De acuerdo con José Refugio Rodríguez, el hombre que coordina a los abogados del Chapo Guzmán, su famoso defendido sucumbió a la ofensiva del Estado mexicano que lo somete, humilla y lleva al límite en el penal de Almoloya. Según el abogado, El Chapo le ordenó el martes, desde la desesperación y el abatimiento: trate de obtener lo más rápido que se pueda mi extradición a Estados Unidos.

Hay una lógica en esa decisión, pero también hay algo raro. Lógica, porque como dice José Refugio, lo que anhelaría un hombre en esas condiciones sería salir del lugar en que se encuentra. Raro, porque la estrategia legal del Chapo se concentraba en combatir la extradición. Ahora resulta que debido a que le interrumpen el sueño una vez en las noches, ha instruido a su equipo legal que negocie el traslado con las autoridades estadounidenses.

Que negocie, en principio, tres cosas: mejor trato, desde luego; estar en un centro penitenciario de mediana seguridad y reducción de la condena. ¿Todo este “rescate humanitario” sólo a cambio de que se declare culpable? ¿Con qué autoridad lo negociarán? ¿Con Washington, la DEA, la corte de California, la de Texas? ¿El gobierno mexicano queda completamente al margen de la negociación, como perfila el abogado José Refugio?

Hay algo extraño en ese acoplamiento de objetivos, pues ahora tanto El Chapo como el gobierno dicen querer una pronta extradición? ¿Realmente por falta de sueño, por miedo a que le venga un infarto, El Chapo perdió las ganas de pelear? ¿Tan viejo está, tan derrotado, tan acobardado?

“Quiere que cesen los actos de tortura de que es víctima y ve como única solución el poder llegar a un convenio con el gobierno americano”, subraya José Refugio. “Debe ser motivo de orgullo para el gobierno que su estrategia de minar física y mentalmente a Joaquín lo haya llevado a este acto de desesperación. Es lamentable que el Estado mexicano tenga una actuación tan desastrosa”.

—Desastrosa, pero eficaz.

—No siempre el fin justifica los medios —concluye.

No estoy ya tan seguro de que al escuchar la claudicación del Chapo en voz de su abogado, el gobierno del presidente Peña Nieto y el secretario Osorio Chong hayan descorchado el champán. El Chapo también los exhibirá ante el mundo como violadores de derechos humanos. Y tratará de sentarse con autoridades, jueces y poderosos más cercanos a los ideales de Donald Trump que a los de la justicia y la buena vecindad.

Querían extradición, ¡pues tengan su extradición!, podría estarles escupiendo El Chapo con una almohada en la mano.

MENOS DE 140. Más mexicanos exitosos en el mundo. El Foro Internacional de Energía le pidió a Aldo Flores que se quede seis meses más al frente.

gomezleyvaciro@gmail.com

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