En México, casi todos los caminos del caso Odebrecht llevan al PRI o a alguien ligado al partido. Esa es la razón por la que, pese a las presiones políticas y judiciales, el caso de corrupción no ha sido resuelto en esta administración y probablemente sea turnado al gobierno de Andrés Manuel López Obrador para que sea su primer “golpe” emblemático contra la corrupción.

El ex director general de Pemex, Emilio Lozoya, es el principal indiciado, pero la red de funcionarios públicos y empresarios es más grande y compleja de lo que se imagina. Rocío Nahle, la futura secretaria de Energía, tiene en su escritorio el expediente completo y ya instruyó a Octavio Romero, próximo director de la petrolera mexicana, a abrir el caso que fue reservado por Pemex hasta 2021.

Una de las acusaciones que más pesan –y por la que al final podría ser judicializado el caso– es el supuesto financiamiento ilegal de la constructora brasileña a la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto, a través del entonces coordinador de Vinculación Internacional, Emilio Lozoya.

Según declaraciones a la fiscalía de Brasil, Olivio Rodrigues Júnior, ex funcionario de Odebrecht experto en “financiar campañas electorales”, fue el responsable de transferir 3.1 millones de dólares entre abril y junio de 2012 a una cuenta ligada a Lozoya.

Esta semana, la organización Quinto Elemento Lab dio a conocer más pistas sobre el caso. Se trata de la relación entre Altos Hornos de México (AHMSA), propiedad del empresario Alonso Ancira, y Emilio Lozoya, de la cual le hablamos en esta columna en febrero de 2017.

Resulta que tras la compra que hizo Pemex a AHMSA de la planta de fertilizantes Agro Nitrogenados, en enero de 2014 por 475 millones de dólares, la firma de Ancira transfirió más de 3 millones 700 mil dólares a las cuentas de Grangemouth Trading Company, una offshore relacionada con Odebrecht.

De las cuentas de Grangemouth salieron también los 5 millones de dólares transferidos a Zecapan SA, la offshore a la que se habrían depositado los presuntos sobornos a Emilio Lozoya, según los testimonios ante la justicia brasileña de tres ex altos ejecutivos de Odebrecht.

Ancira es un empresario históricamente ligado al PRI. Tras un largo exilio en Israel, en julio de 2013 puso en marcha la siderúrgica El Fénix en Coahuila, que le dio la oportunidad de regresar a las grandes ligas de los negocios en México de la mano de quien considera su amigo: el presidente Enrique Peña Nieto.

“Sin la ayuda del gobierno actual, AHMSA no habría podido salir adelante”, me dijo uno de los industriales acereros, quien conoce bien a Alonso Ancira. “Fíjate cuántos contratos tiene con Pemex, CFE y otras dependencias como la Secretaría de Marina y la Sedena”, agregó.

Una de las primeras acciones de la administración del ex director de Pemex, Emilio Lozoya, fue firmar con Ancira, en su calidad de presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero, un convenio de colaboración para incluir contenido nacional en los bienes y servicios adquiridos por la empresa productiva del Estado.

Otro personaje ligado a Ancira, al PRI, a Pemex y a Emilio Lozoya es Arturo Enriquez Autrey, ex director Corporativo de Adquisiciones y de Procura y Abastecimiento de la petrolera. Su tío, Sergio Autrey, estaba asociado con Ancira en la empresa Agro Nitrogenados, mientras que en la también cuestionada empresa Fertinal, por la que Pemex pagó 530 millones de dólares en 2016, estaban asociados otros personajes como Fabio Covarrubias y los hijos del ex presidente Salinas.

Esta última compra se hizo, además, con financiamiento de la banca de desarrollo. Particularmente de Nafin y Bancomext. El primero, a cargo de Jacques Rogozinski, quien en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari se desempeñó como titular de la Unidad de Desincorporación de Entidades Públicas; y el segundo, entonces a cargo del ahora gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, un incondicional de Luis Videgaray.

Líderes petroleros.

En el sector petrolero, Grupo Carso, de Carlos Slim , se perfila para ser uno de los principales jugadores en los próximos años, principalmente en la exploración y extracción de hidrocarburos.

Grupo R, de José Ramiro Garza Cantú y José Ramiro Garza Vargas, será otro de los jugadores más activos en el sector. Actualmente, la empresa es líder en la explotación y producción de gas y petróleo, y emplea de manera directa a 3 mil personas.

Sus más recientes proyectos adjudicados son un contrato para la ingeniería, procura, construcción, carga, amarre, transporte e instalación de dos plataformas de perforación tipo estructura ligera marina en el Golfo de México, con Pemex; y el proyecto carretero Tampico-Ciudad Victoria, en Tamaulipas, de 224.9 kilómetros vía el modelo de APP (Asociación Público Privadas), con la Secretaria de Comunicaciones y Transportes.

Reunión de lujo.

Los que al parecer ya comenzaron a discutir la próxima agenda legislativa fueron los morenistas Porfirio Muñoz Ledo y Ricardo Monreal , quienes se perfilan para presidir la Cámara de Diputados y Senadores, respectivamente.

El encuentro fue el lunes en el exclusivo restaurante Il Becco del hotel Four Seasons, donde al calor de las copas de vino tinto y Macallan 12, los futuros legisladores de Morena departieron durante horas.

La reunión fue tan prolongada y amena que el también morenista Alejandro Rojas Díaz Durán tuvo que dejar a su inseparable amigo Ricardo Monreal para ayudar a salir del restaurante al futuro presidente de la Cámara de Diputados.

¿El recorte de más de mil 500 millones de pesos al presupuesto del Poder Legislativo que propuso hace unos días Ricardo Monreal, como medida de austeridad, también incluirá los vinos caros y los restaurantes de lujo?

Twitter: @MarioMal Correo: mario.maldonado.padilla@gmail.com

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