El lector debe recordar que tanto el artículo tercero constitucional como la Ley General del Servicio Profesional Docente disponen que la evaluación es el mecanismo obligado para ingresar, permanecer, promocionarse y ser reconocido en el servicio público de educación. Para ello, se establecen dos tipos de evaluación: los concursos de ingreso y la evaluación del desempeño docente (ED). El primero, que es optativo, se utiliza para seleccionar a quienes deseen ocupar un nuevo cargo docente o directivo; el segundo, que es obligatorio, se utiliza, entre otros propósitos, para definir la permanencia del docente en el servicio y otorgarle incentivos económicos.

Como todo proceso educativo, la evaluación debe de someterse a un proceso continuo y riguroso de revisión y actualización a fin de que sus resultados reflejen con mayor validez y confiabilidad la realidad profesional de los docentes. Por esta razón, recientemente, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) dio a conocer las razones por las que decidió replantear el modelo de ED, así como los cambios fundamentales que se introducen en este nuevo modelo. En un artículo anterior expliqué la racionalidad del cambio y en éste me propongo describir sus principales características.

La nueva propuesta de la ED se elaboró partiendo de tres principios: recuperar lo que ha funcionado del modelo anterior, revisar a fondo lo que no funcionó correctamente y replantear el nuevo modelo sin tener que modificar su marco normativo. Los cinco grandes ejes que articulan este replanteamiento de la evaluación son: 1) que gran parte tenga lugar en la escuela (relacionándola con su entorno), 2) mejorar su contextualización (vinculándola con la práctica docente), 3) mejorar su pertinencia (buscando que refleje mejor las competencias docentes), 4) enfatizar la función formativa (ofreciéndole al docente capacitación y formación antes, durante y después del proceso) y 5) hacer más accesible y amigable el proceso evaluativo.

El nuevo modelo de ED consta de tres grandes etapas: Informe de responsabilidades profesionales, Elaboración de un proyecto de enseñanza y Examen de conocimientos pedagógicos y curriculares o disciplinarios. Para conocer el cumplimiento de las responsabilidades profesionales de los docentes, se utiliza un instrumento tipo encuesta que mide el comportamiento del docente en varias áreas de responsabilidad, tales como: asistencia y puntualidad, cumplimiento de sus funciones docentes, participación en el Consejo Técnico Escolar y comunicación con los padres de familia. Tanto la autoridad escolar como el propio maestro responden a esta encuesta (desde la escuela), cuyo objetivo es identificar fortalezas y espacios de mejora profesional del docente.

La segunda etapa de la ED consiste en el diseño e implementación de un proyecto de enseñanza —que atienda las necesidades de un grupo de alumnos en su contexto escolar—, en la recolección de evidencias de aprendizajes de los estudiantes, así como en la reflexión sobre los alcances y limitaciones de esta planeación didáctica. El proyecto lo realiza el profesor en un lapso de tres meses y lo califican dos evaluadores independientes certificados por el INEE, de manera remota e independiente. Dichos evaluadores tendrán que ser de la misma entidad federativa, nivel educativo y modalidad escolar del docente que sea evaluado.

El tercer componente consiste en un examen de conocimientos pedagógicos y curriculares o disciplinares básicos. Se trata de un instrumento objetivo que se diseña para conocer las habilidades conceptuales y metodológicas que todo docente debe de poseer para impartir clases. El examen se administra por computadora en instituciones educativas (públicas y privadas) del nivel medio superior y superior. El docente podrá sustentar dicho examen en una sede cercana a su centro de trabajo, en el momento que mejor le acomode dentro de un periodo.

Adicionalmente, las autoridades educativas ofrecerán formación continua, antes, durante y después de la evaluación del desempeño, con el objetivo de elevar el nivel de conocimientos profesionales de los docentes, así como sus competencias para la planeación, instrumentación y reflexión de sus prácticas docentes, de acuerdo con su nivel y modalidad educativa. Durante el primer semestre de 2017 los docentes podrán tomar diversos cursos (en línea) de actualización en los temas que consideren pertinentes para prepararse para el proceso de evaluación del desempeño que iniciará a partir de agosto del mismo año.

Con este nuevo modelo de ED se atienden los aspectos y recomendaciones de mayor importancia señalados por los especialistas, así como muchas de las observaciones de los docentes evaluados. Estoy seguro que éste será el primero de varios ajustes que se realicen a la ED durante el transcurso del tiempo ya que, como todo proceso educativo, la evaluación debe estar en permanente proceso de revisión y mejora.

Consejero del INEE

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