La posibilidad habla de que la sembrada en Houston, Texas, es la primera de cinco en diversas ciudades del país del norte.
México, pues, le apuesta al dando y dando. Los entretelones, sin embargo, son patéticos. De entrada, la participación de la empresa productiva de Estado es simbólica, es decir solo le está alquilando la franquicia, o si lo prefiere el logotipo, a un empresario de la India. Ahora que al despliegue informativo de lo que se ubicó como gran logro, se coló un dato: la gasolina que expende la estación de servicio Pemex en la ciudad texana se coloca a 1.54 dólares por galón, lo que traducido a pesos implicaría 6.90 por litro, es decir la mitad de los 13.52 en que se vende en México el combustible. Candil de la calle, sentenciaron las redes sociales.
Lo patético del asunto es que en afán de atenuar el descobijo, Pemex señaló que la gasolina en venta no se producía en el país, sino en el del norte… es decir en la refinería Deer Park ubicada en el propio Houston.
El problema es que ésta, construida en 1992 vía una alianza entre Pemex y la empresa Shell, es la principal proveedora de la gasolina que importa el país.
En la rapacidad elevada al cubo, pues, se nos cobra a los consumidores 50% de traslado del combustible al país… por más que gran parte del sobreprecio se va a la cuenta del fisco por la vía del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios.
¿Se acuerda usted cuando Hacienda se quejaba de una derrama de miles de millones de pesos para subsidiar el consumo de gasolina? ¿Se acuerda del deslizamiento mensual en el costo de los combustibles, a título de preparar el desmantelamiento de la “ayuda” oficial?
En el país del norte, como en centenares de naciones, el precio de los combustibles se ajusta en función del vaivén de la materia prima, es decir de petróleo.
El viernes pasado el costo de la mezcla mexicana llegó a su nivel más bajo en siete años: 32.30 dólares por barril, luego de que los países integrados a la OPEP no se pusieron de acuerdo para disminuir la oferta.
La paradoja del caso es que parece invisible la presencia de Pemex en Estados Unidos, donde prácticamente todas las grandes petroleras no solo tienen refinerías, sino estaciones de servicio.
El abanico abarca desde Petróleos de Venezuela hasta la brasileña Petrobrás, pasando por Exxon Movil, British Petroleum…
Ahora que al eco de los tambores varias empresas gasolineras mexicanas quieren llevar la franquicia de Pemex no sólo a Estados Unidos sino a países latinoamericanos y aún europeos.
Quien está levantando la mano es el grupo G500, quien mantiene mil 21 estaciones de servicio en el país.
Total, allá si hay precios justos.
Balance general. Paradojas de la vida: Mientras la oposición acusa al presidente de la Comisión de Energía del Senado, David Penchyna y comitiva priísta, de haberse dejado doblar las manos por el cabildeo de los organismos empresariales de cara al dictamen para la Ley de Transición Energética, éstos mantienen su pataleo.
La Cámara Nacional del Hierro y el Acero sigue insistiendo en que la exigencia de sustituir los combustibles fósiles por energías limpias le restará competitividad al país al encarecer la energía eléctrica.
La queja habla de costos fuera de toda proporción, lo que limitará las inversiones.
Se diría, pues, que la presión empujó el corcho, pero no logró botarlo.
El dictamen se presentará esta semana a la consideración del pleno.
Cómer de regreso. Quien está solicitando su inscripción al piso de remates de la Bolsa Mexicana de Valores es el conjunto de tiendas que separó de su oferta la Comercial Mexicana, que operará ahora bajo la razón social Cómer.
El acuerdo con la cadena Soriana fue que la marca original no podrá utilizarse durante un lustro, cancelándose también la promoción Miércoles de Súper y Julio Regalado.
La Cómer, encabezada por Guillermo González Nova, asumió las 23 tiendas que la Comisión Federal de Competencia Económica consideró que si las operaba Soriana obstruiría la competencia.
La nueva cadena manejará las tiendas Sumesa, City Market y Fresko. La cotización de las acciones de la Cómer se iniciará el primer día hábil del año.
Pirita por oro. A contrapelo de las múltiples demandas en su contra por créditos obtenidos con apoyo de documentos apócrifos, Eurisaces Ibarra Mercado, quien se escuda bajo la razón social Grupo Comercializador Productivo, sigue navegando en la impunidad.
Bajo la finta de que operaría ricos yacimientos mineros en Sonora, Ibarra logró obtener préstamos millonarios en bancos como HSBC, BBVA, Scotiabank, además de financieras como la tristemente célebre Ficrea, Unifin y CSI Lessing.
El pago se mantiene en el aire, por más que se ofrece liquidar los recursos con la venta de las minas.
La presunción apunta a que el dinero se esfumó en gastos personales.
El acusado, según afirman los acreedores, tenía la protección del exgobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías, hoy a espaldas del callejón, y del exprocurador de la entidad, Carlos Navarro. El velo alcanza hasta el exsecretario de Economía, Gerardo Ruiz Mateos. A Ibarra Mercado se le vincula con David Medina Seoane, actualmente preso.
Mirar al futuro. En afán de ampliar el horizonte de las empresas de cara a la planeación, un grupo de firmas líderes en materia de prospectiva están constituyendo la Red Latinoamericana de Anticipación Estratégica y Prospectiva.
El reto es reducir la incertidumbre del futuro para generar escenarios de largo plazo con la mira no solo en compañías privadas sino gobiernos.
Las firmas e instituciones en alianza son Consultores Internacionales, Anticipación Estratégica, Centro Internacional de Estudios Estratégicos, Escuela Latinoamericana de Prospectiva y Red Escenarios y Estrategia.
albertobarrancochavarria0@gmail.com
