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El reconocimiento de las candidaturas independientes inició con una reforma política presentada desde el sexenio pasado. Fue en 2012 cuando el Congreso aprobó los cambios a la Constitución. La reforma electoral de 2014 fortaleció a estas candidaturas porque se garantizaron recursos públicos para sus campañas y tiempos en medios de comunicación. Ciudadanos y organizaciones celebraron la llegada de una nueva etapa en nuestra democracia. Creyeron que ante la posibilidad de que una persona se convirtiera en presidente, gobernador o alcalde por esta vía, se quitaría el monopolio del poder a los tan desprestigiados partidos y llegarían perfiles más interesantes a la política.
Para convertirse en candidato independiente hay que presentar ante el INE una manifestación de intención, comprobar que se cuenta con una asociación civil y que se tiene una cuenta bancaria para depositar los fondos para la campaña. Hasta ahí todo es muy fácil. Lo difícil es reunir un número de firmas proporcional al uno por ciento del padrón electoral. Eso significa nada menos que 866 mil apoyos. Tienen 120 días para lograrlo. El plazo vence el 12 de febrero.
El primer mes de los cuatro que hay para perseguir apoyos cerró con cifras que hacen pensar que nadie lo va a lograr. Margarita Zavala, quien es la más adelantada, rebasa apenas el cinco por ciento de las firmas requeridas. Los aspirantes se han quejado mucho de la herramienta que generó el Instituto Nacional Electoral para registrar los apoyos. Se trata de una aplicación móvil que los auxiliares de los aspirantes instalan en su teléfono inteligente. Con ella deben tomar una foto de la credencial de elector de quien acepta dar su respaldo a la candidatura. La app extrae de esa foto los datos necesarios. El problema es que tomar una foto con la calidad necesaria es complicadísimo. Si los promotores del voto no tienen pulso de cirujano, tienen que repetir y repetir la captura de la fotografía. Patricio Ballados, Director Ejecutivo de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE, dijo en entrevista que ocho de cada diez intentos son exitosos. Hay que reunir el 100% de apoyos con una aplicación que funciona al 80%.
Han sido tantas las quejas, que esta semana los aspirantes tendrán una nueva versión de la aplicación móvil para recabar apoyo. Con ella, aseguran sus desarrolladores, se reducirán de tres a uno las veces que los promotores deben tratar de tomar la foto a la credencial de elector y a la constancia del respaldo. Si la foto no es buena, los datos se podrán ingresar de forma manual. Veremos si con eso el asunto se resuelve.
HUERFANITO.—
La tecnología se convierte en detractora de la democracia. Como en aquel 1988 en que se “cayó el sistema”. Ojo, el sistema pero no el establishment. Ese se mantuvo con la tecnología como su aliada.
