Más Información
Anuncian instalación de 25 albergues en la frontera con EU por amenaza de deportación masiva; Rosa Icela dialoga con gobernadores
Tras denuncias en Infonavit, revelan fraude en Yucatán; resurge caso del Cártel Inmobiliario de los Mañé
La controvertida decisión de los magistrados del Tribunal Electoral federal de validar la candidatura de Jaime Rodríguez El Bronco y ordenarle al INE su registro inmediato, colocó al máximo órgano, que calificará las próximas elecciones presidenciales, en una posición muy cuestionada, no sólo por los actores políticos, sino ante opinión pública. El argumento garantista del “debido proceso” por negación del derecho de audiencia —rebatido por el INE con datos y fechas exactas en que el aspirante fue recibido para confrontar sus firmas inconsistentes— no alcanza a explicar lo que, a ojos de la sociedad, fue la legitimación de un caso de “trampa” en los apoyos del gobernador de Nuevo León, y huele más a un fallo político que no abona a la certeza de tan complicada elección.
Podría entenderse la molestia política por el impacto que un nuevo aspirante en la boleta puede tener en la disputa por el voto. Y ahí sería discutible si El Bronco le quita apoyos o votos a tal o cual de los aspirantes partidistas e independientes; pero lo más peligroso y que no debe minimizarse, es el efecto negativo que un fallo como el emitido la madrugada de ayer por el Trife puede tener en la imagen y en la credibilidad de la instancia máxima que calificará la elección, que procesará las quejas de irregularidades que se presenten y, sobre todo, que declarará electo al próximo presidente.
Aunque los consejeros electorales acataron ayer mismo la orden del Tribunal, otorgando el registro inmediato al segundo candidato presidencial independiente, eso no evitó el ambiente de indignación y molestia que ayer había al interior del INE, donde calaron fuerte los argumentos y las críticas que varios de los 4 magistrados que votaron a favor del Bronco (Felipe Fuentes, José Luis Vargas, Indalfer Infantey Mónica Aral Soto) hicieron en contra del trabajo de los funcionarios electorales. “Indigna e incomoda que se descalifique el trabajo esforzado y meticuloso de tanta gente en el proceso de revisión de las firmas y que al mismo tiempo se ignoren y se legitimen las trampas”, comentó off the record un consejero electoral.
Contra la “negativa del derecho de audiencia” esgrimida por Rodríguez y aceptado por el Tribunal para validar su candidatura, un documento del INE fechado el 4 de abril detalla varias audiencias desahogadas por el aspirante y su equipo donde “se les dio la posibilidad de revisar todos los apoyos clasificados como inconsistencia o no encontrados”. Según la Dirección de Prerrogativas y Partidos Políticos fueron 12 audiencias solicitadas por El Bronco y desahogadas con personal electoral para revisar todos sus apoyos clasificados como irregulares, pero sólo en 3 audiencias, su representante legal pidió revisar uno a uno un menor conjunto de apoyos que ellos eligieron: la primera audiencia fue el 15 de diciembre y revisaron 14 mil 143 registros no encontrados y 165 mil 865 con inconsistencias; la segunda el 11 de enero de 2018, y solicitaron no incluir registros de “fotocopia de credencial de elector”; y la tercera audiencia el 23 de enero pasado, cuando el equipo del Bronco se declaró “satisfecho” por la respuesta del INE: “(…) Nos encontramos muy satisfechos con el hecho de que por primera vez se filtraron los apoyos ciudadanos por revisar, los que se encontraban en categoría de fotocopia de credencial de elector, por lo que únicamente se verificaron los apoyos ciudadanos que se encontraban en otras categorías…”, declaró el representante de Jaime Rodríguez.
¿Qué tomaron entonces como “negativa de derecho de audiencia” los 4 magistrados que legitimaron las trampas del Bronco? Porque la presidenta del Trife, Janine Otálora, al votar en contra junto con los magistrados Felipe de la Mata y Reyes Mondragón, dijo: “Las autoridades judiciales no podemos permitir que quienes aspiren a cualquier candidatura para ocupar un cargo de representación popular, de inicio realicen acciones que cuestionen su ética… En una elección o en un proceso de captación de apoyo ciudadano no todo se vale, el fin no puede y no debe justificar a los medios”.
Hoy, salvo que la Fepade decida otra cosa por los procesos por presuntos delitos electorales que aún tiene abiertos El Bronco, lo que dejó este polémico fallo del Trife son cinco candidatos en la boleta presidencial y una pregunta que muchos ciudadanos no dudan en su respuesta: “¿Quién manda realmente en el Tribunal electoral?
sgarciasoto@hotmail.com