En entregas anteriores hemos comentado los buenos resultados que está dando el país en materia turística, gracias a las acciones conjuntas emprendidas por el gobierno y los principales actores del sector. Sin duda, uno de los aspectos más relevantes tiene que ver con la conectividad aérea.

Entre 2012 y 2015 el número de rutas internacionales en la red aeroportuaria nacional se incrementó de 355 a 450, un crecimiento de 27% en tan sólo 3 años. De igual forma el número de vuelos internacionales por año tuvo un repunte de 133 mil 259 a 164 mil 434 o un crecimiento de 23% en el mismo periodo.

Una de las acciones más recientes para mejorar la conectividad del país fue la firma de un nuevo Convenio Bilateral de Servicios Aéreos México-EU, el cual permitirá hacer un uso más amplio de las llamadas “libertades aéreas” en beneficio de la población. Las “libertades aéreas” son esencialmente derechos de tránsito aéreo comercial entre países y operan en todo el mundo como marco de referencia para las legislaciones aéreas.

Anteriormente, salvo en algunas rutas específicas, sólo estaba permitido que dos líneas aéreas de cada país prestaran servicios entre cada par de ciudades de México y Estados Unidos, limitando así las opciones para el usuario y la competencia entre aerolíneas. Con el nuevo Convenio este obstáculo se elimina y ahora un número ilimitado de aerolíneas podrá participar sin restricciones de frecuencias o número de asientos. Esto no es únicamente para pasajeros, también beneficia a los servicios de carga.

Asimismo, el Convenio permite explotar la llamada Quinta Libertad, la cual consiste en que una aerolínea pueda, con un mismo avión y número de vuelo, subir pasajeros en su país, llevarlos a un segundo país, recoger más pasajeros ahí, y continuar a un tercer país, y de regreso. Así una línea mexicana podrá, por ejemplo, salir de Guadalajara, hacer una escala en Miami para dejar y recoger pasajeros y continuar a Madrid. Este nuevo marco regulatorio va a permitir que las líneas aéreas usen más eficientemente sus equipos, pues tendrán más opciones para asignarles rutas y reducir el tiempo que se mantienen estacionados, lo que a su vez vuelve más rentables sus operaciones, baja sus costos por kilómetro e incentiva la inversión en el sector.

Estos cambios tienen como objeto primordial traer mayores beneficios a los consumidores, que ahora tendrán más opciones para viajar, mejor conectividad, nuevos destinos, más frecuencias y, a través de incentivar la competencia entre las empresas aeronáuticas, mejores niveles de servicio y precios más competitivos.

Dado que Estados Unidos es nuestro principal mercado, los beneficios para México serán sustanciales en materia de flujos de pasajeros y carga, con la derrama económica que eso conlleva. Un estimado de la SCT señala un aumento de 16% en los pasajeros como producto de la nueva regulación. El año pasado México recibió por vía aérea a 8.6 millones de residentes en Estados Unidos, de tal forma que el Convenio representaría aproximadamente 1.4 millones de pasajeros adicionales que podría traducirse en alrededor de mil 250 millones de dólares de derrama adicional cada año.

Recientemente, por ejemplo, un directivo de una aerolínea estadounidense me comentó que gracias a este convenio están listos para abrir por lo menos tres nuevas rutas hacia México a partir de noviembre.

Con acciones como esta, México sigue dando pasos para que el turismo se siga consolidando como uno de los principales motores económicos del país y un generador de oportunidades y bienestar para la población, lo cual ha sido un compromiso del presidente Peña Nieto y de todos quienes integramos el gabinete turístico.

Secretario de Turismo

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