Los números algunas veces lo dicen todo. En la mitad de los hogares del país en los que viven jóvenes de 12 a 29 años de edad, existen peleas y situaciones de conflicto.
En la zona metropolitana de la región lagunera, en la delegación Gustavo A. Madero del DF, en Ecatepec y Nezahualcóyotl, dos municipios del estado de México, el porcentaje de hogares en la condición arriba señalada llega a dispararse hasta el 60%.
Ahí, seis de cada diez jóvenes viven sumergidos en la violencia: 36.3% de ellos prefiere ignorar la situación, hacer como si no ocurriera nada. Pero la violencia no se puede ocultar.
El año pasado se generaron 19.8 millones de delitos y actos de maltrato contra ellos (46.4 por cada cien mil habitantes). En los hogares habitados por esos jóvenes, los conflictos más frecuentes se dan por problemas económicos, de disciplina, de convivencia con los hermanos y por incumplimiento en las tareas del hogar.
10.9% de esos jóvenes grita si les gritan; 4.6% golpea objetos para desahogarse, 1.1% golpea a la persona con la que discute.
En 13.1% de estos hogares, los jóvenes que desde la perspectiva de sus padres han tenido mal comportamiento, son agredidos con violencia física o sicológica. Los padres les gritan, los ignoran, les hacen sentir que no interesan, les profieren insultos. También les propinan empujones, pellizcos y jalones.
El más alto índice de violencia contra jóvenes se da también en la delegación Gustavo A. Madero (20%). En 40.5% de los hogares donde esto ocurre, los padres están separados.
El Inegi y la Secretaría de Gobernación han dado a conocer la Encuesta de Cohesión Social para la Prevención de la Violencia y la Delincuencia 2014 (Ecopred). La herramienta es única en su tipo. Recaba información sobre jóvenes que habitan en 97 mil 754 viviendas repartidas en 47 ciudades.
No se limita a medir índices de violencia, sino también factores de cohesión social, ambientes escolares y familiares: condiciones que, dice el documento, “dan sustento a sociedades pacíficas”.
La Ecopred indica que en este país los jóvenes son los principales receptores de la violencia.
El año pasado fueron víctimas de robo, acoso, maltrato físico, amenazas y agresiones sexuales.
El 71.6% de ellos manifestó tener amigos que experimentaron al menos un factor de riesgo individual; 74.3% afirmó que el principal problema en su colonia o en su barrio era la inseguridad; 32.2% reconoció ser víctima de bullying.
Pero la encuesta indica, también, que los jóvenes son los principales generadores de la violencia.
El 42.6% de los maltratos sufridos por ellos en 2014, provino, por ejemplo, de compañeros de escuela.
Acaso no lo habíamos visto, pero resulta que es terrible ser joven en México.
Una encuesta realizada hace poco por el CIESAS había revelado que de los adolescentes que actualmente se hallan privados de la libertad, 41% sufrió de manera constante algún maltrato en su hogares, 47% había tenido que trabajar desde los 13 o 14 años por la mala situación económica de la familia, 32% había probado alcohol y drogas diariamente.
Hoy sabemos pormenorizadamente que la violencia lo abarca todo y se da en las calles, en las aulas, en los hogares.
El propósito declarado de la Ecopred es ayudar a fortalecer los factores de protección y reducir los factores de riesgo vinculados con la violencia y la delincuencia. Las autoridades dicen que la encuesta es única en el mundo: ningún país había desarrollado un instrumento para medir de manera sistemática y a gran escala los factores sociales, comunitarios e individuales que generan situaciones complejas.
Qué bueno que así sea. Ahora el gobierno podrá tomar decisiones de política pública basadas en evidencia, y no en ocurrencias. Ya tenemos la encuesta: ¿cuánto tardaremos en ver los resultados?
@hdemauleon
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