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En un hecho que evidencia una vez más —en la víspera del inicio de la era Trump— que nuestros lazos con Estados Unidos y los derechos humanos de los migrantes sí son una prioridad para muchos en el vecino del norte, un grupo de 31 alcaldes de algunas de las principales ciudades de EU pidió al presidente Barack Obama, a través de una carta, que ofrezca protecciones adicionales a inmigrantes indocumentados antes de que inicie el gobierno de Donald Trump, el próximo 20 de enero.
En el escrito, firmado por las autoridades de Nueva York, Boston, Chicago, Los Ángeles, Denver, Filadelfia, Sacramento, San Francisco, Seattle, St. Louis, Austin, Baltimore, Syracuse, Princeton, Carson, Birmingham y Providence, entre otras ciudades, los dirigentes afirman que el gobierno de Obama podría aprobar más cláusulas para proteger la permanencia de jóvenes que fueron llevados a EU ilegalmente por sus familias cuando eran niños, de los cuales más de 740 mil se acogieron a un programa de alivio migratorio emprendido por Obama.
Los funcionarios también pidieron que la administración demócrata acepte solicitudes de renovación del permiso de trabajo que ofrece el programa y que son enviadas antes de la fecha de expiración para así asegurar que a estos jóvenes no se les niegue la renovación durante el gobierno de Trump.
Estos alcaldes, miembros de una coalición llamada Cities for Action, que cuenta con más de 100 alcaldes y dirigentes de condados, urgieron además a extender el plazo de finalización del estatus de protección temporal, más conocido como TPS, para ciudadanos de países como El Salvador u Honduras e incluir a los de Ecuador en la lista.
Independientemente de que se concrete o no, esta iniciativa, a la que debieran unirse muchas más autoridades y organizaciones de la sociedad civil estadounidense, prueba que efectivamente hay un compromiso de políticos y representantes locales de EU para con sus poblaciones migrantes.
Luego de las múltiples expresiones xenófobas del presidente electo Donald Trump, y de las señales claras que ha mandado hasta ahora en el tema migratorio, es urgente comenzar a blindar los escasos avances que en los dos periodos de gobierno de Obama pudieron alcanzarse. Alianzas así son la única vía.
“Debemos hacer frente a las prácticas de satanizar a alguien con base en su fe, religión, antecedentes u orientación sexual, y en cambio promover la tolerancia y la inclusión”, afirmó el alcalde de Chicago, Rahm Emanuel.
Del lado mexicano, líderes y representantes tendrían que establecer una estrecha relación de colaboración con este tipo de coaliciones en EU. Sólo así se ejercerá la presión necesaria para evitar atropellos a nuestros connacionales en EU.