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15 ilustraciones aguadas de Salvador Dalí , fruto de una inusual petición de un laboratorio farmacéutico para la que unió sus dotes comerciales con sus obsesiones como artista, serán subastadas en París el próximo mes de junio.
Una obra de arte de las dimensiones de una tarjeta navideña que, entre 1959 y 1975, recibieron los trabajadores de los extintos laboratorios Hoechst Ibérica cada Navidad.
Curiosamente, la sencilla demanda sirvió como reto profesional a Dalí, cuya evolución artística se refleja en las postales que pondrá a la venta la casa Artcurial.
"Aunque Dalí comercializó su obra a través de la edición y producción de esculturas y estampas, las demandas particulares fueron de menor importancia. Conocemos sus retratos mundanos, sus decorados de cine y algunas ilustraciones de libro, pero que durante 20 años creara felicitaciones es algo excepcional en su carrera", opina el comisario de la venta, Bruno Jaubert.
Desde un Don Quijote cuyas espadas se convierten en las ramas de un abeto navideño, hasta su Venus de los cajones a modo de Dafne y transformada en Laurel; incluso una fotografía suya se cuela en un decorado festivo a modo de "collage" entre unas cortinas rojas que introducen la escena.
La temática era claramente daliniana, pero estos "gouaches" -una técnica de pintura similar a la acuarela- fueron también para él una forma de exploración pictórica, donde mezcló con tintas y recortes de periódico.
"Es formidable porque en 20 años vemos la evolución de su trabajo. Hay 'gouaches' realizados de manera sobria y otros muy exuberantes, casi barrocos, mezclando pintura dorada, exponiéndose él mismo con una fotografía. Refleja una libertad de expresión que es la marca de los grandes maestros", señala el experto.
En opinión de Jaubert, fue probablemente este desafío de adaptar su imaginación a las exigencias de una empresa -lo que lograba incluyendo la Copa de Higía, o un corazón que renace entre las plantas- lo que lo convenció para aceptar esta larga y fructífera relación comercial.
La colección pertenecía a un coleccionista que la prestó al Museo Dalí de Figueras , donde se expusieron durante décadas, hasta que el propietario, "por cuestiones patrimoniales", decidió desprenderse de su tesoro.
Con un precio individual de entre 40 mil y 100 mil euros, según el tamaño y la lámina, la colección se subastará el próximo 4 de junio tras ser expuesta en las instalaciones de Artcurial de Múnich, Viena y de nuevo en París, días antes de la venta.
El precio fijado es solo una estimación pues, según explica Jaubert, "podría haber sorpresas al tratarse de un conjunto" y ser un "redescubrimiento en el mercado" que puede interesar a gran número de coleccionistas.
akc