Este fin de año los diputados federales recibirán un bono de 150 mil pesos, adicional a sus ingresos mensuales y al aguinaldo que les corresponde por ley. En años anteriores dicho bono era mayor, pero luego de que EL UNIVERSAL lo dio a conocer a principios de este mes, será menos de la mitad de lo que se les otorgó en 2015.

Es una tradición, argumentaron diputados. Pero durante años esa tradición se mantuvo en secreto y ahora se etiquetará bajo el concepto “Quehacer legislativo”, según la explicación oficial; además, por primera vez tendrá que comprobarse la forma en que los gastarán.

La Cámara de Diputados ejercerá la transparencia en este rubro, de manera obligada.

Aunque algunos diputados afirman que usarán el recurso para pagar aguinaldos de trabajadores que no están adscritos a la Cámara Baja, hay al menos 60 legisladores que han renunciado a recibirlo: las fracciones de Morena, de Movimiento Ciudadano y Manuel Clouthier, independiente.

En otras bancadas han determinado que cada integrante determine su destino, y deberá hacerlo público y comprobarlo. Por más explicaciones y medidas que tomen, es una bolsa de 66 millones de pesos que huele a despilfarro.

Sin embargo, esa no es la única muestra del derroche que prevalece en San Lázaro.

¿Qué tarea tiene que desempeñar un diputado en el área de botanas de una tienda departamental de Polanco? ¿O en un bar de la capital? Seguramente ninguna relacionada con algún asunto de la vida pública del país, pero hoy este diario presenta también información respecto a que los legisladores ingresaron oficialmente facturas, para que se les repusiera el pago, por consumo en esos lugares. En el primer sitio hay dos facturas, una por 668 pesos y otras por 468 pesos, y por gastos en una cantina cercana al Palacio Legislativo hay una factura por mil 731 pesos.

En una solicitud de las facturas que diputados de la Mesa Directiva y de la Junta de Coordinación Política cargaron al erario se encuentran desde compras de artículos menores en supermercados —como botellas de agua, cacahuates y chicles— hasta comidas de más de 10 mil pesos en restaurantes.

Si en algún lugar la austeridad es ignorada es en el Congreso. ¿Dónde quedaron la solidaridad y el apretón de cinturón de legisladores? En 2017 el gasto público estará limitado en el gobierno, incluidas áreas como educación y salud. La clase política vive en un mundo muy diferente al resto del país.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses