Los acuerdos del Consejo Nacional de Seguridad Pública, máximo órgano del Estado para coordinar la política de seguridad en México, deberían traducirse en una disminución constante de los niveles de violencia y en una mayor atención a las víctimas. Sin embargo, esto ocurre muy lentamente debido a que su actual formato limita la implementación de las acciones acordadas; y porque el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), brazo ejecutor de sus resolutivos, necesita evidentemente fortalecerse para realmente monitorear y evaluar el logro de objetivos en los distintos órdenes de gobierno.

En este sentido, la inclusión de cinco ciudadanos invitados permanentes en dicho espacio, —derivado de la Primera Cumbre Ciudadana— fue sin duda un paso importante que dimos las OSC para modificar la dinámica del Consejo, al tiempo que impulsamos propuestas y monitoreamos el avance en los acuerdos para evitar la simulación de las autoridades. Aun con las aportaciones y logros alcanzados, nos llamó la atención que ayer sólo se mencionara a cuatro consejeros, desconocemos qué pasó con el quinto invitado, pero lo cierto es que para evitar suspicacias innecesarias, es urgente la institucionalización de la participación ciudadana en este espacio.

A la par, desafortunadamente, la pasividad de algunas autoridades para cumplir los acuerdos raya en la simulación. Por ejemplo en Causa en Común solicitamos al SESNSP los estudios que serían la base de la Estrategia Nacional de Desarrollo Policial (Acuerdo 03/XXXVII/14), así como los estudios para la instrumentación del Modelo de Mando Único Estatal (Acuerdo 04/XXXVII/14), y a la fecha no hemos tenido acceso a ningún avance, por lo cual sospechamos que no están hechos, y es una falta de seriedad. En contraste, los ciudadanos sí presentamos un Semáforo del Desarrollo Policial e incluso, una radiografía para dar luz en este tema.

Ayer, durante la XXXVIII Sesión del Consejo, se aprobó por fin un acuerdo para que se articule un plan estratégico de capacitación para que las policías conozcan sus competencias básicas en el nuevo sistema de justicia penal; así como el Protocolo Nacional del Primer Respondiente. Ambas acciones permitirán que nuestros policías actúen con eficacia en el nuevo sistema acusatorio, el cual entrará en funciones en todo el país en menos de un año; pero al momento tenemos un gran rezago.

Sin duda son temas de primordial relevancia en el que los ciudadanos hemos insistido desde hace ya mucho tiempo, por lo que continuaremos supervisando de manera externa la adecuada implementación de los compromisos que se adquieren en el pleno del Consejo y en las Conferencias que integran el Sistema Nacional de Seguridad Pública; para que de esta forma le cerremos la puerta a la impunidad.

La tarea de fortalecer las instituciones de seguridad es titánica, pero existen los recursos y exigimos la voluntad de nuestras autoridades para hacerlo. Es imperativo entonces que el SESNSP se fortalezca para cumplir y hacer cumplir los acuerdos, ser confiable a los ciudadanos, y no sólo constituirse en un espacio alternativo a la Cámara de Diputados donde los gobernadores acuerdan cómo se reparten el dinero público sin ninguna garantía de que darán puntual cumplimiento a los objetivos a los que se asignan.

Lo cierto es que mientras esto ocurre, las víctimas se siguen acumulando, las personas desaparecidas aumentan y los esfuerzos para mitigar delitos como el secuestro y extorsión siguen siendo eso, sólo esfuerzos aislados por la dilatación de las políticas de seguridad y por el permanente dolor que, tal vez involuntariamente, se provoca a miles de familias mexicanas.

Por otro lado, me parece que el Consejo está lejos de ser una plataforma para “aprovechar la ocasión” y fijar posturas por los escándalos de las casas y los resolutivos de la Secretaría de la Función Pública porque esa, sin duda, es harina de otro costal.

Presidenta de Causa en Común.

@MaElenaMorera 

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