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En la cima del cerro de Sangremal, Querétaro , se encuentra uno de los edificios religiosos más emblemáticos de la capital: el Templo de la Santa Cruz , construido en 1654. Para ubicarlo solo tienes que caminar a la esquina de las calles Independencia y Manuel Acuña, frente a la Plaza de los Fundadores.
Dentro de este recinto se encuentra el protagonista de una de las leyendas más famosas de Querétaro , el extrañ o árbol con espinas en forma de cruz , emulando los clavos de la crucifixión de Cristo.
Cuenta la leyenda que Antonio Márgil de Jesús, uno de los primeros frailes franciscanos que trabajaron en la evangelización de los indígenas, arribó al convento en junio de 1697. Fatigado de viajar por el mundo, clavó su bastón en el huerto, lo que provocó que comenzará a crecer un árbol con espinas en forma de cruces, que por extraño parezca no da flores ni frutos.
Desde entonces, el famoso árbol de las cruces se ha convertido en una de las principales atracciones turísticas de la capital queretana, ya que muchos de sus visitantes lo consideran milagroso.
La especie
De acuerdo con investigadores de la UNAM, el árbol pertenece al género de las Mimosas, cuya particularidad son sus espinas en forma de cruz; algunas pueden alcanzar los 10 centímetros de largo.
Otra particularidad de estos árboles es que pueden vivir más de 300 años.