En momentos en que la guerra contra las drogas y la migración provoca un choque entre Estados Unidos y México —por el envío de soldados de la Guardia Nacional estadunidense a la frontera y el rechazo mexicano a esa medida— el debate sobre la ruta y los resultados de la guerra contra el narcotráfico en ambos países no sólo causa tensión entre Donald Trump y Enrique Peña Nieto, sino que también confronta a los candidatos presidenciales, con visiones diametralmente opuestas sobre cómo enfocar la política antidrogas y la fuerte violencia que genera en el territorio nacional.

Los polos opuestos en estas visiones los representan Andrés Manuel López Obrador, de Morena, con su propuesta de “amnistía” a miembros del narcotráfico, como una ruta “alterna y distinta”, dice, para lograr la paz en el país “porque no se puede combatir el fuego con fuego”; y en el otro extremo se ubica José Antonio Meade, del PRI, quien se pronuncia por “seguir la guerra contra el narco”, bajo el esquema de fuerza militar iniciado por Felipe Calderón y continuado por Peña, aunque el abanderado priísta añade un componente de “inteligencia financiera” para “seguir el dinero y las empresas” del narcotráfico y el lavado de dinero, para lo que propone una nueva Ley de extinción de dominio que acelere y facilite confiscar y expropiar bienes y patrimonios, producto del tráfico de drogas.

Ayer López Obrador reiteró su idea de un cambio radical en la estrategia antidrogas si llega al gobierno: “No vamos a seguir con la misma estrategia de utilizar la fuerza, de querer resolver el problema de la seguridad con amenazas de mano dura, con leyes más severas o con cárceles… Nosotros no vamos a utilizar la fuerza, la represión. Vamos a atender las causas que originaron la inseguridad y la violencia”, dijo desde Jalisco.

Los planteamientos del puntero en las encuestas presidenciales dejan hasta ahora más dudas que certezas: si no habrá “mano dura” contra el narco ¿qué habrá en lugar del uso de la fuerza? Porque la “amnistía” que plantea resolvería parte de la violencia al ofrecer a delincuentes o sicarios arrepentidos entregarse y deponer las armas y su actividad ilícita a cambio de “perdón” o juicios justos. Pero, y a los narcos que no se allanen a una amnistía, ¿no les aplicaría “la fuerza”?

¿Y a cambio de qué López Obrador daría amnistía? ¿Qué pedirá su gobierno a los narcos a cambio del “perdón legal”? Tampoco es claro cuando habla de “atender las causas que originaron la inseguridad y la violencia” Porque ahí cabe desde la pobreza y falta de oportunidades a jóvenes, el crecimiento del consumo y del millonario mercado de drogas tanto en EU como en México, hasta la corrupción policiaca por bajos sueldos o la complicidad de narcopolíticos que protegen al crimen a cambio de sobornos o financiamientos ¿cuáles de esas causas combatiría y cómo?

Del otro lado, la propuesta de Meade también deja dudas de si continuar la estrategia fallida de los últimos sexenios, con todo y el follow the money que plantea el ex secretario de Hacienda, no aumentará la ya intolerable violencia que en este gobierno ya cobró la vida de 102 mil personas en asesinatos violentos y en los últimos 12 años alcanza casi un cuarto de millón de mexicanos muertos en esta sangrienta guerra que tiene a la República en la zozobra y la intranquilidad.

Por lo pronto, ya uno de los capos más buscados, Rafael Caro Quintero, a quien la DEA ubica como “nuevo jefe” del Cártel de Sinaloa —aunque él lo niega— le guiñó el ojo a la propuesta lopezobradorista. “¿Piensa usted que los jefes de los cárteles de la droga aceptarían esto, que frenaría la violencia en México?, le preguntó la periodista Anabel Hernández a Caro Quintero en una entrevista que le hizo en enero pasado: “Por qué no lo intenta México? Colombia lo hizo, otros países a lo mejor lo han hecho, no estoy enterado, Colombia sí, porque yo estaba preso y miraba la televisión, que mucha gente se entregó. ¿Por qué no lo intenta México?”, dijo el capo que salió de prisión tras 28 años, luego de que un Tribunal Colegiado dijera que fue juzgado irregularmente por el crimen del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar.

Así que, con la amenaza de la Guardia Nacional en la frontera norte ¿hacia dónde va a ir la política antidrogas de México con el próximo gobierno?

NOTAS INDISCRETAS…A propósito de Trump y Peña, el próximo viernes se encontrarán en Lima, en la VIII Cumbre de las Américas, en medio del fuerte diferendo sobre el envío de soldados a la frontera estadunidense. No se sabe si habrá reunión privada entre los dos presidentes y es todo tan tenso que ni siquiera se sabe si se darán la mano o qué tan fuerte será el apretón… Margarita Zavala dijo ayer en un chat en Facebook que si gana la Presidencia enviará una iniciativa que elimine la pensión a ex presidentes; esa misma que ayer el candidato del PRI, José Antonio Meade, decía que él mantendrá. En Meade se entiende la institucionalidad, pero Zavala el planteamiento afectaría su economía familiar ¿o con qué se compraría sus chuchulucos el ex presidente Calderón?...Paran los dados. Serpiente. Mal empieza la semana.

sgarciasoto@hotmail.com

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