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Texto: Guillermo Caballero
Fotos actuales: Juan Carlos Reyes
Diseño web:
Miguel Ángel Garnica
El nombre de esta estación al sur de la capital se tomó de la avenida Taxqueña por encontrarse cercana a estas instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC)-Metro y proviene del gentilicio para denominar a la mujer oriunda de Taxco, Guerrero.
Tasqueña, escrito con “s”, es la ortografía original que se utilizó para nombrar a la Terminal Sur de la Línea 2 del Metro. De acuerdo con Rafael Alberto Flores, profesor de náhuatl, el término “Taxqueña” es un gentilicio de “Taxco” o “Tlachko”, lugar del juego de pelota; sin embargo, dicho gentilicio no existe tal cual en la lengua náhuatl, puesto que la “ñ” no es un sonido que exista en el idioma. Desde su perspectiva “es más fácil pronunciar Tasqueña que Taxqueña (tashkeña)” y ante la influencia del español, la “x” pasó a sonar como “s”.
Alberto Flores concluye que “se escribe de ambas formas porque los académicos de la lengua no se han puesto de acuerdo en cómo dejarla. Quizá haya una inclinación por la “s” en el Metro en un intento de castellanización del supuesto nahuatlismo”, afirmó.
Incluso antes de existir el STC-Metro como tal, también se podía leer la palabra Tasqueña, con “s”, en los letreros del transporte público que llegaba a los rumbos de Taxqueña y Tlalpan.
En la imagen de arriba se observa en el letrero del Tren Ligero la palabra Tasqueña, hacia donde se dirigía. La escena es de 1986, durante la inauguración de este medio de transporte de la Ciudad de México. La imagen de abajo es de 1979 y se trata del recorrido de un tranvía con destino a la Terminal Tasqueña, se alcanza a leer también Xochimilco, en el costado del transporte viajan dos “moscas”, apodo que se les daba a los aventurados que arriesgaban su vida viajando colgados con tal de no pagar el pasaje. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
¿Con “x” o con “s”? La respuesta la tienen los primeros españoles que escribieron con el alfabeto del siglo XVI y por la evolución del lenguaje castellano. Antaño, la “x” castellana se pronunciaba con el sonido “sh” por tal razón, los españoles redactaban todo acontecimiento en la Nueva España con “x”, por ejemplo para que el nombre de nuestro país sonara Meshico.
Imágenes tomadas de Google Maps, de enero de 2017, donde se aprecia el mismo nombre de Tasqueña con “S” y con “X”.
La evolución gráfica y fonética del castellano en los siglos posteriores a la Conquista hizo que se pronunciaran de forma distinta los nombres y palabras que estaban escritos con la pronunciación antigua, así aquellas palabras que llevaban la “x” con el sonido “sh” terminaron pronunciándose como si llevaran una “j”: México.
En esta otra imagen de Google Maps, están subrayados en color rojo Tasqueña con “s”, ubicación que nos muestra los señalamientos para estaciones de Metrobús. Y Taxqueña con “x” para mostrar el nombre de la avenida y de otros sitios cercanos que también llevan esta nomenclatura.
En referencia a la Línea 2 del Metro hay otro ejemplo claro: La estación Xola, la cual no podría pronunciarse Jola, o Sola, mucho menos Csola, se dice “shola” por defecto de pronunciación. Lo mismo sucede con la estación Taxqueña-Tasqueña.
En términos de comunicación vial, la terminal de la Línea 2, metro Tasqueña, tiene relevancia por conectar hacia el sur de la ciudad con la ruta hacia la carretera México-Cuernavaca. Asimismo, visitantes que llegan a la capital se trasladan, vía metro, hacia los diferentes sitios turísticos ubicados en el centro, norte, oriente y poniente capitalinos.
El símbolo: una luna menguante
La línea azul como la conocen los usuarios del Metro tiene una longitud de red de 23 mil 431 metros totales (en servicio 20 kilómetros 713 metros y el resto se usa para maniobras de trenes). Cinco de las 24 estaciones son de maniobras de correspondencia por entronque con otras líneas.
El ícono es representado por la silueta de la luna en un cuarto menguante. En la época prehispánica, el astro era adorado por el pueblo de Culhuacán, uno de los principales centros cívicos y religiosos más antiguos antes de la llegada de los Mexicas al territorio del Valle de México y que relativamente cercano a lo que hoy conocemos como estación del Metro Tasqueña, Eran adoradores del sol y la luna.
