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El lujo de López Obrador
Con la tranquilidad que le dan todas las encuestas publicadas, Andrés Manuel López Obrador se da el lujo de ya no pedir el voto para él, sino para los candidatos de su coalición a la Cámara de Diputados y al Senado, pues quiere tener mayoría en el Congreso. Mientras sus adversarios José Antonio Meade y Ricardo Anaya se descalifican entre ellos y critican al propio AMLO, don Andrés ni los menciona en uno de los spots que utilizará para arrancar su campaña, en tanto que en otro asegura reitera que venderá el avión presidencial y ahora dice que ese avión “no lo tiene ni Trump” y que ya se lo mandó a ofrecer en venta. Mientras, Meade hace énfasis en su carrera de servidor público y asegura no tener ranchos ni lavar dinero —en franca alusión a Anaya—, y el candidato del frente PAN-PRD-MC de plano descalifica al priísta y se dedica a marcar sus diferencias con AMLO, y a que figuras políticas de su coalición, entre ellas el propio jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera, hablen bien de él y pidan a los ciudadanos que le den su voto a la Presidencia de la República. La hora de la verdad está por llegar, y ya se verá si una vez iniciada la refriega, alguien puede darse el lujo de no necesitar pedir el voto para su persona.
Comparten la comida y el adversario
La semana pasada dos gobernadores del PRD se reunieron en la ciudad de México y comieron en un restaurante de la zona de la Alameda Central. Arturo Núñez, de Tabasco, y Graco Ramírez, de Morelos, compartieron la mesa y una charla en la que se vieron pocas sonrisas. ¿Qué tienen en común estos dos perredistas? La respuesta es que en los estados de ambos los candidatos de Morena, de Andrés Manuel López Obrador, tienen números que de arranque en las campañas los favorecen, por lo que quizá en la conversación podrían haber intercambiado algunos tips para contener el avance morenista en sus entidades aprovechando que ambos conocen bien a su hoy adversario político.
“Puente” del Senado a San Lázaro
Nos cuentan que el primer escenario de la ex comisionada Ximena Puente a su salida del Instituto Nacional de Acceso a la Información era que fuera postulada por el PRI a una senaduría por la vía plurinominal. El plan de doña Ximena era aportar toda su experiencia en materia de transparencia y protección de datos desde la Cámara Alta, hasta que en el PRI le hicieron ver que en el Senado su candidatura sería intransitable y su trabajo sería opacado por las críticas y descalificaciones hacia su decisión de volverse priísta, por ello se optó por tenderle un puente de Reforma e Insurgentes a San Lázaro, y mejor colocarla dentro de un círculo de seguridad en la burbuja de San Lázaro.
La UNAM y el pasto seco
Perredistas de alto nivel expertos en derecho están muy ofendidos con las autoridades de la Facultad de Derecho de la UNAM por haber permitido la mesa redonda en la que se realizó el “Análisis Técnico Jurídico del Caso Anaya”, el pasado jueves en el Aula Magna Jacinto Pallares de la citada facultad dentro del campus de la UNAM. Al enojo se suma la preocupación, pues ante un proceso electoral tan polarizado y en medio de las situaciones que se han vivido en el campus universitario en las últimas semanas, consideran que este tipo de hechos significa jugar con fuego en medio del pasto seco. La molestia subió de tono luego de que el propio rector de la máxima casa de estudios del país, Enrique Graue, había pedido día antes que no se utilizara a la UNAM para hacer campaña. Los perredistas, fieles a los colores universitarios y egresados de esa misma facultad, consideraron que el foro tuvo un trasfondo político en contra del candidato presidencial de la alianza PAN-PRD-MC y se preguntan si el director de la Facultad de Derecho, Raúl Contreras Bustamante, desoyó lo dicho por el doctor Graue.
***Foto: Andrés Manuel López Obrador. (Archivo / EL UNIVERSAL)