En el embate están desde la competencia desleal y desigual contra instancias públicas similares, hasta la permisividad frente a la maquila de i mpresos en el exterior y la cancelación de oportunidades de negocio.

Abierta por la Secretaría de Hacienda la exigencia de la firma electrónica, es decir el manejo de facturas y recibos de honorarios por vía internet, el golpe le pegó de lleno a 7 mil micro y pequeñas imprentas, al cancelarles el 80 o 90% de sus ingresos.

En el escenario el sector se redujo 12%, despareciendo 2v mil 500 empresas.

La promesa de apoyos alternos está en el cajón del olvido.

Desde otro ángulo, pese a la importancia de una actividad de 21 mil 500 unidades que generan 418 mil empleos directos, el Plan Nacional de Desarrollo no ubica a las artes gráficas como estratégica dentro de las “industrias ligeras”.

Las únicas que caben son alimentos, textil, confección, calzado, química, farmacéutica, bebidas, tabaco y cuero.

A quién le importa si detrás de la cadena productiva se ubica la producción forestal, que incluye madera y papel.

A contrapelo de la tendencia del país a minimizar la participación gubernamental en tareas torales como petróleo y energía eléctrica, en el marco de impresión la participación del Estado es abrumadora.

Los talleres gráficos oficiales no solo producen impresos para el sector publico sino para el privado, es decir de uso comercial.

El presupuesto de las cinco instancias oficiales, es decir Talleres Gráficos de la Nación, Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, Fondo de Cultura Económica, Impresora y Encuadernadora Progreso y Talleres de Impresión de Estampillas y Valores, alcanza 4 mil 552 millones de pesos.

De éste, 4 mil 126 se destina a gasto corriente, es decir sueldos, salarios, prestaciones para mil 358 empleados.

El aparato público produjo 122 millones de libros durante el ejercicio 2015-2016, de los cuales 86% salió de los talleres privados con precios castigados.

El presupuesto más alto es para la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos: 2 mil 420 millones de pesos.

La presencia ha provocado que la industria privada esté operando sólo 60% de su capacidad instalada, por más que su facturación alcanza 12 mil millones de dólares al año.

Sin embargo, 70% de ésta se concentra en solo 700 empresas grandes. El resto corresponde a pequeñas, cuya generación de empleo directo alcanza 60%.

Ahora que una buena parte de los impresos se maquilan en el extranjero. Según datos de la Secretaría de Economía, en el 2011 la facturación fue de 752 millones de dólares, saltando a 770 en el 2012 y reduciéndose a 684 en 2013.

La sequía ha provocado rezagos en materia tecnológica, calculándose una obsolescencia de 15 años en maquinaria y equipos.

Y aunque la promesa oficial habla de apoyo para proyectos, la última vez que llegó un punto a la canasta fue en el 2003, con un monto de 38 millones de pesos, para ayuda de 30 empresas.

Y aunque, desde otro ángulo, se ha buscado un programa coherente de impulso para una actividad orgullo del país, la maquinaria camina con lentitud exasperante.

Gritos en el desierto.

Balance general. Ayer, en un inédito que lo explican los tiempos que corren, la Acción Ciudadana Frente a la Pobreza colocó en el banquillo a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos de cara a la nulidad de su acción para resarcir el poder adquisitivo de los trabajadores.

El punto de arranque fue el lanzamiento de una campaña denominada “Quien trabaja no puede ser pobre”.

De acuerdo a los expositores, el nivel de la percepción mínima debe ser suficiente para cubrir el monto diario que el Consejo Nacional de Evaluación de Programas Sociales fija para cubrir una canasta básica alimentaria y no alimentaria.

Los ponentes subrayaron la permanencia de 25 años del actual presidente de la Comisión, a quien nombró en 1991 el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.

El funcionario, como la instancia, han nadado de muertito.

Entre los expositores estuvieron Juan Carlos Moreno Brid, académico de la Facultad de Economía de la UNAM.

ICA en líos. A propósito de la revocación de la concesión a la empresa estadounidense Genesse & Wyoming para operar el ferrocarril Chiapas-Mayab, conocido como La Bestia, está reviviéndose un viejo asunto que involucra al Grupo ICA.

Hete aquí que quien administraba la concesión con alcance de 30 años es la empresa Viabilis Holding propiedad a mitades de Pedro Topete y Guadalupe Gallego Ochoa, quien acusa a éste de despojo.

En el pleito sacó a relucir que la mujer y el empresario crearon otra empresa en alianza con una subsidiaria de ICA denominada Controladora de Operaciones e Infraestructura, quien obtuvo un contrato para construir y operar la autopista que corre del río de Los Remedios a Ecatepec.

El caso es que en el 2007 ICA le anunció a los inversionistas que mantienen acciones en las Bolsas de México y Estados Unidos que adquirió el otro 50% para operar solo la concesión.

Sin embargo, a juicio de los abogados de Guadalupe Gallego la operación fue fraudulenta por utilizar poderes notariales falsos, en aval de una operación que nunca consintió ésta.

El asunto se litiga en los tribunales.

Apuesta a la baja. En signo de que la posibilidad de recuperación en la cotización de la mezcla mexicana de petróleo va para largo, la Secretaría de Hacienda está contratando la ya tradicional cobertura para el año próximo sobre una base de 42 dólares el barril.

Estamos hablando de cinco menos a la contratada para este año.

El monto será el que se proponga como promedio en los Criterios Generales en Política Económica, base de los repuestos de ingresos y gastos.

Cemex gana en GCC. Aunque desde hace años mantiene una presencia mayoritaria en el capital de la firma Cementos Chihuahua, Cementos Mexicanos está clarificando ésta en 23%.

La firma con sede central en la ciudad norteña, cuyo accionista mayoritario es Federico Terrazas, se acaba de reestructurar en un ejercicio que implica la venta de parte de sus activos en Estados Unidos.

La desincorporación alcanza una planta en Odessa, Texas; dos terminales de cementos y el negocio de materiales de construcción en El Paso, Texas, Las Cruces, Nuevo México.

albertobarrancochavarria0@gmail.com

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