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La organización Freedom House dio a conocer esta semana los resultados del estudio “Freedom on the Net 2017: Manipulating Social Media to Undermine Democracy”.
El mencionado reporte comprendió 65 naciones. Por séptimo año consecutivo (el estudio es realizado desde 2009) se registró una sensible disminución en la libertad de Internet. Los gobiernos “han aumentado drásticamente sus esfuerzos para manipular la información en las redes sociales durante el año pasado”. Vale la pena destacar que México, de nueva cuenta, fue ubicado en la relación de países “parcialmente libres”.
Freedom House estimó 3 mil 400 millones de usuarios de Internet en el mundo. Del total, 63 por ciento vive en países donde los internautas son arrestados por publicar contenidos sobre política, problemas sociales y religiosos.
El 62 por ciento vive en naciones donde las personas han sido atacadas o asesinadas por las actividades que realizan en línea desde junio de 2016. El 52 por ciento vive en países donde las redes sociales, aplicaciones de mensajería o redes sociales fueron bloqueadas en 2016. Un 47 por ciento vive en naciones en las cuales las personas que participan en discusiones de temas LGBTI pueden ser castigadas.
Asimismo, 43 por ciento vive en países en los cuales los gobiernos desconectaron Internet fijo o móvil, así como y accesos telefónicos, principalmente por razones políticas. Y, 42 por ciento vive en naciones donde los gobiernos emplean ejércitos de opinion shapers (manipuladores de opinión) para propagar las opiniones del gobierno en las redes sociales, descalificando a posibles detractores.
En cambio, poco menos de una cuarta parte de los usuarios de Internet residen en países donde el acceso a Internet es gratuito. El número de gobiernos que pretende controlar las discusiones en línea ha incrementado. Los gobiernos de Venezuela, Filipinas y Turquía destacan en el empleo de ejércitos organizados de opinion shapers. El empleo de noticias falsas, hackers, bots, trolls, y otras formas de manipulación como propaganda en línea, medios falsos, además del aprovechamiento de algoritmos de búsqueda para garantizar mejor visibilidad y “una integración perfecta con el contenido de confianza, no solo fue recurrente en las elecciones presidenciales en Estados Unidos, Freedom House documentó similares prácticas en otras 17 naciones.
El reporte de Freedom House dedica algunas líneas a México: “en México, se estima la existencia de 75,000 cuentas automatizadas, conocidas coloquialmente como Peñabots, las cuales han sido empleados para abrumar a la oposición política en Twitter. Cuando aparece un nuevo hashtag que pudiera crear conciencia sobre un escándalo, protesta o corrupción, patrocinadores del gobierno emplean dos métodos para jugar a favor del presidente Enrique Peña Nieto. El primero, por medio de bots promueven hashtags alternativos para expulsar el hashtag original de la lista de los 10 primeros. El segundo, conocido como ‘intoxicación con hashtag’, los bots inundan el hashtag antigubernamental con publicaciones irrelevantes para enterrar cualquier información útil. El envenenamiento por hashtag puede tener consecuencias en el mundo real: no se puede acceder a los mapas de la actividad policial y las rutas seguras de salida, muchos pacíficos manifestantes en México no pudieron huir de las zonas peligrosas y en su lugar se enfrentó una fuerza excesiva por parte de la policía”.
Freedom House consigna así la penosa transformación de los ectivistas que introdujo Alejandra Lagunes en vulgares “peñabots”.