Tiene dos pasaportes. De Gran Bretaña y de México. Tiene doble nacionalidad, así que los dos son legales. El primero lo obtuvo por nacimiento. El segundo, gracias a que se casó con una ciudadana mexicana de la que se divorció hace tiempo. Su nombre y su fisonomía son árabes.

Es maestro de una academia de artes marciales en la que también ofrece servicios de acupuntura. Vive en León, Guanajuato, y desde su casa, gracias a un sistema de cómputo equipado especialmente, difunde propaganda del grupo terrorista Estado Islámico y recluta a simpatizantes.

De acuerdo con informantes del más alto nivel en México, este hombre, musulmán converso, logró reclutar a once personas, entre mexicanos y estadounidenses, y gestionó su traslado a Siria para que se incorporaran como milicianos de la organización.

Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS, por sus siglas en inglés) es considerado por la comunidad internacional como el grupo terrorista más peligroso de la actualidad. Tiene dominio territorial en prácticamente medio Siria (la región oriental) y un tercio de Irak (noroeste), que colindan. Ahí es gobierno: cobra impuestos, ofrece servicios públicos, explota el petróleo.

En esa especie de tercera nación ha instalado un califato, encabezado por Abu Bakr al-Baghdadi, que tiene como objetivo conquistar a toda la humanidad e imponer la ley islámica interpretada desde el punto de vista más radical.

Gran parte del éxito del Estado Islámico ha sido su activo uso de internet, particularmente redes sociales, para difuminar su discurso antioccidental y particularmente antiestadounidense entre jóvenes frustrados por su realidad cotidiana. Los videos que hacen circular son atroces: ejecuciones masivas, niños perpetrándolas, matanzas salvajes de aquellos a quienes llaman infieles.

Ese tipo de imágenes propagandísticas fueron detectadas en el equipo informático incautado al anglomexicano, quien está libre, aunque ya fue interrogado y sigue vigilado por autoridades mexicanas.

No fue aprehendido —explican en el gobierno federal— porque en México la promoción del terrorismo en internet y el reclutamiento para organizaciones extranjeras no están tipificados como delito. Sin embargo, México espera recibir en breve una solicitud de extradición por parte del gobierno británico, quien sí lo tenía en su lista de objetivos:

El MI-6, el servicio secreto de inteligencia en el exterior de Gran Bretaña, trabaja habitualmente con el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) mexicano temas de delincuencia cibernética.

El MI-6 pidió la cooperación del Cisen para localizar a este personaje, de quien sólo sabían podría estar operando entre México y Guatemala. El organismo de inteligencia mexicano echó a andar la “Operación Caronte”, que logró ubicarlo y neutralizarlo, según fuentes locales.

Derivado de ello, se lanzó la “Operación Roma” que desarticuló una banda de traficantes de personas que operaba en Tamaulipas, presuntamente liderada por un mexicano, musulmán converso, de nombre Antonio Sánchez Sánchez, quien está siendo procesado.

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