La primera señal llegaría en octubre del 2013, cuando el grupo parlamentario priísta en el Senado demandó una investigación a la firma por supuestas componendas con los gobiernos panistas.
La exposición de motivos hablaba de que entre 2003 y 2012 se le habían entregado contratos por 20 mil millones de pesos… de los cuales 17 mil llegaron por adjudicación directa.
A partir de ahí se iniciaron una serie de señalamientos sobre posibles conflictos de interés.
En Pemex, por ejemplo, se hablaba de la posible influencia del padre del presidente de la firma, Federico Alberto Martínez Salas, en la entrega de contratos por 800 millones de pesos por parte de Petróleos Mexicanos.
El papá de Federico Martínez Urmeneta era subdirector de Ingeniería y Obras Estratégicas de Pemex Exploración y Producción, alcanzando más tarde la dirección.
A la salida de éste, sin embargo, Tradeco recibiría otros contratos por 4 mil 200 millones de pesos.
Aunque la posibilidad no tuvo mayor eco, el ruido alertó a las dependencias públicas sobre un posible cambio de señales.
Los contratos fluían a cuentagotas, después de haber sido la contratista estelar de Caminos y Puentes Federales de Ingresos.
El problema es que la firma cayó en uno y otro incumplimientos, lo que volvió más áspera la relación en el poder.
Así, Tradeco se empantanó en la construcción de tres ductos marinos en el yacimiento conocido como Ku Maloob Zaap, cuya conclusión estaba pactada para abril de 2014.
A esa fecha el avance era pírrico.
El contrato se pactó en 95 millones de dólares.
Tampoco cumplió con la fecha prevista para la entrega de tres gaseoductos en el campo Akul de la Sonda de Campeche. La fecha fatídica era mayo del 2013.
El contrato era de 97 millones de billetes verdes.
En la ruta se quedó varada también en el cumplimiento de un contrato de 287 millones de pesos para modernizar el sistema de acondicionamiento y medición de gas amargo en la planta procesadora de Nueva Pemex.
Y si le seguimos, tampoco hubo cumplimiento en la construcción de cinco tanques de almacenamiento en la terminal marítima de Tuxpan, atribuido el retraso por Tradeco a un paro de trabajadores. Los 350 contratados decidieron ponerse en huelga ante la falta de pago de sus salarios y la falta de equipos necesarios.
Lo grave del caso es que en la búsqueda de nuevas rutas ante la cerrazón del gobierno, Tradeco salió al exterior… con los mismos resultados.
Su filial Tradeco Infraestructura Inc, se metió en problemas con la alcaldía de Houston al incumplir un contrato de 11 millones de dólares para reconstrucción de calles.
El gobierno de Nicaragua la acusó de incumplir con la construcción de una carretera federal, amenazando con demandarla.
Quienes si la demandaron fueron tres firmas aseguradoras de Estados Unidos las que el gobierno de Texas les obligó a cubrir el monto de las fianzas contratadas por Tradeco para cubrir eventuales daños por incumplimiento.
La puntilla llegó al no cumplir el contrato más jugoso que le había dado el actual gobierno, con cargo al ISSSTE, cuyo monto alcanzaba 8 mil millones de pesos.
¿Se le agotó la estrategia? ¿Se le averió la varita mágica sin sus padrinos panistas?
Balance general. Finalmente, la propuesta de la Secretaría de Hacienda entregada al Congreso en materia de presupuesto plantea un recorte en el gasto de 239 mil 700 millones de pesos, menos de la mitad de lo que había exigido el sector privado, y debajo de los 250 mil calculados por los analistas.
De ellos 100 mil millones lo pegarán a Pemex, en la tercera de la serie.
De acuerdo a la dependencia, el monto reducido representa una baja de uno por ciento a nivel real, es decir descontando la inflación.
Los Criterios Generales de Política Económica plantean un crecimiento de entre dos y tres por ciento; un promedio de precio del barril de la mezcla mexicana de petróleo de 42 dólares, y una paridad peso-dólar de 18.20.
El punto fino es la posibilidad de un superávit primario entre ingresos y egresos que permitían aliviar un mínimo de peso de la deuda interna.
Todos coludos… En su intervención en la cumbre siderúrgica que se realizó esta semana, el presidente de DeAcero, Raúl Gutiérrez Muguerza, puso algunos puntos sobre las íes:
—Es necesario ajustar el modelo económico aplicado en los últimos 30 años porque ha derivado en un crecimiento mediocre y ha provocado mayor pobreza.
—Los Tratados de Libre Comercio se han ido desgastando, por lo que es necesario revisarlos. La tendencia aperturista ya ha llegado a su límite alrededor del mundo.
—Se requiere cancha pareja en materia de estímulos a las industrias, ya que mientras a la empresa coreana Kia Motors se le dan 350 millones de dólares de estímulos para instalarse en el país, invirtiendo mil millones de billetes verdes, no se conoce un solo caso en que se haya beneficiado a empresa mexicana, alguna, por más que éstas generan 85% de la inversión total.
—La manufactura nacional ha disminuido como proporción del PIB de 21% a 17%, ante la falta de atractivos para la inversión nacional.
Países como China, Corea, Estados Unidos, Gran Bretaña y Japón cuando iniciaron su proceso de industrialización le dieron un peso de hasta 40% a la manufactura.
Otro candidato en México. Sin alfombra, trato de estadista, recepción en el hangar presidencial y camioneta blindada con proa a Los Pinos, llegó a México otro aspirante a la Casa Blanca.
Estamos hablando de Roger De la Fuente, conocido como Rocky, a quien postula el partido Reforma creado por el magnate texano Ross Perot, quien peleara la silla en las elecciones de 1992 y 1996.
Rocky es un empresario de ascendencia mexicana. Su padre nació en Nuevo León; su madre en Veracruz. Tiene 61 años y su bandera es la defensa de los migrantes de habla hispana.
Se dice que su lanzamiento lo provocó la decepción por las candidaturas de Donald Trump y Hillary Clinton.
De acuerdo a sus voceros el tercero en discordia aspira a ganar cuatro estados: California, Nueva York, Georgia y Pensilvania, en la esperanza de acumular 270 votos electorales.
Fábrica de pobres. Al cuarto año de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, a contrapelo de las voces que hablan de una exitosa estrategia en materia de programas sociales, el número de pobres alcanza 55.3 millones.
En el mismo lapso durante el sexenio de Felipe Calderón se contabilizaban 52.1, en tanto en el de Vicente Fox se alcazaban 48.6.
Y aunque la tasa de desocupación, 3.98 por ciento de la población en edad de trabajar, es mucho menor a la del gobierno pasado, 5.27, es mayor a la del foxismo, que se ubicaba en 3.78.
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