Estamos hablando de Gordon Vibery, quien desempeñó el cargo durante 20 años, despedido sin posibilidad de recibir su participación accionaria y los bonos a que tenía derecho.

En la imposibilidad de llegar a un acuerdo, éste decidió emprender la farragosa ruta de los tribunales.

Dueño de la marca Gigante, la que fuera segunda cadena de tiendas de autoservicio en el país, vendida a Soriana, el principal accionista de la firma hotelera, Ángel

Lozada Moreno, enfrentó otro litigio de años con la cadena de tiendas Blanco.

Este se derivó de la compra por parte de Gigante de los almacenes que tenía en diversos puntos del país la firma encabezada por Estanislao Blanco, en cuyo marco se planteó la creación de un fondo para avalar cualquier vicio oculto en los establecimientos, es decir problemas fiscales, querellas laborales y otros etcéteras.

El caso es que reclamado éste por los vendedores, Gigante alegó que los recursos se habían agotado justo en tapar rendijas que la contraparte calificaba de inexistentes.

La operación pactada con el fundador de la empresa, Ángel Lozada padre, debió aterrizar en los tribunales.

Y aunque el caso no llegó a la barandilla, en la recta final de la salida de las pistas de Mexicana de Aviación hubo una ruptura entre los principales socios, Gastón Azcárraga Andrade… y Ángel Lozada.

La manzana de la discordia fue la venta de paquetes que incluían avión y hospedaje, en la presunción de que el dueño de los hoteles Posadas le cargaba la mano a la línea aérea.

El actual pleito involucra al ex director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), John McCarthy y su socio, Gustavo Ripol, en la Operadora Internacional de Propiedad Fraccional.

Esta constituyó el 29 de abril de 2004 la sociedad Presidente Club de Viajes, cuya propiedad accionaria mayoritaria, 60%, la mantenía la cadena hotelera.

El consejo de administración original lo presidió Gordon Frederick Vibery, participando por parte de los hoteles Ignacio Toussant Manrique y Ricardo Fuentes Huerta.

Bajo la sanción de éste, el 30 de junio de 2004 se celebró un contrato marco para la promoción y comercialización del programa “The Club at Presidente”, nombrándose como administradores a los socios minoritarios.

La dirección general se le encomendó a Gustavo Ripol, autor de la idea del programa.

El acuerdo era por 30 años.

Sin embargo, cuatro años después Hoteles Presidente cambió su Consejo de Administración, designándose a su vez a nuevos consejeros del club de viajes.

Como presidente llegó Ángel Lozada Moreno y como consejeros Braulio Antonio Arsuaga Lozada y Federico Bernardo de Quiroz González.

La relación entre éstos y los administradores del club de viajes se empezó a deteriorar a partir del año pasado, en medio de sospechas de manejo irregular, destituyéndose finalmente al director general, sustituido por Daniel Camargo. Y aunque el binomio McCarthy-Ripol intentó vender su parte, o comprar la mayoritaria, ofreciendo trasladar la membresía a otros hoteles, no hubo posibilidad de acuerdo. El pleito involucra una presunta pérdida de 350 millones de pesos.

Una raya más al tigre.

Balance general. En afán de “incentivar” la participación de empresas extranjeras en las rondas para contratos de exploración y extracción petrolera, la Secretaría de Energía está flexibilizando la regla de contenido nacional, es decir la participación como proveedores de firmas mexicanas.

El marco habla de 25%, cuando en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte se exige un mínimo de 35, aunque en el plano regional.

Lo grave del caso, además, es que se plantean una serie de atenuantes indirectas, es decir los gastos, aportaciones o donativos que realicen las empresas contratistas.

Naturalmente, el escenario le reduce al mínimo la oportunidad a los industriales.

Hasta hace 30 años, el gobierno exigía un mínimo de 58% de contenido nacional.

Los tiempos cambian.

Slim por Chicontepec. Ausentes en la primera licitación de la Ronda Uno, será hasta la tercera cuando participen las empresas de capital mexicano con mayor potencial, es decir Carso Oil del magnate Carlos Slim; PetroBal de Alberto Bailleres y Newpek del Grupo Alfa, encabezado por Armando Garza Sada.

Las firmas van por campos terrestres.

El más importante de ellos es Chicontepec, ubicado con eje en Veracruz, cuyo potencial no ha podido ser aflorado, dado lo abrupto del terreno.

Descubierto en 1926 con una extensión de 3 mil 800 kilómetros cuadrados, el campo se convirtió en el gran hándicap para Petróleos Mexicanos, dado que por cada 20 perforaciones una resulta efectiva.

En 50 años, de 1952 al 2002, se perforaron 951 pozos, de los cuales están en funcionamiento solo 102, cuya producción alcanza 8 mil 600 barriles diarios.

Ferromex se moderniza. Con una inversión de mil 716.1 millones de pesos, las empresas ferroviarias de Germán Larrea Mota Velasco, Ferromex y Ferrosur, están remodelando y modernizando su infraestructura, lo que ha permitido la creación de cuatro mil 30 fuentes de empleo a lo largo y ancho del país.

Las obras alcanzan la revisión del tendido de vías; cambio de durmientes, nivelación de rieles, corrección de trazo, formación de terracerías y mantenimiento en general.

Las empresas contratadas son 100 por ciento mexicanas.

La firma está invirtiendo además 6 mil millones de pesos en locomotoras, equipo de arrastre e infraestructura.

SuKarne para musulmanes. En el ámbito de su crecimiento expansivo que la consolida como la principal exportadora de carne de res del país, SuKarne abrió una ruta hacia la costa oeste de Estados Unidos, con la novedad de que el producto está dirigido al público musulmán.

El primer contenedor fue de 18 toneladas.

Este salió de la planta TIF conocida como “Monarca” de la compañía encabezada por Jesús Vizcarra, ubicada en Vista Hermosa, Michoacán. La vereda tuvo la certificación previa de la empresa Halal Transactions of Omaha, en concordancia con la Ley islámica que señala determinadas características de los alimentos.

albertobarrancochavarria0@gmail.com

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses