Las balas del Bronco
Además de las que dispara el crimen organizado contra los periodistas, algunos políticos utilizan otro tipo de balas contra los medios. Amenazas, intimidaciones y vetos son detonados contra los medios o periodistas por algunos hombres y mujeres del poder político. Es el caso del gobernador Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, de Nuevo León que cada día sube más el tono en sus desacuerdos con la prensa. Ante la publicación del periódico Reforma de un cálculo de presuntos gastos de publicidad del gobernador, El Bronco responde con la amenaza de fiscalizar los recursos que obtiene el dueño del medio y cuestiona el que el empresario viaje en helicóptero. Adicionalmente instruye al procurador del estado para que busque demandar penalmente al medio de comunicación y más tarde se conoció que don Jaime también buscará demandar a Televisa, Televisión Azteca y Milenio. “Ya es hora de ponerle un alto a los medios”, dijo el hombre que busca ser presidente de México por la vía independiente.
Los ocho obispos en la boda de Eruviel
Ocho obispos, encabezados por el arzobispo metropolitano de Tlalnepantla, el cardenal Carlos Aguiar Retes, participaron en la ceremonia religiosa de la boda del gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, el pasado sábado, realizada precisamente en el municipio de Tlalnepantla. La boda de un político no podría dejar de tener algunas lecturas políticas. Nos dicen que el gobernador Ávila ha estado feliz en estas últimas semanas, pues no solo contrajo nupcias, sino que su partido, el PRI, logró retener la gubernatura del estado, en una elección que aún está por ser resuelta en tribunales. Y quizá el arzobispo que lo casó pronto podría cambiar a un puesto más relevante. Aguiar Retes, ex presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, es considerado como uno de los más fuertes aspirantes a suceder al cardenal Norberto Rivera Carrera como arzobispo primado de México.
Un frente contra el frente en el PRD
Un frente se abrió en el PRD, y no es precisamente el Frente Amplio Democrático (FAD), sino una guerra entre dos mujeres, otrora grandes aliadas: la presidenta nacional del partido, Alejandra Barrales, y la senadora Dolores Padierna. Hasta hace unas semanas las perredistas lucharon hombro a hombro para que Padierna se quedara con la coordinación, al sacar al senador Miguel Barbosa del cargo. Sin embargo, ayer doña Dolores llamó a rebelarse en contra de la línea política instruida por su partido. La coordinadora del Sol Azteca en la Cámara Alta dijo que sería inadmisible que ella votara por un aspirante del PAN a la Presidencia, pero aseguran que lo que más molestó a la líder de IDN es que Barrales la dejó plantada en una reunión programada para hablar sobre dicho frente y doña Alejandra se fue por la libre. Vaya frente que se abre.
Las derrotas de don Lupe