Ubicado por la OCDE como límite prudente para evitar una crisis el alcanzar un nivel de deuda equivalente a 42% del Producto Interno Bruto, estamos ya en el 47.6.

Bajo el tecnicismo de Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Publico, se esconde una cifra de escándalo: 8 billones 784 mil 226 millones de pesos.

La deuda total del país.

El crecimiento de la deuda en lo que va del sexenio del regreso del PRI a Los Pinos, ha sido de tres billones 434 mil millones de pesos, equivalentes a la recaudación impositiva de un año.

Al 30 de noviembre del 2012, último día del segundo sexenio panista, el monto se ubicaba en 5 billones 350 mil millones de pesos, equivalente a 37% del PIB.

En la vertiginosa carrera, la cuenta en el renglón de debe al primer trimestre del año pasado alcanzaba 7 billones 638 mil 662 millones, equivalente a 43.4% del PIB.

En un año, pues, el salto fue del equivalente a 3.7 puntos del total de la producción del país, o si lo prefiere de un billón 148 mil 623 millones de pesos.

Al compás de la alocada danza, en el primer año del presidente Enrique Peña Nieto el monto de deuda había crecido a 5 billones 998 mil 453, lo que implicaba un salto en términos nominales de 12.1% y reales, es decir descontada la inflación, de 8.2.

Al cierre de 2014 el nivel era de 7 billones 440 mil 529 millones de pesos, lo que implicaba un salto triple mortal equivalente a 2 billones, la mitad del presupuesto que ejerció el año pasado el aparato público.

Lo curioso del caso es que para ese año el Congreso había autorizado un techo de endeudamiento, es decir colocación de bonos de deuda por entidades públicas o paraestatales, de 650 mil 478 millones de pesos.

Y conste que en aquel entonces no se llegaba de lleno la caída de la cotización internacional de la mezcla mexicana de petróleo. Y conste que entonces ya había entrado en escena la reforma fiscal.

Durante 2018 el pago de intereses y comisiones de deuda interna y externa repercutió al 6% de los ingresos presupuestarios del sector público.

Ese mismo año, ante la certeza en que el gobierno se estaba gastando el remanente de operación del Banco de México en gasto corriente, se colocó un candado para destinar la mayor parte a desendeudar al país… lo que impidió que el recurso se fuera a las derruidas arcas de Pemex.

Los analistas del grupo financiero BBVA/Bancomer habían previsto que al término del sexenio la deuda publica alcanzaría un nivel equivalente al 55% del PIB.

Lo que hace un año pareciera exageración, al paso que vamos, se está cumpliendo letra por letra. A su vez, el Fondo Monetario Internacional ubicaba su vaticinio para este año en un nivel de 51.9%, al que también se le pisan los talones.

En el inaudito de la temporada, el gobierno que presume a todos decibeles haber aumentado 6.1% en términos reales la recaudación, ha multiplicado la deuda total en el equivalente a 18 puntos del PIB.

Y lo que falta.

Balance general. Finalmente, el director general de Pemex, José Antonio González Anaya, decidió cancelar una licitación diseñada por su antecesor en el cargo, Emilio Lozoya, para la compra de 51 mil computadoras, a contrapelo de la normatividad que obliga a contratos de arrendamiento. Las firmas que habían ofertado el menor precio, es decir mil 298 millones de pesos, sustentaban el cambio de señales con un aval de la consultora AT Kearny en que se garantizaba que el impacto para la petrolera sería menor que por la vía de la renta de los equipos.

El alegato hablaba de que las empresas se harían cargo de la instalación de éstos, de su mantenimiento y reposición en su caso.

El dictamen se había aplazado en dos ocasiones.

La cancelación estaba prácticamente anunciada desde la llegada a la dirección general de José Antonio González Anaya, con la consigna de reducir al mínimo los costos de operación. Anteriormente se canceló otro contrato otorgado a las firmas Integra Arrenda de José Antonio Abascal y Ferbel Norte para el arrendamiento por cuatro años de 2 mil 252 camionetas, por un total de mil 833 millones 652 mil pesos.

El argumento hablaba de sobreprecio.

Carrera de obstáculos. Le comentábamos ayer de las mil 500 trabas que impuso la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro para que los usuarios pudieran realizar traspasos de intermediaria, en el supuesto de impedir “agandalles” de las gigantes.

Bien, pues de entrada la Circular Única Operativa expedida por la instancia plantea que se tramite una solicitud de constancia con vencimiento en cinco días, transcurridos los cuales deberá realizarse un nuevo trámite.

Más allá, decíamos, se reclama legitimizar la identidad del solicitante vía el uso de tabletas que registran las huellas digitales, la fotografía y la voz del trabajador.

Adicionalmente, se deberá presentar una constancia sobre las implicaciones del traspaso, emitida por la administradora transferente. Naturalmente, el traspaso debe ser autorizado por la Consar. La idea es clara: vencer por cansancio a los solicitantes.

Crecen ventas mayoristas. Durante el año pasado las ventas del comercio mayorista de abarrotes crecieron 9.2% ubicándose la aportación al Producto Interno Bruto en 2.5% , y al especifico del sector comercio en 6.5.

La exposición de motivos habla de una modernización en los sistemas de ventas, además de la apertura de nuevos puntos.

El gremio está representado por la Asociación Nacional de Abarroteros Mayoristas que encabeza Iñaki Landáburu Llaguno.

Las mejores ventas apuntaron a alimentos para mascotas, artículos para higiene y cuidado personal y comestibles.

Nos importa México. En el marco de una campaña que logró el milagro de unificar a Telcerl AT&T y Movistar, se ha logrado abatir el robo de celulares, vía la implementación de un Sistema de Verificación de Dispositivos Robados. Más allá, se logró facilitar el acceso a los sistemas informáticos a discapacitados, vía un convenio con los proveedores de equipos.

Adicionalmente se instrumentó la marcación gratuita de la línea de ayuda 5533 en relación a denuncias tendientes a proteger los derechos de los niños.

Las firmas han unido esfuerzos para ayuda en caso de desastres naturales además de promover el respeto al medio ambiente.

La campaña “Nos importa México” se lanzó hace un año.

albertobarrancochavarria0@gmail.com

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