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Recientemente abordé el tema de la poca confianza que se le pueden tener a los resultados de PISA, con relación a las escalas de actitudes e intereses de los estudiantes sobre los temas de Ciencias. Ahora me propongo dar evidencia de por qué dudo de la veracidad de los resultados que obtuvieron los estudiantes mexicanos en estos aspectos.
Como todos sabemos, los resultados de aprendizaje de PISA 2015 señalan que México es el último entre los países de la OCDE en Ciencias (así como en Matemáticas y en Lectura). En estas circunstancias deberíamos esperar que las características socio-afectivas de los estudiantes mexicanos, tales como su interés y motivación hacia las ciencias, pudieran explicar estos magros resultados. La investigación educativa y psicológica ofrece suficiente sustento para esperar una relación positiva entre las actitudes de los estudiantes con su desempeño académico, tanto en Ciencias como en cualquier otra asignatura.
Los cuestionarios que se aplicaron con las pruebas de PISA 2015 recogieron información sobre rasgos personales de los estudiantes con relación a las ciencias, para lo cual se utilizaron, entre otras, las siguientes escalas: Disfrute de la ciencia, Interés en temas científicos generales, Motivación por aprender ciencias y Autoeficacia en ciencias. El Informe de México en PISA, elaborado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), comparó los resultados de México con un grupo compuesto de 20 países, de interés para la nación. Algunos de ellos pertenecen a la OCDE, otros a Iberoamérica y otros más a Norteamérica. Por consiguiente, procedo a resumir los resultados que obtuvieron México y algunos de estos países en las escalas socio-afectivas antes mencionadas.
La escala Disfrute de la ciencia, como su nombre lo dice, intenta medir el grado en que los estudiantes tienen gusto por estudiar temas científicos. En esta escala México obtuvo una de las puntuaciones más altas, después de República Dominicana (R.D.) y Argelia, entre otros países. Por el contrario, Singapur, Japón, Canadá, Portugal y EU obtuvieron los últimos lugares.
La escala Interés en temas científicos generales tiene el propósito de medir el grado en que los alumnos tienen motivación por conocer temas de índole científica. En este aspecto, México obtuvo las puntuaciones más altas, después de Argelia, R.D., Tailandia y Perú; mientras que Polonia, Japón, la Federación Rusa, EU y España obtuvieron las puntuaciones más bajas.
La escala Motivación por aprender ciencias busca conocer el grado en que los alumnos están motivados por adquirir conocimientos científicos, por considerar que les serán útiles en el futuro. Aquí, México estuvo entre los primeros lugares, después de R.D. Entre los últimos lugares se encuentran: Japón, Polonia, Italia, la Federación Rusa, España y Estados Unidos.
Finalmente, la escala Autoeficacia en ciencias es una medida del grado en que los alumnos se sienten capaces para aprender de ciencias. México estuvo entre los primeros lugares en esto, después de R.D., Canadá, Turquía y Perú. Entre los últimos lugares se encuentran Japón, Argelia y España.
Como se podrá apreciar, mientras que los estudiantes de México obtuvieron los últimos lugares en la prueba de conocimientos de Ciencias en PISA 2015, en el mismo estudio obtuvieron las mejores puntuaciones relacionadas con el gusto, interés, motivación y sentido de autoeficacia de las ciencias. Pero, ¿cómo se pueden explicar estos resultados? En diversos estudios, incluyendo los de PISA, se ha demostrado que los alumnos tienden a responder los cuestionarios de opinión con patrones de respuesta que sesgan los resultados. Así, por ejemplo, los países latinoamericanos tienden a responder positivamente y a sobrevalorarse en todo lo que se pregunta, independientemente de la realidad, mientras que los países asiáticos tienden a responder negativamente y a subevaluarse.
De no ser éste el caso y de creer que los resultados de PISA 2015 son veraces, deberíamos festejar que nuestros estudiantes sean campeones en actitudes, motivaciones y valores hacia el estudio de las ciencias. Tendríamos un potencial gigante por explotar educativamente. Sin embargo, no veo que nadie lo esté celebrando.
Consejero de la Junta de Gobierno del INEE