Cuando se fugó Joaquín Guzmán Loera del penal del Altiplano, muchos de los internos del área de Tratamientos Especiales declararon al Ministerio Público federal que El Chapo gozaba de privilegios y dieron nombres de quienes pudieron haberlo ayudado a salir.

Consta en la averiguación previa, que supera los 70 tomos:

Marco Antonio García Simental, del Cártel de Tijuana, dijo que sospechaba de Juan Carlos Ortiz Calderón, director de Seguridad y Custodia, y de Librado Carmona García, director técnico del penal, quien según acusó entraba a la estancia del capo (cosa que está prohibida) acompañado de Felipe Hernández Espinoza, subdirector de Guardia y Custodia.

Declaró que ambos lo trasladaban a distintos lugares de la cárcel y, contrario al protocolo, nunca lo revisaban al entrar y salir. Agregó que horas después de la fuga de El Chapo, Librado Carmona y Felipe Hernández los amenazaron con represalias si hablaban.

Lo mismo señalaron los líderes zetas Salvador Alfonso Martínez, La Ardilla; Óscar Omar Treviño, El Z-42, y Lucio Hernández Lechuga, El Lucky.

Mario Casarrubias, El Sapo Guapo de Guerreros Unidos, también apuntó a Librado Carmona, y Servando Gómez, La Tuta, cabeza de Los Caballeros Templarios, agregó el nombre de Leonor García, directora jurídica de la prisión, como alguien que visitaba frecuentemente al líder del Cártel de Sinaloa. En muy similar sentido declaró George Khoury Layón, El junior de Polanco.

Quien apuntó más alto fue Sigifredo Nájera Talamantes, el líder zeta conocido como El Canicón. Testificó que “Celina Oseguera Parra, coordinadora de penales a nivel nacional, visitaba regularmente a El Chapo… se ponían a platicar, se saludaban y hablaban con mucha confianza”. Para la PGR, ella es sospechosa de haber orquestado una deliberada cadena de omisiones cometidas por varios funcionarios de su círculo de confianza, que permitieron al capo fugarse del penal.

El Canicón agregó que “Juan Carlos Ortiz Calderón, director de Seguridad y Custodia, estuvo mucho en contacto con Joaquín Guzmán y estaba muy al pendiente de los trabajos de remodelación” (que habrían servido como cortina de humo a la construcción del túnel).

Óscar Omar Treviño, El Z-42; Marco Antonio García Simental, de Tijuana, y José Bernabé Brisuela, La Vaca, cabeza del Cártel de Juárez, se quejaron desde abril y mayo (la fuga fue el 11 de julio) de que escuchaban ruidos de construcción que no los dejaban dormir y hasta se cimbraban sus celdas. Las autoridades les aseguraron que eran trabajos de impermeabilización y obras de la Conagua alrededor del penal.

El 7 de septiembre, las autoridades penitenciarias reportaron la muerte de El Canicón, de 35 años de edad. Informaron que murió dentro del penal a causa de un paro cardiorrespiratorio.

Celina Oseguera y Leonor García están detenidas. Librado Carmona, Felipe Hernández y Juan Carlos Ortiz están libres. Las imputaciones en su contra aquí expresadas deberán ser valoradas por un juez. La PGR ha prometido investigar si la muerte de El Canicón fue por causas naturales.

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