De acuerdo con el sitio web del Metro, este asentamiento estaba formado por grupos que salieron de Teotihuacán, luego de su caída.
El pueblo de Culhuacán adoraba al sol y a la luna.
Sin embargo, el nombre de la estación no tiene relación con la iconografía seleccionada para la terminal y fue tomado de la avenida Taxqueña por estar cercana a las instalaciones del transporte colectivo.
¿Por qué el nombre de Taxqueña o Tasqueña?
Cuenta la voz popular que en 1847, en lo que hoy son los terrenos que ocupa la Terminal Tasqueña, existía una gran Hacienda llamada Coapa, que se extendía hasta la periferia del hoy Cerro de la Estrella.
Se dice que aquella enorme zona agrícola pertenecía a una dama proveniente de Taxco, población del estado de Guerrero. La gente que caminaba entonces por aquel enorme paisaje continuamente se extraviaba y cuando no tenían idea de dónde se encontraban preguntaban a los trabajadores el nombre de aquel sitio, los lugareños respondían que esos terrenos pertenecían a la "Taxqueña", refiriéndose a la dueña del lugar, propietaria de la Hacienda Coapa.
A decir de algunas personas que habitan en esta zona sur de la capital, cuestionados en Facebook, señalan que el dibujo seleccionado para la estación fue una luna debido a la existencia de una panadería, no lejos de ahí, de nombre "La Luna", en la intersección de la Calzada de Tlalpan con la avenida Renato Leduc, punto estratégico del tren ligero que llega del metro Tasqueña y que a la vez comunica con Xochimilco. Los habitantes reconocían aquel lugar como un punto de reunión y ahí quedaban para encontrarse, "nos vemos en La Luna", se decían.
Vista de finales de los años setenta de la avenida Canal de Miramontes y el cruce con Avenida de Las Torres, a la altura de la colonia Campestre Churubusco y el paradero de la estación del Metro Tasqueña. Crédito: Colección Villasana-Torres
El cronista cantor, Chava Flores ya describía su sentir durante sus primeros viajes en el entonces novedoso y rápido Sistema de Transporte Colectivo Metro. En el disco LP, editado para su venta al público en 1975, el intérprete-sociólogo mencionaba que por un peso el Metro lo llevaba desde Tacuba hasta la estación Tasqueña.
Chava Flores menciona a la estación Tasqueña en una canción
Aunque en realidad el costo inicial por un viaje en el STC fue de 1.25 pesos. La tarifa se mantuvo casi por 17 años, al igual que el famoso boleto en color rosa. La inauguración del entonces eficaz transporte fue un 4 de septiembre de 1969.
Aquí un párrafo de la canción Voy en el Metro:
Adiós mi linda Tacuba, bella tierra tan risueña,
ya me voy de tu Legaria, tu Marina y tu Pensil.
Ya me voy, me lleva el metro por un peso hasta Tasqueña;
si en dos horas no regreso guárdame una tumba aquí.
Enlace en Youtube “Voy en el Metro” de Salvador “Chava” Flores.
Fue el 1 de agosto de 1970 que el presidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz, acompañado por el regente capitalino, Alfonso Corona del Rosal, cortaban el listón inaugural de la Línea 2 del Metro, en su tramo Tasqueña-Pino Suárez, con tan sólo 11 mil 321 metros acumulados hasta esa fecha. Para el 14 de septiembre de 1970 se inauguraba el tramo Pino Suárez-Tacuba, con 8 mil 101 metros acumulados en línea, dando un total de 19 mil 422 metros.
Inauguración de la línea 2 del Metro, el 13 de septiembre de 1970. En la imagen, el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz llegando a la estación Tasqueña. Archivo EL UNIVERSAL.
Con tan sólo 22 estaciones, siendo Tacuba la de salida y Tasqueña la terminal, fue el 22 de agosto de 1984 que se agregaron a la línea azul dos estaciones hacia el norte: Panteones y Cuatro Caminos, los últimos 4 mil 9 metros, para llegar al total de 23 mil 431 y complementar las 24 estaciones que actualmente tiene las segunda línea del transporte subterráneo de la Ciudad de México.
Desde la terminal Taxqueña hasta la estación Panteones, la Línea 2 recorre de sur a norte la Ciudad de México, siendo Panteones la única estación que se vuelve “frontera” entre la ciudad y el Estado de México.
