado de conmoción política, reflejada en la aprobación más baja de la historia para un Presidente de la República (23%). “La percepción sobre la situación del país es mucho peor que la realidad”, advierte la analista María Amparo Casar.
El impacto por el secuestro de Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijo de El Chapo, suma a esa percepción de debacle. El levantón del heredero del Cártel de Sinaloa —y posiblemente de su hermano Iván Archivaldo— sin pudor destapa una guerra entre viejos conocidos.
Según primeras indagatorias, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) fue autor del plagio ocurrido en Puerto Vallarta.
El CJNG nació como apéndice del Cártel de Sinaloa; con el tiempo la narcobanda rompió relaciones con su progenitor del Pacífico; se lanzó con todo por todo. Desde hace siete años el CJNG ha sido el grupo delictivo de mayor expansión, con presencia en diez entidades, comenta el periodista Ricardo Ravelo, experto en el tema. El informador no descarta que la afrenta del CJNG pueda estar relacionada con el legendario capo Rafael Caro Quintero, no retirado ni arrepentido.
La recaptura de El Chapo Guzmán, y en menor medida los resultados electorales del pasado 5 de junio, abrieron la puerta al reacomodo de fuerzas delincuenciales. ¿El enfrentamiento era predecible?
Como sea, lo que menos necesita el país es más violencia derivada de guerras entre bandas criminales. El conflicto de alta intensidad en el occidente del mapa refleja graves carencias y un desafío mayor a las instituciones de seguridad e inteligencia del Estado.
Mientras, el gobierno jalisciense de Aristóteles Sandoval desespera; vislumbra una guerra sin tregua ni piedad.
Para el Presidente de la República y la Secretaría de Gobernación, el asunto es de la mayor relevancia. Con tantos focos rojos encendidos en la geografía nacional, la Federación no se da abasto para acudir al rescate de territorios infestados de corrupción, impunidad, movilizaciones, bloqueos y protestas empresariales y clericales.
En política, percepción es realidad; la debilidad del Estado es inocultable. El secuestro del hijo de El Chapo es otro ‘hoyo negro’; complica el escenario a quienes están obligados a mantener las riendas del país con firmeza.
¿Ve por qué digo que el niño era risueño y además le hacen cosquillas?
EL MONJE FOTOGÉNICO: El ‘espíritu santo’ de Kate del Castillo rompió el corazón en el nombre del padre y del hijo, quien la condujo —con el actor Sean Penn— al maldito escondite de El Chapo, revela selfie encontrada en el celular del junior secuestrado en Vallarta.
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