Vaya códigos, vaya reglas que se siguen en el mundo del hampa, vaya pactos y lealtades.
Después de amenazarlos de muerte y obligar con ello a redoblar las medidas de seguridad con las que viven y trabajan, Dámaso López Núñez alias El Licenciado habló con las autoridades sobre su relación con Joaquín El Chapo Guzmán y los hijos de éste, Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán Salazar.
Tras la re-re-captura del Chapo en enero del año pasado, se inició en el Cártel de Sinaloa una pugna por su sucesión. ¿Quién se iba a quedar con el imperio? Iván Archivaldo y Alfredo, con su tío Aureliano Guzmán Loera, contra Dámaso y su hijo, el ahijado de El Chapo, Dámaso López Serrano alias El Mini-Licenciado.
Dámaso López Núñez, El Licenciado, aseguró a las autoridades de la PGR, me dicen fuentes muy confiables, que él y su hijo no estuvieron detrás del secuestro de los hijos de El Chapo en el restaurante La Leche de Puerto Vallarta, Jalisco. Sin embargo, las autoridades no le creyeron. Aseguran tener muchos otros testimonios que apuntan a su culpabilidad.
Insistentemente, en esas declaraciones El Licenciado apostó a los funcionarios que El Chapo hablaba muy bien de él, con cariño, con respeto. Estaba seguro. Y sí. Los oficiales antidrogas del gobierno mexicano se lo reconfirmaron: incluso en el vuelo de Ciudad Juárez a Nueva York, cuando Joaquín Guzmán Loera se iba extraditado, contó que quería mucho a Dámaso. Y al revés igual: ya capturado, Dámaso sólo ha tenido palabras de respeto a su compadre, nada malo ha dicho de él. “Fui su perro fiel”, remató al ubicar su lugar en la vida de Guzmán Loera.
El pleito es con sus hijos. Y en buena medida, entre los hijos y a consecuencia de ellos. Los de Guzmán Loera y el de López Núñez. Y por lo que me dicen los investigadores del caso, eso lo saben los dos, El Chapo y El Licenciado.
Según los reportes de inteligencia del gabinete de Seguridad, los hijos de El Chapo han logrado no sólo mantener su tajada en el negocio del trasiego de droga a Estados Unidos, sino que controlan el negocio del narcomenudeo en enclaves tan importantes como Culiacán, Mazatlán y Escuinapa. En el gobierno de México calculan que la venta de droga al menudeo, nada más en Culiacán, les deja entre 7 y 8 millones de pesos a la semana, y con eso, señalan, les alcanza para pagar la nómina de su organización criminal.
SACIAMORBOS. Bienvenidos a Eldorado. Seguro te diviertes. Así dice el letrero de la entrada a esta sindicatura que está en el corazón del municipio de Culiacán. Eldorado, así. Lugar conocido por la alegría de su gente. Es el bastión de Los Dámasos. Según mis fuentes, en ese sitio comenzó el seguimiento de inteligencia que, meses después, derivó en la captura de El Licenciado en el departamento de la zona de Polanco en la Ciudad de México, donde las autoridades estiman que llevaba tres semanas escondido.
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