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Y, de repente, la gente dejó sus casas y su desgano o sus miedos y acudió a votar para expresar, con el sufragio, su coraje y su hartazgo ante la impudicia y la torpeza de gobernadores como Javier Duarte, Egidio Torre Cantú, Roberto Borge y César Duarte. Pero también mostró su irritación porque nomás no llegan las “bendiciones” que traerían las “reformas estructurales”, porque la violencia delincuencial no cesa y porque la corrupción, sin castigo, alcanza niveles inauditos.
En esta democracia defectuosa, en la que spots insulsos reemplazan el debate serio; en la que, en vez de argumentos, los candidatos se lanzan mugre y no existe la revocación del mandato, a los ciudadanos les quedan pocas herramientas cívicas para impugnar a los malos gobiernos. Por eso el domingo se desquitaron con votos.
En Veracruz, Chihuahua y Quintana Roo, los ganadores, Miguel Ángel Yunes, Javier Corral y Carlos Joaquín, anuncian que llegó la hora. “No habrá venganza, pero sí justicia”, anticipan.
Ante la debacle priísta, distintas voces llaman a remover a su líder, Manlio Fabio Beltrones. Pero si quieren castigar a los artífices de la derrota harían bien en dejar de buscarlos en el edificio de Insurgentes Norte y poner la mira allí donde, contrariando toda lógica política, reemplazaron a candidatos que tenían una gran aceptación social por los cercanos al círculo de Los Pinos, como ocurrió en Chihuahua y Tamaulipas con Enrique Serrano y Baltazar Hinojosa; el primero, apoyado por el gobernador saliente; el segundo, por Luis Videgaray.
En el caso de Acción Nacional hay que advertir que, después de la euforia, aparecen los riesgos de estos resultados; uno mayor: que en los próximos dos años, antes de la elección presidencial, se repita la frustración del año 2000, cuando Vicente Fox, defraudó, con su frivolidad e ineptitud, a quienes confiaron en él.
Por lo pronto, el jefe nacional panista, Ricardo Anaya —el gran triunfador de la jornada— anuncia la creación de una comisión responsable de darle seguimiento al desempeño de sus gobernadores y actuar a tiempo. Harán bien, porque el desastre en Sonora que dejó uno de los suyos, Guillermo Padrés, es inocultable; y esto, para no hablar de otros “distinguidos” panistas como Sergio Estrada Cajigal, Luis Armando Reynoso Femat que dejaron un tiradero.
Los nuevos gobernadores del PAN estarán en la mira. Si “nadan de a muertito”, si incumplen con sus principales compromisos —significativamente, el de actuar en contra de sus antecesores—, si se extravían en la frivolidad y los negocios, habrán tirado por la borda lo logrado el domingo.
¿Y el PRI, es decir, su jefe real el presidente Enrique Peña, habrá entendido el mensaje de las urnas? Uno muy claro es que el “voto duro” no le alcanza —ni con lo que suman sus aliados— para imponerse en una competencia cerrada. Otro: que tan importante como la maquinaria electoral es el candidato; no pueden decidirse las candidaturas por capricho, por cercanía, como en otro tiempo; será crucial seleccionar candidatos con trayectorias sólidas y aprecio ciudadano. También tendrá que reconocer que la inacción ante gobernadores convertidos en sátrapas ladrones tiene altos costos, que no pueden poner oídos sordos ante el repudio social y debe actuar en consecuencia. Y, finalmente, que aunque las elecciones locales suelen responder a las particularidades de cada estado, las malas cuentas, la frivolidad y los escándalos en la élite del poder también cuentan a la hora de sufragar. El pasado 5 de junio el voto de castigo y el voto en defensa propia se impusieron sobre el voto “i”: inercial, inducido, inventado, impuesto.
Sin duda, estos resultados tienen claros impactos para el partido en el poder hacia 2018: configuran un escenario muy adverso. A las pérdidas de la Ciudad de México, Puebla (ratificada panista), Nuevo León, Querétaro, Guadalajara y municipios conurbados, ahora se agregan Veracruz, Tamaulipas, Chihuahua, Quintana Roo, Durango y Aguascalientes, lo que le quita un ingrediente crucial: recursos e instrumentos para la operación a ras de suelo, que solía darle tan buenos resultados. Quizás llegó la hora de ampliar la baraja porque ninguno de los que hoy se mencionan parece tener con qué.
Presidente de Grupo Consultor Interdisciplinario.
@alfonsozarate