El pleito entre poderes federales y el gobierno de Chihuahua escaló este fin de semana de una confrontación política y entre jueces, a un tema que podría llevar incluso al gobernador Javier Corral y a su Fiscalía a ser acusados de “desacato” ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por resistirse y negar el traslado de Alejandro Gutiérrez, Antonio Tarín y Gerardo Villegas a la CDMX, utilizando fallos de jueces locales que se contraponen con las órdenes de un Tribunal Colegiado y de jueces federales que ya habían definido la competencia federal en esos casos de desvío de recursos federales.

Y es que el viernes pasado, cuando la Policía Federal estaba lista para cumplir la orden del Juez federal de Control del Reclusorio Norte, Gerardo Moreno, y trasladar a los tres reos a la capital, tras una audiencia por videoconferencia, la Fiscalía de Chihuahua se resistió entregarlos y, en medio de fuerte presencia de agentes estatales que rodearon los Juzgados Federales en la capital chihuahuense, los federales fueron obligados a regresar a los procesados al Cereso Aquiles Serdán, porque un juez de Control estatal, contravino el fallo federal y ordenó que Gutiérrez, Tarín y Villegas permanecieran en la prisión local, con el argumento de que “ya sus procesos estaban muy avanzados”. Según el fiscal chihuahuense, César Augusto Peniche, eso abrió otra “contradicción de resoluciones” que debe ser resuelta, aún cuando ya un Tribunal Colegiado definió que los tres casos son competencia federal.

La tensión por el jaloneo político y judicial este fin de semana, en que según el gobernador ya había incluso “un avión de la Secretaría de Gobernación” que aterrizó el viernes en su estado para trasladar a los acusados, ha llevado a la familia de Alejandro Gutiérrez a acusar a Javier Corral de “secuestro político” contra su familiar, que es tratado como “rehén político”, además de que insisten que hay “tortura sicológica” contra el ex secretario adjunto del PRI.

Diana Gómez de Gutiérrez, esposa de Alejandro Gutiérrez, circuló ayer un mensaje en chats denunciando que a su esposo “lo fueron a despertar y le dijeron que había una fuga de gas, que tenían que llevarlo a la enfermería, estaba muy asustado y un tal Gonzalo Robles lo bajó y él pidió ver a su abogado. Se me hace que lo quieren mover a otro lugar para que no lo puedan trasladar. Al parecer ya empezó otra vez la tortura sicológica”, afirmó en su mensaje la esposa de Gutiérrez.

Una hija del ex secretario adjunto del PRI, comentó también en un mensaje de whatsapp: “El asunto ya lo llevaron hasta el desacato al Poder Judicial Federal. Es ya un auténtico secuestro de Javier Corral contra mi padre, que sabe que su caso se caerá por tantas inconsistencias, cuando lo revise una autoridad judicial y no sus jueces a modo”, aseguró la hija de Gutiérrez.

Mientras Corral insiste en que hay intención política detrás de los fallos de los jueces y magistrados del Poder Judicial federal y acusa al juez Gerardo Moreno de tener un “plan preconcebido”, los abogados de Gutiérrez y la familia insisten en el “secuestro”, hasta el “desacato total” utilizando a su policía estatal para amedrentar a los federales que debían hacer el traslado el viernes. “¿Y la Suprema Corte y el gobierno federal?”,se pregunta uno de los abogados del priísta.

A Alejandro Gutiérrez, sostiene, le niegan arbitrariamente dos beneficios fundamentales del nuevo sistema de justicia penal: presunción de inocencia y defenderse en libertad, pues el delito del que lo acusan “peculado agravado”, que no pudo cometer porque no era servidor público en funciones —afirma el abogado— no tiene prisión oficiosa. “El Poder Judicial de la Federación determinó que el asunto debía conocerlo un juez federal, por tratarse de un supuesto desvío de recursos federales, y el gobernador Corral ordenó incumplir la sentencia definitiva e inatacable, manteniendo secuestrado a Alejandro en un penal del estado”, sostuvo el defensor, quien dijo que ya preparan una queja por “desacato” ante la Suprema Corte en contra del mandatario estatal.

NOTAS INDISCRETAS…En Guerrero, en medio de la crisis de violencia y seguridad que vive el estado, el gobierno de Héctor Astudillo libra una batalla en la que las fuerzas estatales despliegan un esfuerzo que ya no alcanza. Varias voces, dentro de la estructura estatal, reconocen que falta “mayor apoyo federal” y urgen a replantear y aumentar el tamaño del “Operativo Conjunto” con un aumento “notable y urgente” en la fuerza federal en el estado ¿Hasta cuándo en Los Pinos dejarán que los guerrerenses sigan muriendo en la indefensión y la barbarie?.. Ante las críticas sobre debilitamiento de la estructura del SNTE, su dirigente Juan Díaz de la Torre relanzó este fin de semana las campañas del Panal, con la presencia de miles de simpatizantes en Guadalajara, apoyando a la candidata turquesa al gobierno de Jalisco, Martha Rosa, y el sábado en Culiacán con los candidatos federales. El dirigente del magisterio dejará sentir su presencia para que nadie cuestione el trabajo de su partido…Los dados abren con Serpiente. Semana difícil.

sgarciasoto@hotmail.com

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