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Políticos medianitos que con mal simulada envidia lo han visto salir airoso y triunfar desde hace tres décadas, avanzan con mal escondido temor sobre lo que olfatean como los restos de Manlio Fabio Beltrones, “el gran derrotado del domingo”. Y presuntos aliados en el gobierno se frotan las manos imaginando que el “desconfiable Man-lio” quedó herido en el campo de batalla. Lejos de salir a rescatarlo, celebran con un “que se pudra”. Tal vez les estorbe un presidente de partido sólido.
Es la política, ni hablar. Lo que llama la atención es la pobreza de análisis que se ha ido generalizando fuera y dentro del gobierno con el bobalicón “perdió el PRI, perdió Manlio”. Olvídese que el PRI recuperó Oaxaca y Sinaloa y no se metió en problemas en Zacatecas, Hidalgo y Tlaxcala. La nota es que cayó en siete elecciones de gobernador. ¿En serio, las perdió Manlio?
Quintana Roo se le debe cargar a él, sí. No existía oposición y Beltrones no pudo controlar al priísta Carlos Joaquín. El PRI le regaló al PAN/PRD un candidato que no tenía. La deplorable imagen del gobernador Roberto Borge y el enanismo de la clase política tricolor local ayudaron bastante a la debacle. Pero ésa es de Manlio, sí.
¿Manlio perdió Puebla? Ahí la derrota, en todo caso, se le debe cargar a la incapacidad de Los Pinos para evitar que Nueva Alianza (vale seis puntos en Puebla) se arreglara con el gobernador panista Rafael Moreno Valle, quien operó como los más bragados priístas añejos para amarrar la victoria de su delfín. En esa circunstancia, el 34% de Blanca Alcalá rondaría lo admirable.
¿Manlio perdió en el Veracruz de Javier Duarte? El candidato Héctor Yunes perdió por sólo 4% de los votos. ¿Qué esperaban con el que quizá sea el gobernante más desprestigiado de México?
¿Y Chihuahua? Entre los priístas de allá y de acá hubo unanimidad de que Enrique Serrano era la mejor carta. No se escucharon críticas sobre la marcha de su campaña. Pero allá también había un gobernador tocado por la percepción de corrupción. Y el PAN tuvo en Javier Corral un excelente candidato. ¿Falló Manlio?
El candidato Esteban Villegas en Durango era considerado también la mejor opción. Perdió por 3.5%. ¿Debe cargársele al presidente del partido?
¿Qué Tamaulipas no era calificado como el estado fallido de México? Los Pinos, además, se aferró a la candidatura de un “sospechoso” Baltazar Hinojosa. ¿Culpa de Manlio? Se equivocaron en la guerra sucia, ciertamente, pero no tenían mucho qué hacer. ¿Culpa de él que en un Aguascalientes de alternancias la candidata Lorena Martínez remontara una gran desventaja de arranque y acabara sucumbiendo por 9 mil votos, 2%?
Perdieron los gobernadores desacreditados y un PRI cuyo verdadero líder, Enrique Peña Nieto, entusiasma sólo a tres de cada diez mexicanos. Perdió el partido en el poder en un momento de abrumadora intemperie antisistema. Y sí, en Quintana Roo, creo que perdió Manlio Fabio Beltrones.
¿Quién, en serio, le cargaría las otras seis derrotas? Venga, ¿quién?
MENOS DE 140. El único candidato independiente exitoso en la CDMX, el bombero Ismael Figueroa, está en riesgo. Movimiento Ciudadano lo impugnará.
gomezleyvaciro@gmail.com