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La insensibilidad de Zona Maco
Y mientras en la Ciudad de México todos los centros culturales y museos cerraron sus puertas y cancelaron sus actividades inmediatamente después del sismo del martes —incluido la otra feria de arte contemporáneo Gallery Weekend—, los organizadores de Zona Maco parece que no midieron la dimensión de la tragedia o de plano no les importó lo que pasaba en las calles de la capital porque en un primer momento informaron que el coctel de inauguración de su feria dedicada a la fotografía y a las antigüedades, planeado para las 8 de la noche de ese día, seguía en pie. Como gesto de solidaridad informaron que habilitarían un centro de acopio para llevar ayuda a los damnificados. Más tarde, 10 minutos antes de la hora planeada para el convivio, rectificaron y anunciaron que siempre no, que no habría fiesta, pero que las puertas de la feria estarían abiertas a partir de entonces. Ese gesto, por más rectificaciones y buenas intenciones que hayan querido difundir después, como el donar la entrada del boletaje recaudado el miércoles, ayer, hoy y este fin de semana, ha sido muy mal recibido por gente de la comunidad artística y usuarios de redes sociales.
“Al parecer no tiene ningún valor para @ZonaMaco ‘Después de revisar la estructura’ no cancelan su #InauguraciónVIP #Indigno, comentaba Alfonso Miranda, director del Museo Soumaya, en su cuenta de Twitter. Tras el anuncio de la cancelación, añadió: “...pero el mensaje de intención de abrir fue triste. Cancelaron de último momento”. “Terrible la falta de empatía y sensatez ante la desgracia. Muy mal por ellos”, comentaba otra historiadora del arte. Una artista que cuestionó la apertura de la feria fue la colombiana Cristina Ochoa: “Descaro, indiferencia e imprudencia”, comentó en su cuenta de Facebook. Ayer por la tarde, en lo que suena a otro intento de remediar las cosas, anunciaron que posponen su programa de actividades paralelas, pero la feria, como tal, sigue en pie. ¿De verdad hay gente en este país que está pensando en comprar fotografías o antigüedades en estos momentos?
Oídos sordos de la CND
La Compañía Nacional de Danza no conoce, o peor aún, lo aplica sólo cuando le conviene, el dicho popular de “Ayúdame que yo te ayudaré”. Diga usted si no, resulta que ni pío dijeron cuando les llegó la invitación de sumarse con su arte a dar funciones a los mexicanos que viven en albergues porque sus hogares fueron lastimados por los sismos. Ni siquiera por tantita vergüenza le respondieron al fotógrafo Carlos Quezada cuando en su Facebook les dijo: “Venga Compañía Nacional de Danza, son mas de 60 bailarines, esta es una gran oportunidad de demostrar su amor”. Ayer, Quezada le propuso a la CND llevar un poco de alegría a los albergues para sacarles una sonrisa a los damnificados confiando en que la danza cura. “No necesitan autorización de la Sra. Maraki. Yo voy con Uds. Hay que contagiar a todos los artistas”, les escribió, pero ninguno de los 60 bailarines respondió. ¿Miedo a lastimarse?, ¿desinterés por el prójimo?, ¿insensibilidad? Sería bueno recordarles que cuando estuvieron en problemas, pidieron apoyo de la sociedad y lo obtuvieron. ¿Y ahora?