¿Por qué les preocupa más un Duarte que el otro? Este fin de semana, José Antonio Meade, precandidato a la Presidencia, dijo que la traición de Duarte duele profundamente a los priístas porque lastimó su prestigio. También aseguró que ese individuo no define ni describe a los militantes del tricolor.

Es evidente que se refirió a Javier Duarte, porque el discurso fue pronunciado en Veracruz, pero algo muy parecido habría podido decir a propósito de César Duarte, si la gira proselitista hubiera ocurrido en Chihuahua.

Ambos ex gobernadores —Javier y César— comparten algo más que el apellido: los dos crecieron considerablemente su patrimonio durante sus respectivas administraciones; usaron a familiares, empleados y amigos como prestanombres; extrajeron recursos de la hacienda pública a través de empresas fantasma; parte del dinero robado lo reinvirtieron en campañas políticas; se convirtieron en accionistas de empresas millonarias que, antes de gobernar, no existían; manipularon compras gubernamentales y obra pública para beneficiarse, personal y políticamente.

Tienen también como coincidencia que fueron gobernadores consentidos del peñanietismo. Cada uno fue señalado, en su momento, como un destacado representante del nuevo PRI. Ciertamente los dos han tenido padrinos políticos poderosos que los usaron y también los ampararon.

No obstante, por razones que no están todavía del todo claras, uno de esos dos Duartes goza de mejor suerte. Mientras al primero ya lo persigue la justicia federal, el segundo reside con comodidad en los Estados Unidos.

Hay otra nota discordante a propósito de los Duartes: el trato que los actuales gobernadores de Veracruz y Chihuahua han merecido por parte de del gobierno Federal. Miguel Ángel Yunes ha procedido en contra de Javier Duarte sin que por ello le cobren carísima su osadía; en cambio a Javier Corral suelen caerle a palos cada vez que denuncia.

Este fin de semana, mientras José Antonio Meade hacía gira por Veracruz, la autoridad exhibió el crecimiento del narcomenudeo en Chihauhua. Tan importante fue la nota que dos diarios de circulación nacional colocaron la información en primera plana.

Más vale que el gobernador chihuahense se vaya preparando porque pronto aparecerá señalado como amigo íntimo de Vladimir Putin, como cabeza de una conspiración interplanetaria o como primo de El Chapo Guzmán.

La verdad es que, mientras mayor blindaje político recibe César Duarte, más importante se vuelve perseguir los presuntos delitos cometidos por ese individuo. Hay algo en su relación con la cúpula del poder que Javier Duarte no tuvo, y ese algo huele a pista fundamental.

ZOOM:

La diferencia principal entre el Duarte de Veracruz y el Duarte de Chihuahua es que, sin justificación jurídica clara, al segundo le está tomando demasiado tiempo pisar la cárcel. Si uno de esos dos sujetos no representa al PRI y el otro sí, es de interés público preguntarse por qué.

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