La situación de inseguridad que viven los periodistas en México, efectivamente no es nueva. Al menos en los últimos 17 años, desde que inició el milenio, se han intensificado los riesgos para quienes ejercen la profesión de informar. Más de 100 reporteros han muerto en ese periodo y se han registrado varios ataques a instalaciones periodísticas.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el subsecretario de Gobernación para Derechos Humanos señala que no se vive el peor momento, que los primeros cuatro años del gobierno pasado hubo más periodistas que perdieron la vida en comparación con esta administración.
¿De presentarse alguna nueva agresión seguiremos conociendo datos sobre ataques a la prensa en gobiernos previos en lugar de las acciones de protección que se adoptan? En el diagnóstico que el funcionario hace sobre la situación de inseguridad que viven los periodistas hay al menos dos datos preocupantes, pero ya conocidos, que influyen en la ola de ataques: no hay confianza en el mecanismo oficial de protección a periodistas y la impunidad.
El Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas no fue informado, por ejemplo, de las amenazas que sufrieron Miroslava Breach y Javier Valdez antes de ser asesinados. Se requiere que el gremio conozca y confíe en esa instancia para que reciba seguridad, a pesar de que datos del Mecanismo refieren que 40% de las agresiones provienen de agentes del Estado, lo cual, reconocen, ocasiona la falta de confianza.
La impunidad que impera en los crímenes contra periodistas —así como en gran porcentaje de los delitos que se cometen en el país— es otro motivo para que sigan ocurriendo ataques contra la prensa. El ambiente hostil para el periodismo probablemente cambiará en el momento que las procuradurías de justicia entreguen a la sociedad resultados que permitan castigar a quienes han perpetrado cualquier delito. Si el delincuente no recibe castigo, la inseguridad difícilmente desaparecerá.
En el objetivo de brindar un mayor clima de seguridad (tanto a periodistas como a la sociedad en general) poco ayuda afirmar que en gobiernos previos el número de casos fue igual o mayor que el actual. Lo conveniente es conocer las acciones que en este momento se toman para proteger al gremio o a la ciudadanía.