Una parte de la violenta depreciación del peso frente al dólar se debe al factor Trump y al desplome del precio del petróleo, entre otras razones más, sólo que los factores internos ejercen un mayor peso específico en nuestra paridad cambiaria que los externos, de ahí que yo señale a Videgaray como el culpable de la actual crisis económica que ya no nos merecíamos los mexicanos. El peso flota como la hoja de un árbol sujeta a los caprichos del viento.

El tremendo disparo de la deuda externa en la actual administración alcanza un 50% del PIB. Se trata de otra gran borrachera nacional de las que la historia da cuenta y razón y que han terminado con crudas de verdadero horror que ahora comenzaron por la irresponsabilidad financiera y demagógica del, afortunadamente ya, ex secretario de Hacienda, quien debería haber sido cesado del cargo en marzo de 2013, según publiqué en Reporte Índigo (http://www.reporteindigo.com/reporte/mexico/la-renuncia-de-videgaray). Hoy pedimos prestado para pagar intereses, contratamos deuda para pagar deuda, en lugar de destinar los recursos a la obra pública que se encuentra paralizada como no acontecía proporcionalmente desde 1939… Será mayor el costo financiero de la deuda que los créditos que el gobierno contratará en 2017…

Por supuesto que se debe recortar el gasto público para evitar más endeudamientos: gastamos lo que no teníamos en rubros equivocados. ¡Qué desperdicio! Un funcionario sensato hubiera empezado a recortar con el desplome del precio del petróleo tijereteando el gasto superfluo, las fugas y atacando la escandalosa corrupción, sin contratar deuda: ¡Hay lo que hay! ¡Punto! No hay espacio para el despilfarro ni para la demagogia, ante el desequilibrio fiscal, la ampliación del déficit externo y el bajo crecimiento económico. Mientras más se deprecie el peso, más subirá el servicio de la deuda. ¿Cómo es posible que en 2015 hubiéramos pagado 407 mil mdp de intereses y en 2016 todavía nos endeudaremos más? Videgaray recibió el peso a 12.70 en 2013 y lo dejó sumido en 19.50, la moneda más depreciada en mercados emergentes. Trump nos salvó desde que, gracias a él, Videgaray ya no está en Hacienda… Thank you, Donald, nada de dear

En el último año de Calderón, Videgaray recibió Hacienda con casi un 4% de crecimiento económico y en 2013 fuimos a dar al 1.1%, gracias a la reforma fiscal que aquél instrumentó. Le restó poder adquisitivo a los consumidores y redujo la inversión en las empresas para destinar dichos recursos recaudados al gasto corriente o a la amortización de la deuda o ayudas sociales orientadas a arrebatarle la bandera populista a la izquierda demagógica, conceptos difíciles de financiar en un país con tantas limitaciones. ¿Resumen? Descapitalizó al país para gastar mal los recursos sustraídos a la sociedad.

¿Qué tal Pemex? Aumentó burocracia, deuda y gasto en un ambiente de feroz rapiña en la administración de Lozoya, para, acto seguido, no poder hacer frente a sus obligaciones. ¿Qué tal el mediocre comportamiento de la inversión extranjera? ¿Qué tal la expansión monetaria de los últimos años, consecuencia de la reforma fiscal? Hoy se hacen millones de transacciones en efectivo para escapar al control del SAT. Se destapó la informalidad. A más desequilibrios económicos más especulación de nuestra moneda.

¿Sólo Trump o el petróleo? ¡No!, no existen las culpas absolutas: Yo acuso a Videgaray…

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