Lo debieron haber hecho desde hace muchos años. Y quizá, aun para las condiciones actuales, el equipamiento es insuficiente, pero fuentes del gabinete de Seguridad del presidente Enrique Peña Nieto confirman que la Policía Federal ya adquirió 25 drones y 100 cascos con cámaras de alta definición tipo Go-Pro.

El cuerpo de granaderos de esa corporación entrena con estos dispositivos desde hace varias semanas. Su intención es que durante un eventual enfrentamiento, los drones graben desde el aire lo que está sucediendo abajo y que los cascos que porten los uniformados hagan lo mismo a ras de piso. ¿Para qué? Para enfrentar con imágenes las acusaciones de periodistas, activistas y organizaciones de derechos humanos.

Es escandaloso que a más de dos meses del choque en Nochixtlán, Oaxaca, contra simpatizantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), no se sabe quién disparó primero. Quizá este tipo de grabaciones servirán para despejar tan elementales dudas que hasta ahora la autoridad no ha podido o no ha querido dilucidar.

La adquisición de los drones y cascos videograbadores es justo en respuesta a la muerte de cuando menos ocho personas en Nochixtlán (escandaloso también que a estas alturas no esté claro aún si el número de muertos fue mayor). Drones y cascos ya estaban en poder de las autoridades cuando la Comisión Nacional de Derechos Humanos concluyó en sus once tomos de investigación que la Policía Federal era responsable de ejecuciones arbitrarias en el episodio de Tanhuato, Michoacán, donde murieron 43 personas.

¿Cuándo los van a estrenar? Quizá sea una pregunta áspera, pero la realidad es así también.

Puede ser en un episodio de ataque contra alguna organización del crimen organizado, una captura de alto nivel o algo de esa naturaleza, que pueda planearse con cierta anticipación. Pero según las mismas fuentes, la Policía Federal calcula que lo más probable es que drones y cascos se estrenen ante manifestaciones de la CNTE en la Ciudad de México, Oaxaca o Chiapas.

El conflicto con la CNTE escala y se distiende de cuando en cuando. Según las mismas fuentes, en el gobierno federal ya acordaron un protocolo de intervención: el criterio, de acuerdo con esta información, es que a los de la Coordinadora se les permitirá cerrar parcial, pero no totalmente: si tapan la autopista de cuota, que se pueda circular por la libre; si bloquean el camino que lleva a un municipio, que haya ruta para abastecerlo por el otro lado; si clausuran simbólicamente unas horas las puertas de una refinería, que no paren el abasto o producción de combustibles. Porque si no, dicen, entrará la Policía Federal a disolver el contingente… con el botón REC encendido.

Ya veremos en operación la estrategia. Están al mando el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, y su nuevo comisionado general de la PF, Manelich Castilla.

SACIAMORBOS. Y del breve saludo Peña-Obama en la cumbre del G-20 en China lo que distribuyó el área de Comunicación Social de Los Pinos es… una foto borrosa. Diagnóstico involuntario.

historiasreportero@gmail.com

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