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Catt Gallinger es una modelo canadiense de 24 años que conoció el gran peligro de los tatuajes oculares, una tendencia en Instagram que ha sucumbido la red. Resulta ser que Gallinger con un afán de “sentirse más segura con su cuerpo” se realizó el procedimiento de tatuar la parte blanca de su ojo, el cual a los pocos días de habérselo realizado comenzó a derramar la tinta color morada.
Pese a que los doctores le habían dicho que el tatuaje se había hecho con un exceso de tinta, Catt comenzó a sentir mucho dolor, hinchazón y la pérdida parcial de la visión en su ojo derecho. En ese momento supo que algo no andaba bien.
Cuando fue a checarse nuevamente con su doctor, la sorpresa de Gallinger fue mayor, pues parte de la esclerótica del ojo (lo que rodea al iris y es color blanco) estaba inflamada y cubría gran parte de la cornea. Según el sitio de tendencias, PlayGround, la modelo tomó antibiótico y medicinas durante varias semanas y los médicos creen que no podrá recobrar la visión en ese ojo.
Este tipo de tatuajes son muy comunes entre los jóvenes y el ojo no es la única parte donde se hacen procedimientos de este tipo. Existen también tatuajes de encías, los cuales también representan un gran riesgo por ser una zona en contacto con bacterias.
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