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Si algo ha caracterizado la actuación de Luis Videgaray, sobre todo en sus tratos y negociaciones con el gobierno de Estados Unidos, es la opacidad y la discrecionalidad. Desde que llegó, en calidad de “aprendiz”, a ocupar el despacho de la Secretaría de Relaciones Exteriores, la agenda y los temas de sus constantes visitas a Washington y sus encuentros privados con funcionarios de la administración de Donald Trump, son un completo misterio para los mexicanos. No hay claridad ni transparencia sobre los acuerdos y negociaciones que el jefe de la diplomacia está haciendo a nombre del país y del gobierno y, como suele suceder históricamente, los mexicanos tenemos que enterarnos del contenido de esas negociaciones oscuras a través de revelaciones de la prensa extranjera.
Justo ayer, en vísperas de que Videgaray partiera a una más de sus frecuentes visitas a Washington, donde la única agenda pública dice que sostendrá diversas reuniones con Jared Kushner y John Kelly “con quienes dialogará sobre temas clave de migración, seguridad y comercio”, la agencia Reuters dio a conocer que la Cancillería mexicana negocia con el gobierno de Estados Unidos autorizar el despliegue y la presencia de agentes armados estadounidenses, conocidos como los Air Marshalls o “comisarios del aire”, en vuelos transfronterizos que viajen tanto de territorio mexicano al estadunidense o viceversa.
La propuesta hecha por Washington y que “estudian” los dos países, es ubicada por la agencia informativa como parte de las negociaciones que el gobierno de México ha aceptado con la administración Trump “con la esperanza de convencer al mandatario de adoptar una posición más suave con respecto al Tratado de Libre Comercio de América del Norte”, según un documento al que tuvo acceso Reuters y que fue confirmado por “un funcionario mexicano”.
Es decir que México y su canciller estarían cediendo en temas de política exterior y hasta soberanía, tan delicados como la presencia de policías armados de Estados Unidos en vuelos que lleguen a territorio mexicano, a cambio de que Trump “suavice” su posición sobre el TLC. Y justo cuando el presidente de Estados Unidos sorprendió la semana pasada con un cambio radical de postura, al declarar que “la negociación del TLCAN va por muy buen camino” —lo que diluyó las amenazas de ruptura en la recién concluida Sexta Ronda de Negociaciones en Montreal— la pregunta es ¿qué más le está dando Videgaray a Trump y a sus colaboradores a cambio de que mantenga el TLCAN?
Ayer el mismo Videgaray reconoció en el Senado que sí se está “analizando la viabilidad jurídica” de la petición de Washington para la entrada de los Air Marshalls armados al espacio aéreo y al territorio nacional a bordo de aviones procedentes y que viajen de aquí a Estados Unidos. Y en lo que pareció una pregunta sembrada, la senadora priísta Cristina Díaz le puso el tema en bandeja al canciller, en la plenaria de ese partido, para negar que los “comisarios del aire” estadounidenses sean moneda de cambio para mantener el TLC. “Estamos analizando desde su viabilidad jurídica hasta su posible o no conveniencia operativa y de seguridad… Lo que sí te puedo asegurar es que no vamos a negociar el TLC a cambio de los Air Marshalls”, dijo el secretario en un tema que evidentemente desconocían en el Senado, donde se supone que deben validar temas de política exterior tan delicados como ese.
¿Cuántos temas más está negociando Videgaray en sus encuentros privados en la Casa Blanca con el yerno de Trump y con el secretario de Estado Kelly sin que sepamos en México? En la manga ancha que el secretario de Relaciones Exteriores tiene en estos tratos oscuros con Estados Unidos, donde ni su jefe el Presidente parece estar al tanto y mucho menos el Poder Legislativo a través del Senado, puede haber muchos temas más delicados y hasta con visos de inconstitucionalidad, que se estén pactando a espaldas de los mexicanos. Y si bien nos va, nos enteraremos por las revelaciones periodísticas desde el extranjero.
NOTAS INDISCRETAS… Dos priístas de primer nivel están en la mira de Morena en los estados. En Sonora, luego de que le negaran el registro como candidato de mayoría al Senado, a pesar de haber cumplido con todos los requisitos estatutarios, el ex diputado Antonio Astiazarán está por definir en las próximas horas qué decisión tomará, luego de que ha recibido “contactos y propuestas de otras fuerzas políticas que se han acercado”. Mientras que en Sinaloa, Gerardo Vargas, quien denunció “amenazas” desde el gobierno estatal para que no se registrara, ya recibió la invitación de López Obrador a sumarse a su partido, aunque eso sí, le dijo que ya no hay candidatura al Senado, porque ya está definida. Aún así, Vargas analiza esa y otras propuestas que podrían llevarlo a dejar el PRI… Los dados mandan Serpiente doble. Falla el tiro.
sgarciasoto@hotmail.com