El Partido Revolucionario Institucional perdió el 5 de junio. Y seguirá perdiendo si no se aclaran los señalamientos que se han hecho al Presidente, su familia, colaboradores. No fue suficiente poner a su subalterno, Virgilio Andrade, a investigarlo.
Si el PRI perdió debido a la alternancia en entidades donde la percepción de actos de corrupción está presente, el problema para el Revolucionario Institucional permanece vigente hacia 2018. El voto de castigo en Veracruz, Quintana Roo y Chihuahua podría repetirse a nivel federal en dos años.
No sólo Enrique Peña es responsable de palomear a los abanderados de la alianza PRI-PVEM, o de ser complaciente con los mandatarios acusados de corruptelas (finalmente, no quiso tocar a los Duarte, Borges). También es responsable del escándalo que lo persigue a él mismo.
Esa es la gran tragedia para el partido en el poder. Que los reportajes de la Casa Blanca y Malinalco apuntan directamente hacia Los Pinos.
El asunto no está cerrado. Al contrario, el vínculo Higa-EPN seguirá influyendo en la caída de popularidad.
En el gobierno y el partido no deben ser ajenas las investigaciones periodísticas donde continúa apareciendo el nombre de Juan Armando Hinojosa. Como en la de los paraísos fiscales Panama Papers.
En mi columna anterior, antes de que se llevara a cabo la jornada electoral, escribí que Beltrones perdería al igual que Miguel Ángel Mancera. Que López Obrador ganaría por la Ciudad de México y el crecimiento de Morena en otros estados; Osorio Chong se fortalecería con el triunfo de Hidalgo; y Ricardo Anaya tendría una buena tarde que avivaría sus aspiraciones presidenciales.
Conociendo hoy la forma en que se dieron los resultados, confirmo lo apuntado. Se dará una fuerte batalla dentro del PAN y del PRI por las candidaturas. Agrego que si Peña Nieto no aclara los contratos que ha tenido Hinojosa, así como la relación del contratista con la señora Rivera, con el secretario de Hacienda y con el consejero jurídico, el propio Peña será un lastre para el PRI.
El Partido Revolucionario Institucional tendrá que asumir las consecuencias del dedazo presidencial o bien, aunque Aurelio Nuño y los cercanos a Videgaray estén más que apuntados, optar por el candidato que se perciba más lejano al Ejecutivo federal.
RAZONES Y PASIONES: Que ahora sí será la próxima semana cuando dictaminen las leyes del Sistema Nacional Anticorrupción. Hay que estar atentos porque quieren simular en temas relevantes. Es el caso de la reforma al Código Penal. En la iniciativa original venían los tipos penales, para que los actos de corrupción ya no fueran sólo faltas administrativas. Pero en el dictamen que se discutirá, rasuraron delitos y nada más aumentaron penas a algunos ya existentes. O la vacilada de que la declaración 3de3 sea publicada, no de manera obligatoria, sino a voluntad del funcionario.
