Unción fast track para Meade

El fin de semana del ahora destapado José Antonio Meade fue intenso, lleno de reuniones y planes para una unción vía fast track, con la cargada del PRI de todos los sectores en una sola entrega. Fueron 48 horas, entre sábado y domingo, donde se reunió con su equipo compacto, el dirigente priísta Enrique Ochoa Reza e integrantes del gabinete presidencial, entre ellos el ahora secretario de Hacienda, José Antonio González Anaya, quien dejó la dirección general de Pemex, y el titular de la Secretaría de Educación Pública, Aurelio Nuño. Nos comentan que las sesiones de trabajo se realizaron en una oficina alterna de la SCHP, ubicada en el sur de la CDMX. De ahí, nos explican, Meade salió el domingo en la noche con su carta de renuncia para el presidente Enrique Peña Nieto. En paralelo, las fuerzas vivas del partido desempolvaron el motor, una maquinaria de los años 70, para hacerla correr como bólido en la carretera por el 2018.

¿Más cambios en el gabinete?

En algunas dependencias de gobierno las versiones de salida de sus titulares se mantienen firmes. Aseguran que es posible que otros funcionarios federales de primer nivel, incluyendo algún secretario de Estado, salga del gabinete, quizá para integrarse al equipo de campaña de José Antonio Meade. Nos dicen que la razón para no haber realizado los cambios en un solo día tiene que ver con la intención de que todos los reflectores fueran para don José Antonio, y que sólo por razones de certidumbre en los mercados, se anunciaran ayer los relevos en Hacienda y Pemex, junto con la renuncia de Meade. Sin embargo, una vez anunciada la candidatura y con el apoyo manifiesto de los sectores del PRI, ha llegado el momento de armar el equipo de campaña y quizá aparezca en él algún secretario de Estado.

¿Y dónde está el Frente Ciudadano?

Hace apenas una semana el Frente Ciudadano por México presentó con bombo y platillo su plataforma electoral de su coalición ante el INE, lo que se vio como un sólido paso para la consolidación del proyecto, al que el PAN ha apostado todo su capital político. Pero en una semana el panorama para el Frente se ha ensombrecido. El martes pasado, Miguel Ángel Mancera insistió en que la elección del candidato debe realizarse mediante un proceso transparente y no por determinación de las cúpulas. Advirtió que ante una imposición, él no jugaría en el proceso y que no se descartaba para ir solo como candidato del PRD. El miércoles, Luis Castro, dirigente nacional de Nueva Alianza, anunció que su partido no va con el frente, ante la falta de respuesta de Ricardo Anaya, Alejandra Barrales y Dante Delgado a la solicitud de construir una agenda compartida. Este fin de semana, Enrique Alfaro, alcalde de Guadalajara y seguro candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Jalisco, afirmó que una alianza con PAN y PRD, no sólo no le sumaría a su proyecto, sino que le quitaría “punch”. Y para rematar la mala racha, el PRI elegirá a José Antonio Meade como su candidato, con la esperanza de que sumará votos de ciudadanos que tradicionalmente votan por el PAN. ¿Será que Anaya jaló demasiado la cuerda y su obsesión por la Presidencia puede terminar por ahorcarlo?

El aliado de Margarita Zavala

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