A un costado de la estación se encuentra la Clínica Tasqueña, una de las clínicas para los trabajadores del Metro. En sus alrededores, hacia su lado sur, está la Terminal de Autobuses Central Camionera del Sur, que inició funciones en la década de los 70. Hoy, la zona más cercana al metro está ocupada por un enorme paradero invadido por el ambulantaje, la inseguridad y el caos vial que provoca la llegada y salida de taxis y la aglomeración de las personas que también utilizan la cercana estación del tren ligero.
Al interior del andén también encontramos, estratégicamente colocada, la obra “Elementos” conformada por una serie de murales creación del pintor y escultor Alberto Castro Leñero, los cuales se observan en las entradas norte y sur de la estación. El propósito de la obra, según su autor, fue formar un “cuadrángulo de energía” con cuatro elementos ideados por el autor: Fuego, Aliento, Horizontal y Azul.
Por dentro es galería de arte y está cerca de un mercado de música
Prácticamente todas las obras tienen el mismo tamaño, más de 11 metros de longitud por tres de altura. La técnica fue lograda a base de Teselas, un tipo de azulejos que fueron cortados en forma de triángulos y rectángulos que expresan formas curvas para definir los efectos deseados por el maestro Castro Leñero.
Aspecto general de la Obra "Elementos" del Escultor y Pintor Alberto Castro Leñero. Los murales se encuentran al interior de la Terminal Tasqueña y se pueden apreciar al salir y entrar de la estación. Foto: Sitio Web Metro
La idea de los murales del escultor Castro pretende que la percepción de los usuarios sea una herramienta generadora de múltiples criterios, quienes transitan por las escalinatas de acceso a los andenes deben interpretar su propio concepto, de acuerdo con el ángulo de visión, desde arriba, desde abajo o al andar frente a cada cuadro. El público podrá visualizar diferentes efectos que resaltan por la combinación de colores. Por ejemplo, en la obra fuego saltan a la vista del observador las tonalidades ocre; en Azul, el mismo tono pero en diferentes y sutiles variedades.
Pero el ámbito cultural no es exclusivo dentro de la estación, afuera, en la cercanía de la entrada del metro Tasqueña, ubicado en la calle Cerro del Músico, aún delegación Coyoacán, existe el Bazar Músico Cultural. Es un tianguis único en toda la Ciudad de México.
Desde 1997 se caracteriza por realizar trueques de instrumentos musicales, nuevos o viejos, partituras, guitarras, pianos y todo lo relacionado al mundo de la música se puede intercambiar o realizar compra-venta.
El bazar músico cultural fue organizado por los miembros del Sindicato Único de Trabajadores de la Música ante la necesidad de lograr un intercambio cultural y formar grupos de amistad entre los asistentes. Una de las ventajas del tianguis es que los organizadores otorgan garantía por el objeto comprado a los clientes frecuentes, personas que acuden regularmente y ya son conocidos del bazar.
Iconografía integrada por los logos que conforman las 24 estaciones que actualmente tiene la línea 2 del SCT. Foto: Portal Oficial del Metro de la Ciudad de México.
La vida citadina al interior del Metro en la Ciudad de México es interesante no sólo por la ventaja de la movilidad del transporte en sí, también lo es por la serie de anécdotas y leyendas urbanas que del mismo se cuentan. Respecto a la Línea azul, la voz popular dice que existen vías “secretas”, que hay una extensión o desviación de vías después de la estación Cuatro Caminos, que llega directamente hasta el campo militar número 1; que con fines táctico-militares sólo en caso de alguna contingencia, los soldados podrían ser trasladados rápidamente hasta el Zócalo capitalino.
De acuerdo con información del STC Metro de 2014, la estación terminal Tasqueña de la Ciudad de México tiene una afluencia promedio de 83 mil 403 personas en días laborales y de 62 mil 742 en fin de semana y de 44 mil 885 en días festivos.
En sus diferentes formas de escritura, Taxqueña o Tasqueña permanece en la vida diaria de los ciudadanos, en los letreros del transporte urbano, en los diferentes mapas que nos guían para llegar a cualquier ubicación dentro del territorio citadino, en la nomenclatura que señala calles y avenidas, en los textos de medios informativos, en los libros de historia, en fin, en el ideario del capitalino.
Fotos antiguas:
Archivo Fotográfico de EL UNIVERSAL y Colección Villasana-Torres.
Fuentes:
Portal Oficial del Metro de la Ciudad de México; archivo hemerográfico de EL UNIVERSAL; Disco de Salvador “Chava” Flores (1975); página de FB de México Desconocido.