El eje del señalamiento apunta, justamente, a la operación pactada en mil 350 millones de pesos, de los cuales mil 50 se entregaron al contado y los 300 restantes se pactaron a enterar en un año.

La operación realizada en la antesala de la megalicitación para compra consolidada de medicamentos convocada por el Instituto Mexicano del Seguro Social, fue sancionada por la Comisión Federal de Competencia Económica.

Los detalles los anotamos en la columna publicada el 23 de octubre del 2015 (“Todos para uno en megalicitación”).

El fondo comprador, señalábamos, encabezado por el banquero de inversión Karl Frei Buechi, quien alguna vez representó en México al Swiss Bank hoy NSD, está radicado en Holanda.

Frei Buechi, en sociedad con el también banquero suizo Patrick René Louis Wyss, crearon hace años una firma financiera denominada Basilisk, que hoy tiene integrados diversos fondos para adquirir activos del IPAB y de bancos comerciales.

La operación apunta al 50% más una acción de la empresa fundada hace 82 años por María Teresa de Zamudio.

Detrás de ésta, se anotaba, está el despacho de asesores jurídicos y financieros Doporto & Asociados, encabezado por Luis Doporto Alejandre.

El caso es que de acuerdo a las revelaciones del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación con base en papeles del despacho legal panameño Mossack Fonseca, filtrados a un diario alemán, se ubica al despacho jurídico mexicano como uno de los que ha recurrido a sus servicios de creación de empresas offshore en paraísos fiscales.

Más aún, se señala a que la operación de compra de la mayoría del capital de Casa Marzam se realizó con recursos de Marina Matarazzo, esposa de Pablo Escandón Cusi.

Este es el propietario de la firma Nacional de Drogas, una de las distribuidoras más grande de medicinas en el país, además de las tradicionales farmacias París y De Dios.

La presunción apuntaría a que la procedencia de los recursos se encubrió para no hacer olas ante la Comisión Federal de Competencia Económica, dado el segmento de mercado que se alcanzaría con la fusión.

Nombrado como director general el español José Alberto Peña, la Casa Marzam, en su nuevo status, participó en la megalicitación para compra consolidada de medicamentos del IMSS, obteniendo contratos de suministro por un monto cercano a los 400 millones de pesos, frente a los 90 del concurso anterior.

De asumir el gobierno mexicano una investigación sobre el caso, ésta no solo involucraría al Servicio de Administración Tributaria sino a la Comisión Federal de Competencia Económica que había validado una operación sin tener las entrañas a la vista.

Las cartas están en la mesa.

Balance general. Otra de las firmas en la piñata que se quebró la noche del domingo provocando una conmoción internacional, es Altos Hornos de México, a quien se relaciona en operaciones con la firma Carlyle Tecnologies Corporation, una de las offshore creada por el despacho panameño.

La firma encabezada por Alonso Ancira ha dicho que sólo realizó una operación comercial con la compañía, que habría sido reportada en tiempo y forma a la autoridad.

Esta se efectuó en 2006, cuando la acerera con sede central en Monclova se había subido a uno de los últimos camiones de la Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos, logrando que un juez de lo concursal la declarara en suspensión de pagos, por lo tanto había perdido la posibilidad de créditos por parte de bancos nacionales y extranjeros.

En ese momento la empresa, filial del Grupo Acerero del Norte, arrastraba una deuda de 2 mil 800 millones de dólares.

La compañía, cuyo presidente entonces era Xavier Autrey, entró en un litigio con Banamex al pretender éste cobrar “a lo chino” un préstamo con las acciones de la controladora dejadas en prenda.

Hasta hoy, 16 años después, AHMSA no ha salido de la suspensión de pagos.

Fintech al rescate. La insistencia habla de que en afán de evitar un concurso mercantil o procedimiento de quiebra ordenada, el Grupo ICA vendería parte de su capital a la firma Fintech Advisory que encabeza el empresario de Nuevo León David Martínez Guzmán.

Estamos hablando de la financiera que permitió la salida del concurso mercantil al que se había acogido voluntariamente Vitro, al adquirir un paquete accionario que la colocó como la segunda mayor inversionista de la vidriera.

La especialidad de Martínez, cuyas ramificaciones alcanzan a Sudamérica, con énfasis en Argentina, donde se le ubica como el Zar de las Telecomunicaciones, es adquirir porcentajes de empresas en problemas, algo así como el estilo Carlos Slim.

Desde hace 26 años su firma ha adquirido títulos de deuda y suspensión de pagos.

Algunos lo ubican como el mexicano más influyente de Wall Street.

Pemex en picada. De acuerdo a los precriterios de política económica enviados por la Secretaría de Hacienda a la Cámara de Diputados, durante el próximo año la producción de Pemex ascenderá a 2 millones 28 mil barriles diarios, lo que implica una merma de 222 mil respecto a este año.

El pico mayor se había dado en 2007, con 2 millones 600 mil.

El vaticinio implica no sólo que se mantendrá la declinación de Cantarell en la Sonda de Campeche, sino que la petrolera no le inyectará nitrógeno al pozo Ku Malab Saa para que brote hidrocarburo escondido en grietas.

Mal y de malas. En una catarata de revisiones a la calidad crediticia de empresas instaladas en el país, la calificadora Moody’s colocó en fase “negativa” desde “estable” a la firma Infraestructura Energética Nova, conocida como IEnova.

La exposición de motivos habla de su gran exposición de cara a los contratos públicos.

La firma está deshojando la margarita sobre si oficializa un reclamo a la Comisión Federal de Electricidad por haberla descalificado en una licitación para construir un tramo del gaseoducto que transportará gas natural desde Texas. La compañía encabezada por Carlos Ruíz Sacristán había ganado el contrato para el tramo más importante.

Junto con pegado. Colocadas en entredicho en materia de calidad crediticia las firmas que pudieran contagiarse de la enfermedad financiera de Pemex, el golpe alcanzó a los tres bancos de desarrollo que le facilitaron recursos para pagar a los proveedores más expuestos a la quiebra.

Estamos hablando de Nacional Financiera, el Banco Nacional de Obras Publicas y el Banco Nacional de Comercio Exterior.

La calificadora Moody’s redujo su perspectiva de “estable” a “negativa”.

El préstamo sindicado fue de 25 mil millones de pesos.

albertobarrancochavarria0@gmail.com

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