Sin embargo, el orador calificaba de inviable la alternativa, aludiendo a la sólida relación de negocios, subrayando la palabra respeto, que se había fincado entre empresarios de los dos países.

De hecho, el empresario advertía que Trump iría contra su propia corriente, dado que la mayor parte de los integrantes de su gabinete, hombres de negocios los más, no estaban de acuerdo con la medida.

La renegociación, dijo además, debe realizarse en un plano trilateral, es decir con inclusión de Canadá.

Dos días después, filtrado a los medios el borrador del documento, estallaría la bomba, cuyas esquirlas golpearían a los mercados bursátil y cambiario.

Lo cierto es que la frustrada jugada obedeció al carácter impulsivo del ocupante de la oficina oval de la Casa Blanca. A la baja su aceptación tras 100 días de gobierno errático, Trump se impacientó por la maraña que implica el cumplimiento del rito parlamentario.

Anticipado al Senado que se renegociará el acuerdo mercantil sancionado por el Congreso, la fase álgida implica plantear las modificaciones previstas y las razones de éstas, lo que llevaría a una espera adicional de otros dos o tres meses.

El manotazo en el escritorio de Trump implicaría simple, sencilla y llanamente saltar el procedimiento… para negociar el regreso desde una posición de fuerza, y eventualmente partir de base cero.

Al empresario metido a político no le importan los tecnicismos como trato de nación más favorecida, certificados de origen, mecanismos de solución de controversias, contenido regional… Su obstinación por el borrón y cuenta nueva apunta solo a equilibrar la balanza comercial con México.

Como usted sabe, ésta ha sido favorable a la causa nacional a lo largo y ancho del concierto mercantil, por más que en la concentración de exportaciones de México al país del norte se requiere importar insumos del exterior.

De hecho, a la supuesta calma que llegó tras la tempestad, vía un acuerdo telefónico triliteral, Trump le agregó un puñado de pólvora: “Estuve de acuerdo, escribió vía Twitter, pendiente del hecho que si no alcanzamos un acuerdo justo para todos, entonces terminaremos el TLCAN”. Y la sobadita: “Las condiciones son buenas. Un acuerdo es muy posible”.

Lo cierto es que en el paréntesis del sí del Senado sería temerario afirmar que Trump se sentará en la mecedora a esperar.

Por lo pronto, de aprobarse su propuesta de reforma fiscal, la Casa Blanca le meterá un nuevo jaque al país en materia de competitividad de cara a la atracción de inversiones.

El punto álgido apunta a la reducción del 35% al 15% del Impuesto Sobre la Renta a nivel corporativo, lo que implicaría casi el paraíso para firmas estadounidense en el exterior y formidable anzuelo para el arribo de nuevas inversiones externas.

¿Cuántos proyectos que apuntaban a México decidirán cambiar de ruta si nuestro país no empata el escenario reduciendo a su vez la caga fiscal para empresas?

Las marometas de Trump.

Balance general. De acuerdo al portal Chedraui Leaks, seis mexicanos han adquirido departamentos en la Torre Trump ubicada en uno de los sitios más exclusivos de Nueva York, cuyas inversiones alcanzarían 50 millones de dólares.

Entre los señalados está Alejandro Ramírez, Magaña, ex director general de la cadena de Tiendas Chedraui y actual director general de la cadena Cinépolis, además de presidente del poderoso Consejo Mexicano de Negocios.

El empresario acaba de tomar la estafeta de Mexicanos Primero que dejo Claudio X. González, hijo. Ramírez es dueño de los departamentos 61A y 61B, cuyo costo se calcula en 9.5 millones de dólares. La adquision se había realizado en el 2013.

Se anotan, además, los nombres de Melchor Perusquia Viesca, hijo del constructor Melchor Perusquia Villarreal. Su propiedad es la 60C, con precio de 3.1 millones de dólares.

Además, se enlista a Elías Sacal Cababie y Marcos Sacal Cohen. El primero dirigió Bay View Grand, que se planteaba como “la desarrolladora más prestigiada y reconocida de México”. Ellos tienen los departamentos 57C, 58C y 58D, valuados en 10.25 millones de dólares.

En paralelo, está Leonfelipe Echeverría Andrade, sobrino nieto del expresidente Luis Echeverría Álvarez, e hijo del ex legislador priísta Rodolfo Echeverría Ruíz. Este es dueño del departamento 50D, con un valor de 3.2 millones de dólares. El inquilino fue funcionario de la empresa American Mouse LTD radicada en las Islas Vírgenes.

El último en la lista es Juan Francisco Beckmann Vidal, quien con su esposa y su hijo Juan Domingo Beckmann Legorreta, son propietarios de los departamentos 31D, 31E y 31F.

Ruido en la ASF. Hay barruntos de tormenta en la Auditoría Superior de la Federación ante el descontento de los empleados por una nueva sede ubicada en la carretera Picacho-Ajusco. De hecho, se está convocando a una marcha. El malestar apunta a que el inmueble se construyó sobre unas cavernas, lo cual había sido causa de que por meses la delegación Tlalpan, encabezada por Claudia Sheinbaum, negara el permiso de construcción.

El edificio se construyó a marchas forzadas. La intención original era integrar a los 2 mil 500 empleados en un sólo lugar, dado su dispersión en cinco sedes. Sin embargo, una parte de las tareas que están a cargo de la directora forense, Muna Dora, se enviaron a la colonia Del Valle. De pasadita los empleados se quejan del retiro de algunas de sus prestaciones.

Relevo en Conmenor. Hace unos días Gerardo Hernández asumió por un periodo de dos años la presidencia del Consejo Mexicano de Normalización, cuyo objeto es fortalecer el sistema de metodología, normalización y evaluación de la conformidad.

Dicho con todas las letras, el escenario en que se plantean las Normas Oficiales Mexicanas y las Nomas Mexicanas ISO e ICE, orientadas a garantizar la seguridad de los productos y servicios.

Conmenor representa a organismos como la Cámara Nacional de la Industria Aérea y la Cámara Nacional de la Industria de Telecomunicaciones.

Axtel, más ingresos. Durante el primer trimestre del año la empresa de telecomunicaciones Axtel reportó ingresos por 3 mil 683 millones de pesos, lo que implica un salto de 30%. La firma encabezada por Rolando Zubirán Shetter, tiene un plan de inversiones para esta año de 180 millones de dólares.

La mayor parte de su facturación se enfocó al mercado empresarial.

albertobarrancochavarria0@gmail.com

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