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Juan Luis Barrios era favorito para ganar la medalla de oro en la carrera de 5 mil metros en los juegos olímpicos de Río de Janeiro este verano. Pero cometió un error: denunció la corrupción dentro de la Federación Mexicana de Atletismo, encabezada por Antonio Lozano Pineda.
Ya lo había hecho Ana Gabriela Guevara, pero todos los demás atletas le tenían miedo. Pánico. A la sorda, los deportistas mexicanos de talla mundial se quejaban de que no les llegaba el dinero que el presupuesto federal les asignaba, que manejaba las cosas a su antojo dictatorial y que encima de todo, se quedaba con el 14% del dinero de los premios que ganaran en las competencias internacionales. El líder cobraba a quien quisiera organizar un maratón, por medir una pista, por dar un aval para una competencia…
Pero Barrios lo dijo en voz alta. Y Lozano Pineda, con ganas de mandar un mensaje de poder, aniquiló a Barrios: como negocio colateral, organizó en su natal Michoacán el selectivo para ir a los Juegos Panamericanos en Toronto en las mismas fechas que la competencia estelar Diamond League en Nueva York a la que solo están invitados los mejores entre los mejores, saturó a Barrios de carreras y el favorito terminó lesionado. Se perdió los Olímpicos. El mensaje había sido enviado.
Pero Barrios, acostumbrado a las carreras de largo aliento, supo resistir y ayer vio compensada su actitud valiente. Antonio Lozano Pineda fue detenido por agentes de la PGR en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
De todas las tropelías, la PGR señala en su expediente que pudieron agarrarlo por un triple desvío de dinero con idéntico mecanismo: recibía los recursos del gobierno federal para adquirir complementos alimenticios e insumos médicos (Gatorade, Endura, Multigenics con hierro, Perfect protein y Ultrameal barra) para los atletas, simulaba las compras usando facturas falsas de empresas fantasma y se quedaba con la lana.
Le acreditaron 4 millones 831 mil 197 pesos en tres distintas operaciones:
1.- En el año 2011, dijo que pagó 568 mil 036 pesos al Grupo Comercial Maxprise. Pero esta empresa había dejado de existir un año antes y su dueño testificó que nunca tuvo nada que ver con Lozano ni la Federación.
2.- En septiembre de 2011, la Federación presentó una factura por un millón 931 mil 563 pesos que dijo haber pagado a la empresa Comercializadora Empresarial y Abastecedora Cadena, cuyo apoderado legal declaró que nunca había tenido tratos con la Federación y mostró la factura original.
3.- En febrero de 2012, fingió pagar 2 millones 331 mil 600 pesos a Hecgue Comercializadora de México, pero esta empresa se dedica a la compra, venta y distribución de aceros, metales, madera, plástico, cartón y papel. Nada de Gatorades ni barritas.
El círculo de la investigación en estos tres casos lo cerraron los atletas Juan Luis Barrios, Eder Sánchez, Abigail Gómez, Zidikey Rodríguez, Said Díaz Cerón, Yanelli Caballero, Giovanni Torres y Aldo Saúl Vega Escobedo, quienes confirmaron a las autoridades que nunca les llegó el apoyo que se dijo era para ellos.
historiasreportero@gmail.com