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A las pocas horas de haber sido detenido, todavía el viernes 8 de enero de este año, Joaquín El Chapo Guzmán Loera fue interrogado informalmente por autoridades de la SEIDO de PGR y las Secretarías de Gobernación y Marina.
Según fuentes muy confiables, en esa conversación que fue videograbada, habla de su captura. El narco más poderoso luce sucio, enlodado, lleno de tierra después de pasar esa madrugada varias horas en las coladeras de Los Mochis, Sinaloa, tratando de escapar del operativo que lo sorprendió mientras dormía.
Las autoridades del gabinete de Seguridad del presidente Enrique Peña Nieto han divulgado que dos patrullas de la Policía Federal interceptaron al capo cuando iba acompañado de su lugarteniente El Cholo Iván Gastélum Ávila, a bordo de un automóvil Focus rojo que habían robado con violencia a una señora minutos antes. Como el vehículo tenía el reporte de robo, los policías lo detuvieron.
El Chapo dijo a quienes le interrogaron: “si los policías me hubieran pedido medio millón de dólares por dejarme libre, se los hubiera dado, pero no me dejaron hablar”.
Los funcionarios que conversaron con él ya detenido también le cuestionaron si tenía ese dinero disponible. Contestó que no, pero que lo hubiera conseguido. Sin embargo, el capo abundó que los uniformados no quisieron negociar con él, ni siquiera platicar. Les pidió que lo comunicaran con su superior en la corporación y tampoco aceptaron.
Varios relatos periodísticos posteriores a la detención de enero de este año coincidieron en que al grito de “¡cállate, cabrón!”, los policías federales mantuvieron “a raya” al narcotraficante, sin dejarle decir nada, mientras lo trasladaron en su patrulla y lo resguardaron en el hotel Doux de Los Mochis.
Según fuentes bien informadas, los policías federales que interceptaron al Chapo en Los Mochis fueron reubicados de ciudad para evitar represalias en su contra por parte del Cártel de Sinaloa. Su nuevo destino se mantiene bajo estricta secrecía oficial.
En ese mismo interrogatorio informal, Guzmán Loera relató que los sicarios que repelieron esa madrugada el operativo con armas de grueso calibre estaban bajo las órdenes de El Cholo Iván, quien lo despertó y le mostró que en el vestidor de la recámara principal estaba camuflado un túnel que conectaba al drenaje pluvial del municipio. Que cuando llegaron ahí doblaron primero a mano derecha, pero vieron que las alcantarillas estaban destapadas (por elementos de la Marina) y escucharon voces, así que se fueron hacia la izquierda, se perdieron, se desorientaron y exhaustos por avanzar hincados debido a la escasa altura del subterráneo, terminaron saliendo ya de día en una calle muy transitada.
SACIAMORBOS. ¿Por qué confió a El Cholo su seguridad? Declaró que su jefe anterior, Manuel Alejandro El Negro Aponte Ramos fue ejecutado porque a él lo culparon de haber “puesto” a El Chapo para que lo arrestaran la primera vez en este sexenio, en febrero de 2014.
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