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Ocurrió hace seis meses en la calle Libertad. A las 8:40 de la noche, un hombre que bajó de un Jetta de color gris se acercó a dos jóvenes de 18 y 19 años y les hizo seis disparos. Tres a cada uno.
El menor de ellos murió. El otro, con un tiro en el abdomen y dos más en las piernas, fue conducido en un auto particular al hospital de Balbuena. Ahí admitió ante agentes de la Procuraduría capitalina que su amigo y él “eran vistos regularmente” en el número 138 de la calle Libertad, “un punto de venta de droga”, y que una banda conocida como Los Fortis, narcomenudistas que despachan en el número 134 de la misma calle, los habían amenazado de muerte una hora antes de que el ataque ocurriera.
Los Fortis son viejos conocidos de la Procuraduría capitalina. En el ya lejano abril de 2003, precisamente frente al 134 de la calle Libertad, dos individuos que viajaban en una motocicleta dispararon a un grupo de muchachos. Un joven de 20 años recibió un tiro en el cuello. La bala le atravesó la tráquea. El joven se llamaba Juan Luis Fortis Villada. Fue identificado como miembro de la banda de Los Mayén, que según la prensa de entonces manejaba el narcomenudeo en el rumbo desde los tiempos de Arturo Durazo.
Fortis fue la séptima persona que murió en Tepito en abril de 2003. El entonces procurador Bernardo Bátiz —Andrés Manuel López Obrador gobernaba la ciudad— aseguró sin embargo que esas muertes “no eran ajustes de cuentas entre malhechores sino problemas entre vecinos de la zona” (La Crónica, 17 de abril de 2003).
Pasaron siete años. El 1 de octubre de 2010, dos mujeres fueron secuestradas y asesinadas por integrantes de la Unión Tepito. La Unión Tepito acababa de configurarse como el grupo dominante en aquella zona y pretendía el monopolio de la distribución de drogas en la Zona Rosa, la Roma, la Condesa y el corredor Insurgentes.
Una de esas mujeres asesinadas se llamaba Teresa Fortis Mayén. Abandonaron su cuerpo con una cartulina que decía: “Esto le va a pasar a todos los ke están trabajando con Genaro y Adriana y los Villafán… Sigues tú Fortis X puerco. Att. Ya sabes quiénes somos. Las dejaste solas Fortis”.
Los tres casos revelan a una misma familia manejando el narcomenudeo en Tepito, prácticamente sin tener que moverse de calle, desde los tiempos que gobernó la ciudad Andrés Manuel López Obrador.
Los Fortis a que hizo referencia el narcomenudista herido en la calle Libertad son solo uno de los 25 grupos criminales que según la base de datos de Lantia Consultores —firma especializada en seguridad y crimen organizado, que dirige Eduardo Guerrero— han sido detectados en la Ciudad de México y explotan la venta de droga, el secuestro y la extorsión como fuentes principales de extracción de recursos.
De acuerdo con Lantia, estos grupos suelen operar para los grandes cárteles de la droga, aunque algunas veces se manejan de modo independiente.
La consultora actualiza su base de datos cada tres meses. Según dicha base, en la capital del país se ha detectado la presencia de seis cárteles a través de las células criminales que les prestan sus servicios: el de los Beltrán Leyva, el de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación, la Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios y Los Zetas.
El grupo predominante es, sin embargo, el de los Beltrán Leyva, que controla, entre otros grupos, a la Unión Tepito. Los cárteles asociados con un menor número de bandas criminales (una o dos) son Los Caballeros Templarios y Los Zetas.
Las células que operan en la ciudad están identificadas en la base de datos de la consultora como Los Fortis, Los Villafán, Los Camarillo, Los Monchis, Los 300, Los Perros, Los Carpinteros, Los Aferrados, Los Gordos, La Oficina, La Nueva Administración, Los Negros y Los Pelones —entre otros grupos cuyo nombre procede del apodo de sus líderes: El Pelos, El Mosco, El Chino, El Conejo.
La reciente aparición de un rompecabezas humano en calles de la ciudad —la cabeza de un joven en Tepito; sus extremidades, en la colonia Atlampa— no es más que la reedición, agravada por el horror, de algo que los gobiernos capitalinos siempre han querido considerar “problemas entre vecinos de la zona”.
@hdemauleon
demauleon@hotmail.com